Por un primero de mayo clasista, internacionalista y de lucha

24 Apr 2011   |   comentários

Los trabajadores y pueblos de México y del mundo, iniciamos este 2011 siendo testigos de las rebeliones populares que se extendieron en el mundo árabe, contra los efectos de la crisis económica internacional y sus gobiernos proimperialistas. Las odiadas dictaduras de Egipto y Túnez cayeron producto de la acción popular, mientras continúan varios abiertos procesos revolucionarios, y una guerra civil en Libia donde la intervención militar de la OTAN pretende poner un alto a la acción independiente de las masas de la región.
Este 1° de mayo, la acción y combatividad de las masas árabes, y en particular de su heroica juventud, son un ejemplo para todos los trabajadores del mundo .Después de 4 años de crisis, los imperialistas continúan aplicando planes antiobreros para que los trabajadores paguemos las consecuencias de los salvatajes de sus bancos y empresas. Por eso, en América Latina, los distintos gobiernos actúan para preservar las ganancias capitalistas, y esto está generando descontento y resistencia; como en Bolivia, donde Evo Morales, que se proclama defensor de los intereses populares, enfrentó 11 días de movilizaciones obreras y la huelga general de la COB, o como en México, donde se han dado las primeras movilizaciones que muestran incipientemente, el rechazo a la reforma laboral y a la militarización del gobierno de Calderón.

Mientras, la crisis económica enseña que el capitalismo sólo puede traer degradación, miseria y superexplotación, este 1 de mayo debe ser un día de movilización y lucha combativa de la clase obrera, para recuperar nuestras conquistas bajo una estrategia internacionalista, y una perspectiva de independencia de clase que nos permita enfrentar a la patronal y sus partidos sirvientes.

Basta de subordinación y entrega al imperialismo yanky

El gobierno es el responsable del salto en la entrega a los Estados Unidos. La subordinación a la política de seguridad norteamericana va de la mano de la entrega a las transnacionales y del alineamiento del gobierno federal respecto a la política exterior estadounidense, como mostró secundando en la ONU la intervención imperialista en Libia.
Bajo la llamada “colaboración” en materia de seguridad, el gobierno mexicano se apoya cada vez más en la inteligencia estadounidense para afinar su estrategia de militarización en el país. La injerencia imperialista en el terreno de la seguridad y la política entreguista de Calderón, se orientan directamente contra las grandes mayorías populares, buscan liquidar las más elementales libertades democráticas, y respaldan el saqueo de los recursos naturales y energéticos de México.

Ante ello, es necesario un programa que ataque radicalmente la dependencia y subordinación al imperialismo. Que plantee la ruptura de todos los pactos y acuerdos militares y de seguridad (incluyendo la Iniciativa Mérida y la participación en los ejercicios conjuntos con Estados Unidos), la expulsión inmediata de todas las agencias de inteligencia yanquis y el control de la frontera contra la injerencia militar estadounidense, como las primeras y elementales medidas.

Pero esto debe ir más allá. Se debe cuestionar la dependencia y sujeción económica, financiera y política al imperialismo, para lo cual hay que luchar, en primer lugar, por la ruptura del Tratado de Libre Comercio, por dejar de pagar la deuda externa y nacionalizar –sin indemnización y bajo control de sus trabajadores— las áreas de la economía (desde la producción primaria hasta el transporte y las comunicaciones), en manos de las transnacionales imperialistas. A estas medidas son contrarios no sólo el PAN, sino los “opositores” del PRI y el PRD; López Obrador, a pesar de su discurso “antineoliberal”, tampoco está por enfrentar la entrega al imperialismo. Por eso, el camino para imponer este programa es la movilización en las calles de los trabajadores y sus aliados, los oprimidos y explotados del campo y la ciudad. Esta lucha sólo puede ser llevada hasta el final y garantizada por un gobierno obrero, campesino y popular, que rompa con el imperialismo y avance en la expropiación de los expropiadores.

Este 1 de mayo, los trabajadores debemos levantar la bandera de lucha contra la entrega y la subordinación a los Estados Unidos, porque no queremos ser una estrella más de la bandera norteamericana.

A luchar contra la nueva esclavitud laboral

La reforma laboral, que inicialmente habían pactado el PRI y el PAN, significa, de imponerse, un salto en el ataque que ya existe contra la clase trabajadora, que incluye la contratación individual, el outsoursing y limita el pago de los salarios caídos a un año y cercena el derecho a huelga. Esto, mientras fortalece el control burocrático de las organizaciones obreras, ratificando la clausula de exclusión y preservando las medidas corporativas de la legislación anterior (como por ejemplo la “toma de nota”). Esto muestra el carácter pro patronal del PAN, el PRI y de sus diputados “obreros”. ¡Abajo la reforma laboral esclavista!

En días recientes, el PRI anunció que no se aprobaría en “fast track” la reforma; pero esto solo busca evitar los costos que le podría provocar en las próximas elecciones del Estado de México. Lejos de estar la reforma “muerta y enterrada”, es un reclamo de la patronal que la misma se apruebe; en cuanto puedan, el PRI y el PAN se pondrán de acuerdo para legalizar la nueva esclavitud laboral. ¡Ninguna confianza en las maniobras del PRI! Hay que preparar la lucha contra el ataque a nuestras conquistas.

Si el PRI y el PAN tienen la fuerza para este ataque, es porque el viejo aparato del Congreso del Trabajo y la CTM son los principales aliados de los capitalistas y del gobierno. Pero también, porque las direcciones que se reclaman “opositoras”, como la UNT, durante años llamaron a confiar en la presión sobre el Congreso de la Unión, aceptaron el ataque a las condiciones laborales, y se negaron a parar en defensa del SME. Recientemente, el líder telefonista Hernández Juárez llamó a aceptar un miserable aumento salarial, justificándolo por la “guerra” entre las televisoras y la patronal de Telmex que él defiende, demostrando así que le preocupa más los intereses de Slim que sus propios representados. ¡Fuera charros de las organizaciones obreras!

El PRD, por su parte, mientras se manifiesta tibiamente contra la reforma y llama a confiar en la presión en el Congreso, plantea fortalecer a la "pequeña y mediana empresa" que, como los trabajadores saben, basa sus ganancias en empleos precarizados y con salarios bajísimos. López Obrador, aunque critica la reforma laboral, es opuesto a cuestionar y atacar los intereses económicos de los capitalistas y llama a “democratizar” el debate sobre la reforma laboral. Por eso decimos enérgicamente: ¡Abajo la aprobación o discusión de toda propuesta de reforma laboral que recorte las conquistas obtenidas, que no sea una real demanda de la clase obrera y que no esté sometida a la decisión democrática de la base trabajadora!

Después de las movilizaciones realizadas contra la reforma, no se puede bajar la guardia, hay que retomar la movilización en las calles. Los sindicatos que se reclaman opositores, y en primer lugar las organizaciones sindicales que se postulan como combativas y democráticas (como la CNTE, el SME, el SITUAM, las corrientes de oposición en el STUNAM, los trabajadores combativos de Mexicana y el IMSS) deben convocar a un plan de acción que incluya la preparación urgente de un Paro Nacional por la retirada completa de la Reforma laboral y contra toda maniobra que intente pasarla como producto de “consensos” o “consultas”. Si la UNT realmente quiere derrotar la reforma, debe poner todas sus fuerzas al servicio de esta lucha; sino mostrará, una vez más, que solo quiere "pactar" el ataque contra los trabajadores.

Es fundamental organizar un Encuentro Nacional de Organizaciones Obreras contra la reforma laboral, que vote medidas concretas y asuma un programa independiente de los partidos del Congreso. Los socialistas de la LTS propondríamos allí un programa contra la reforma laboral esclavista, por derechos sindicales y laborales (empezando por la basificación) para todos los y las trabajadoras; por un aumento salarial de emergencia al nivel de la canasta básica, que sea acompañado de escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación de los productos de consumo; por el reparto de las horas de trabajo, con igual salario, entre todos los y las trabajadoras; y para que toda empresa que cierre o despida sea expropiada bajo control de sus trabajadores. Desde la LTS consideramos fundamental dotarnos de una política y un programa que rechace los planes de miseria, que defienda los intereses de los trabajadores, y que pelee por recuperar a nuestras organizaciones sindicales para la lucha, mismas que hoy están en manos de direcciones cómplices de los planes capitalistas. Para eso tenemos que movilizarnos con independencia de los partidos del Congreso -enemigos a muerte de que los trabajadores afectemos los intereses patronales- e impulsar la organización política de los trabajadores, bajo una estrategia revolucionaria de combate al capital y sus instituciones.

Enfrentemos la militarización y los feminicidios

A la política entreguista de Calderón obedece la crecente violación a los derechos democráticos en el país. Este 1 de mayo, la clase obrera, los campesinos y el pueblo, estamos bajo un fuerte ataque por parte del gobierno, sus instituciones y los partidos patronales, con trabajadores encarcelados y procesados, como Miguel Márquez Ríos y los 11 electricistas presos desde el 11 de abril. La llamada “narcoguerra”, que enfrenta a los distintos carteles y a éstos con las fuerzas del Estado, ya ha dejado casi 40.000 muertos durante el sexenio de Calderón, y una creciente militarización y cercenamiento de las libertades democráticas.

Contra las cínicas afirmaciones gubernamentales de que los civiles muertos son “victimas de la delincuencia” o parte de las redes del narcotráfico, las narcofosas descubiertas y el asesinato de Juan Francisco Sicilia y sus amigos, evidencian que son trabajadores, mujeres y jóvenes ajenos al narco. En estos y en otros casos documentados de secuestros, se muestra la participación, complicidad y la asociación de las bandas de narcotraficantes con las fuerzas policiales, militares, y los agentes migratorios: todos estos están asociados con algunos de los cárteles en pugna y en muchos casos son parte de los mismos.

La militarización y la “narcoguerra” son una señal de alarma para las organizaciones sindicales, organizaciones políticas y democráticas. Con la militarización se pretende amedrentar, golpear, atemorizar a los trabajadores, la juventud y todo aquel movimiento de protesta contra el orden establecido. Bajo su cobijo se despliegan las violaciones, los asesinatos, las muertes “colaterales”, a los que luego se les cuelga el cartel de “narco”. Bajo la militarización han crecido los juvenicidios y los feminicidios, como denuncian por ejemplo las organizaciones democráticas de Ciudad Juárez. Las reformas propuestas a la Ley de Seguridad Nacional buscan profundizar esto. ¡Alto a la militarización, los juvenicidios y los feminicidios!

Por otra parte, la acción de las bandas de narcotraficantes contra luchadores sociales y democráticos –como en Chihuahua-, en el hostigamiento a organizaciones sociales, sindicales y políticas –como en Guerrero-, es un indicador del rol paramilitar que los mismos pueden jugar contra las luchas sociales.Es fundamental impulsar un gran movimiento nacional contra la militarización, la criminalización de la juventud y los feminicidios. Las organizaciones sindicales deben tomar esta lucha en sus manos, ya que si se continúa imponiendo la militarización, los trabajadores y los demás sectores estarán en peores condiciones para luchar por sus demandas sectoriales y sus derechos democráticos. Por ello, las organizaciones de derechos humanos, las personalidades y organizaciones democráticas, las organizaciones obreras, políticas, estudiantiles y populares, debemos impulsar una gran movilización en las calles, un plan de acción y organización para poner en pie este gran movimiento. Allí estará planteado discutir un programa que, por ejemplo, plantee la disolución de las fuerzas represivas y la autodefensa de las organizaciones obreras, democráticas y sociales, como única forma de garantizar íntegramente nuestra seguridad.

Para luchar por esta perspectiva, desde la LTS, junto a las agrupaciones Contracorriente, Pan y Rosas, Barricada de Ecatepec y la Corriente de Trabajadores Clasista, te invitamos a movilizarte con nosotros este 1° de mayo, y organizarnos conjuntamente en el centro de trabajo, escuela, facultad o colonia.

ABAJO LA REFORMA LABORAL ESCLAVISTA.

POR LA MOVILIZACION OBRERA Y POPULAR CONTRA LOS PLANES DE MISERIA

NO A LA MILITARIZACION, LOS FEMINICIDIOS Y LOS JUVENICIDIOS

ALTO A LA ENTREGA DEL PAIS AL IMPERIALISMO.

NO QUEREMOS SER UNA ESTRELLA MAS DE LA BANDERA YANQUI

VIVA LA LUCHA DE LAS MASAS ARABES.

ALTO A LA INTERVENCION DE LA OTAN EN LIBIA.

Liga de trabajadores por el socialismo,
PAN Y ROSAS, BARRICADA DE ECATEPEC,
CONTRACORRIENTE, CORRIENTE DE
TRABAJADORES CLASIsTAS

http://trabajadoresclasistas.blogspot.com
http://barricadaecatepec.blogspot.com
www.ltscc.org.mx
http://panyrosasmex.blogspot.com
http://agrupacioncontracorriente.blogspot.com/
MAYO 2011









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