MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

El Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) luego de llamar a votar por López Obrador, a quien califica como un “honesto reformista del sistema”, ahora convoca a defenderlo, “luchando por todos los medios pacíficos y de resistencia social, legales”, contra la imposición de Peña Nieto.

Para el PRT respaldar a AMLO es luchar por un “verdadero cambio de poder” y la vía para evitar la imposición de políticas neoliberales y reformas estructurales.

Los llamados a confiar en López Obrador rompen una política de independencia de clase: el PRT ha ido adaptando su discurso y ahora omiten que el PRD aprobó la reforma electoral, que AMLO firmó el pacto de unidad que lo comprometió a respetar el resultado electoral. Al llamar a confiar en “mecanismos legales”, es AMLO responsable de que no haya un movimiento nacional en las calles contra la imposición de EPN. Aunque el PRT llama a una Convención Nacional y a la movilización, es tras la lógica de “resistencia civil y pacífica” impulsada por AMLO.

La LTS no apoyó el voto a favor de AMLO, no por principio anarquista, contestatario o sectario. El apoyo a un candidato se impulsa, manteniendo el principio socialista de independencia de clase y sin crear ilusiones en los trabajadores que tras un candidato burgués, vendrá un cambio para las condiciones sociales y económicas del país. Somos parte del #YoSoy132, participamos en sus protestas y denunciamos las irregularidades electorales, pero sabemos que la clase trabajadora, junto a los sectores populares y la juventud puede construir una alternativa de lucha independiente, sin confiar en la estrategia de reformar al capitalismo que expresa el PRD.

Es evidente el carácter de clase de la estrategia de AMLO y la naturaleza patronal del PRD, como del Movimiento Ciudadano (ex Convergencia), pero el PRT no critica a AMLO, cuando éste se niega, hasta hoy, a enfrentar al régimen y “desestabilizar” sus instituciones. Al contrario, el PRT crea la ilusión de que luchar por el triunfo del PRD (apoyado por la derecha como ellos reconocen), avanzaría en las tareas socialistas.

Impulsaron el voto útil a favor de AMLO corrientes que se reivindican socialistas, PRT, GDR, Militante e Izquierda Socialista (fortaleciendo así al PRD, Movimiento Ciudadano y PT), parte del supuesto de que ésta fue una “gran oportunidad de formar un movimiento amplio, heterogéneo y pluriclasista, opuesto a la continuidad del régimen neoliberal” (PRT), lo cual es falso. El fortalecimiento de una dirección opositora a lo más crudo del neoliberalismo, así como el de los partidos patronales, legitima a un sector de la burguesía “nacional, que sin problema actuará contra los sectores populares en momentos de crisis revolucionarias.

El PRD, desde el GDF y gobiernos estatales, es un opositor parlamentario al gobierno de la derecha, aunque no siempre con acuerdo interno, como vimos con la represión a los normalistas de Guerrero que dividió al PRD porque un sector la justificó o con los perredistas que votaron la criminalización del aborto. Igualmente es la principal contención a la radicalización de las luchas, desvían el descontento presionando a las instituciones, como hoy dentro del #YoSoy132 y es el principal freno para que se forme un amplio movimiento nacional independiente contra la imposición de EPN.

Esta estrategia colaboracionista fue también la política del PRT dentro del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), este esfuerzo preparatorio y de reflexión para el surgimiento de una nueva organización política de trabajadores, con la fundación de la Organización Política Nacional (OPN) derivó en un proyecto al servicio de la candidatura de AMLO.

Contra la ilusión de que AMLO ayudará a los trabajadores a salir de la crisis, es necesario que las organizaciones de la izquierda socialista y revolucionarias rompan la política de confianza en las instituciones y levantar una estrategia independiente de los partidos, basado en los métodos de lucha de los trabajadores y el conjunto de los explotados, exigiendo un paro nacional contra las maniobras del IFE, el PRI, Televisa, etc.

Extraña “estrategia revolucionaria” que, según terminaría con el neoliberalismo, si AMLO ha dicho abiertamente que con él, a los patrones les irá mejor y que no renacionalizará las áreas de Pemex concesionadas al capital privado.

Los trabajadores, los jóvenes del 132, la juventud precarizada y sectores populares, que resisten los planes de ajuste, implementados por los mismos partidos del régimen, deben prepararse para enfrentar un nuevo intento de la burguesía por cargarnos los costos de la crisis, actuando en forma independiente y en perspectiva de construir su propia herramienta de lucha.