Se aprobó la Nueva Constitución en Bolivia

Previsible triunfo político del MAS aunque la derecha mejoró posiciones

31 Jan 2009   |   comentários

Miércoles 28 de enero de 2009

El referéndum concluyó en un éxito del régimen, consagrando una Constitución Política del Estado (CPE) diseñada para enterrar la agenda de Octubre y “consensuada” en los pactos con la reacción

Para el MAS se trató de una victoria política importante, avanzando en legitimar la nueva CPE, pieza clave en su proyecto político, y "plebiscitando" nuevamente a Evo y su gobierno. Sin embargo, esta victoria fue más limitada que lo esperado por los estrategas masistas, y el importante porcentaje del voto por el NO le da nuevo aire a la oposición derechista para presionar por más concesiones en el largo y sinuoso camino que va a la puesta en práctica del nuevo ordenamiento político-estatal prefigurado en la nueva CPE.

Los datos

Los resultados oficiales,, sobre el 94% de los votos escrutados, le dan una victoria cómoda al oficialismo, superior a las elecciones presidenciales del 18/12/2005 (cuando obtuvo algo más del 54%) pero inferior al referéndum revocatorio del 10/08/2008, en que cosechó el 67% de los sufragios válidos.

Según la CNE (28/01/09, a 11.32 horas), el MAS logró el 61,79% de los sufragios para el SÍ mientras que el NO obtuvo el 38,21%.

Se votó en una jornada tranquila, sin mayores incidentes y con alta participación, ya que la abstención fue alrededor del 9,5% (mucho menos que en anteriores elecciones, donde superó el 16%), y la distribución del sufragio mantuvo a grandes trazos las líneas previsibles, pero es un cambio notorio y políticamente significativo el aumento del voto negativo al MAS en las ciudades.

Con casi el 62% de la votación nacional, el MAS confirmó su hegemonía en el occidente andino (La Paz, Oruro y Potosí) y su aplastante peso en el campo. Superó por estrecho margen a la derecha en Chuquisaca (donde el SÍ obtuvo el 51,54% de los votos y el NO el 48,46%) y también retuvo un buen porcentaje a favor de la CPE en Tarija (43,4%) y Santa Cruz (un 34%).

Sin embargo, no pudo "perforar" los bastiones de la derecha oriental, retrocedió porcentualmente en Cochabamba y sobre todo, perdió terreno en las áreas urbanas. Apenas el 52% del voto urbano habría sido por el SÍ, mientras que en el área rural la aprobación se elevó al 82%.

Por otra parte, el 38, 92% del NO le permite a la oposición neoliberal y autonomista mejorar sus resultados respecto a agosto (cuando obtuvo un 32,8%), y ratificar su predominio en Oriente, capitalizando además el creciente giro conservador de la pequeñaburguesía urbana a nivel nacional.

En los resultados se reflejaron la polarización social y regional, si bien en un clima político distinto al de agosto-septiembre, pues la clave no la da ahora la confrontación sino la negociación y la búsqueda de nuevos pactos y consensos entre oposición y oficialismo.

Al final, todos celebraron, Evo y el MAS en Plaza Murillo, la oposición en Santa Cruz y Tarija. Y no sólo porque cada bloque tenía sus razones propias, sino porque el domingo fue un paso importante para la reconstrucción del régimen en su conjunto, pues la contienda electoral estuvo enmarcada en los acuerdos del 28 de octubre entre el oficialismo y la oposición que "consensuaron" el texto constitucional y viabilizaron la convocatoria a referéndum.

Una campaña por la propiedad privada

Los dirigentes masistas, más allá de una retórica crecientemente lavada hicieron una campaña que apostó infructuosamente a ganar franjas de "centro" y regionalistas levantando la bandera de las autonomías y deshaciéndose en garantías de respeto a la propiedad privada burguesa. No surtieron efecto sus apelaciones a la pequeñaburguesía, como en la conocida propaganda de "Doña Peque" (una señora bien arreglada de clase media que expresa sus temores y finalmente es convencida para decirle "síííííií…" a la CPE porque podría dormir tranquila por "su casa, su familia y su religión").

Atado por sus compromisos con los empresarios, no tuvo nada que decirle a los trabajadores que enfrentan la baja del salario, la carestía y la amenaza de despidos.

Más aún, inclinándose ante al oscurantismo clerical, rechazó enfáticamente que se fueran a permitir concesiones democráticas como el matrimonio homosexual o el aborto.

Lógicamente ese discurso facilitó la labor intensa propaganda mediática desplegada por los sectores más recalcitrantes del neoliberalismo, los autonomistas y los clericales (que tomaron en sus manos la campaña opositora mientras la cúpula de PODEMOS y otros sectores pactistas prefirieron mantener perfil bajo) bajo los lemas de "NO a la constitución chavista!", "¡Vota por Dios, vota NO!" y agitando los prejuicios racistas con el temor a la "justicia comunitaria". No estuvo ausente la mano de la Iglesia, que convirtió a su aparato y sus tentáculos –templos, escuelas, asociaciones católicas- en puntales activos de la campaña opositora.

El significado del NO

Las principales fracciones opositoras, incluso las que avalaron el pacto congresal y las enmiendas al texto de la nueva CPE, llamaron a votar por el NO o mantuvieron bajo perfil, buscando limitar el triunfo masista.

Aunque no lograron dar un salto ni socavar la fortaleza electoral, social y política de Evo, sus resultados le permiten ir a las futuras negociaciones mostrando que mantiene su cartas regionales e intentar reflotar el bloque de la media luna (alicaído luego de su derrota en la asonada de septiembre) además de comenzar a especular sobre la posibilidad de levantar una nueva alternativa política conservadora de cara a las elecciones generales de diciembre próximo (cuestión que está por verse ya que su debilidad profunda y sus divisiones subsisten y son varios los proyectos políticos que intentan despegar)

La votación alcanzada por el NO y su triunfo en los departamentos del Oriente son el caballito de batalla ya lanzado por la oposición para devaluar el triunfo oficialista, seguir ejerciendo resistencia parlamentaria y regional y hasta empezar a frotarse las manos con la posibilidad de "construir una alternativa viable" para las elecciones generales de diciembre del 2009.

“Con el texto no hago fiesta, pero duermo tranquilo”

Esto dijo el jefe de PODEMOS, Tuto Quiroga (La Razón, 28/01) en una frase que ilustra muy bien cómo piensan sectores claves de la clase dominante sobre la nueva CPE.

En diversos materiales hemos analizado y criticado pormenorizadamente el texto de la nueva CPE (ver Palabra Obrera n° 34 o la Declaración del 12/01, por ejemplo, en nuestra página web). Hemos señalado que lejos de iniciar la "refundación de Bolivia" según los intereses de los oprimidos como prometía Evo, se trata de una constitución diseñada para "enterrar la agenda de octubre"; es decir que rechaza las grandes tareas democráticas y nacionales (como una verdadera reforma agraria o la ruptura con el imperialismo), desvía las esperanzas populares de un cambio profundo detrás de algunas concesiones al movimiento campesino e indígena y mucha retórica de derechos sociales, y conforma un marco general, ahora legitimado en las urnas, para la construcción de un reordenamiento político e institucional viable –un nuevo régimen con autonomías departamentales y otras importantes concesiones a la derecha burguesa y terrateniente- que se encuadra en los marcos del orden burgués semicolonial.

Para muestra basta un botón, veamos el tema de la tierra. En el referéndum dirimidor sobre la tenencia de tierras, más del 80% a nivel nacional votó por la opción del límite de 5.000 Has., lo que refleja en última instancia la extensión de las aspiraciones campesinas y populares a la redistribución de la tierra.

Sin embargo, esta consulta, lejos de abrir la puerta a la reforma agraria, consagra constitucionalmente la protección del latifundio "legal".

En primer lugar, desde que el texto fue concebido y aprobado en Sucre-Oruro a fines de 2007, protegía la gran propiedad agraria. El límite de 5 o 10 mil Has., sea el que fuese, es muy fácil de burlar, pues es sabido que los clanes terratenientes del Oriente distribuyen su titularidad entre varios familiares y aunque ninguno aparezca legalmente superando esa cantidad, la suma total que controla el grupo puede alcanzar las 100.000 Has.

Con el pacto congresal de octubre, se agrega una cláusula que reduce a puro papel incluso el ya conservador referéndum dirimidor, pues "los grandes predios con título serán respetados por la CPE" como reconoce La Prensa, 26/01, al día siguiente del referéndum. La CPE establece que el límite no será retroactivo, sino que sólo se aplicará a futuras adquisiciones de tierras, consagrando constitucionalmente la supervivencia de la gran propiedad rural existente, la propiedad de los Hecker (288.635 Has.), Monasterio (50.370 Has.), Becerra-Roca (173.056 Has.), Guiteras (26.634 Has.) y muchos más.

Con ello, el principal sustento de las demandas indígenas: Tierra y Territorio, sin lo cual hablar de "inclusión" y "descolonización" es poco más que retórica, queda liquidado. ¿Qué mejor ejemplo sobre el verdadero carácter de la nueva CPE? Y analizando el texto constitucional y sus garantías a las transnacionales, los grandes propietarios urbanos y los empresarios, lo mismo puede decirse de las otras demandas populares.

¿Y después del 25, qué?

El discurso de Evo el 25 en Plaza Murillo trató de hacer pesar el triunfo, anunciando que se había decidido "la refundación de Bolivia" y que ahora sólo se trataba de "coordinar" con prefectos y alcaldes la aplicación de la nueva CPE, que es "obligación de todos". Desde el flamante periódico estatal, Cambio, se insiste en que "El Estado con autonomías comienza a construirse" (28/01).

Por su parte, la oposición, reconociendo la aprobación de la CPE, insiste en ponerle más límites y que debe negociarse su aplicación.

Los prefectos Cossio y Costas, principales jefes del autonomismo, reivindicando sus propios éxitos a nivel regional para rechazar ese intento –"no crea el presidente que puede imponer"-, repitieron, y llamar a la conciliación cómo única forma de viabilizar la nueva CPE y reclamaron dialogar y consensuar para llegar a un "pacto social". En palabras de Cossio, se trata de integrar las "dos demandas históricas: la inclusión indígena y las autonomías departamentales".

El ex presidente Carlos Mesa, posible candidato del "centro" en las próximas presidenciales y otras figuras políticas burguesas ya se pronunciaron por aceptar la aprobación de la CPE y buscar "consensos", lo mismo que las diversas instancias de la "comunidad internacional" (OEA, UE, etc.).

En este marco, declaraciones más duras como las de Marinkovic (que por otra parte el 25/01 también había apelado desde la tribuna a la búsqueda de consenso), quedan relativamente aisladas y deben ser vistas en el marco de los forcejeos políticos con que se inicia una nueva fase de disputa y negociación en las alturas en torno al diseño final del ordenamiento político estatal, del cual una piedra fundamental es colocada al aprobarse la nueva CPE.

El contexto político plantea para oficialismo y oposición un "escenario obligado de negociación" como dicen los medios, mientras disputan acerca de hasta dónde el triunfo masista habilita a Evo a avanzar en sus planes y hasta dónde éste reconoce los condicionamientos que quiere la oposición.

Sigue habiendo importantes diferencias, pero ahora comienza a haber un marco mínimamente reconocido, y tiende a superarse el cuadro de "régimen fracturado" que caracterizó la larga crisis política hasta septiembre.

La clave para estos entendimientos es la "moderación" garantizada por Evo en el gobierno, la adecuación del texto constitucional para "ponerlo en línea" con las principales exigencias burguesas y la aceptación de las autonomías departamentales como contrapeso al gobierno nacional.

No obstante, tienen por delante un largo camino para resolver las decenas de leyes que darán forma final al nuevo régimen, como ser, las atribuciones precisas de las autonomías. García Linera ya precisó que la nueva etapa es la de "crear instituciones" y éste es el camino de los pactos, un largo proceso en nombre de la "transición a un nuevo estado", donde, seguramente, la derecha irá maniobrando para obtener mayores concesiones en cada normativa de las necesarias para hacer de la nueva CPE algo efectivo, o bien, optará por bloquear y "congelar" su tratamiento e implementación.

Es previsible entre tanto, que la atención del MAS y los opositores se concentre en las elecciones generales de diciembre, fijadas para el caso de aprobarse la CPE por el pacto congresal del 28/10, y donde volverá a disputarse la distribución del poder político a nivel nacional.

Entre las dificultades económicas y los problemas políticos

En el camino y a pesar de la relativa distensión coyuntural en lo político, se levantan nuevos presagios de tormenta, esta vez, en el frente económico. Por eso, tanto para el oficialismo como para la oposición, la necesidad de avanzar en la recomposición del régimen político y mantener la "gobernabilidad" va de la mano con la preocupación por las dificultades económicas que se comienzan a sentir ante el derrumbe de los precios de minerales, soya y gas, comenzando a erosionar los indicadores (como las grandes reservas de divisas y la estabilidad cambiaria) en que el gobierno basa sus planes de prolongar el crecimiento y aumentar el gasto social durante este año

La imagen (en un spot oficial) del dueño del grupo AMETEX, Marcos Iberkleid y Evo despachando juntos el primer envío textil a Venezuela es una señal de cómo el gobierno busca enfrentar las "turbulencias": acordando más estrechamente con los empresarios las medidas de su plan "anticrisis" que favorece a las empresas mientras deja caer el grueso de los efectos que ya comienza a tener la crisis sobre el salario y el empleo.

Esto ya lo demostró la actitud oficial ante los cierres y despidos en la minería –minas e ingenios en Potosí, Mina "La Solución", conflicto en Sinchi Wayra, donde Evo y sus ministros –el maoísta Echazú, en minería, y el ex burócrata sindical Delgadillo en Trabajo-, se preocupan ante todo por frenar cualquier reacción obrera y dejar que los empresarios ajusten cuentas a los trabajadores. Mientras el gobierno subsidia a los exportadores, las empresas y las cooperativas mineras, a los miles de trabajadores amenazados o ya desempleados, los deja librados a su suerte y a lo sumo, les propone algunos "empleos temporales".

Programa obrero frente a la crisis e independencia de clase frente al gobierno

Por un Encuentro de los sindicatos y trabajadores combativos

Los trabajadores, los campesinos, aymaras, quechuas y guaraníes, los sectores populares empobrecidos que depositaron su confianza e ilusiones en la promesa de Evo de refundar el país con una nueva CPE, tienen poco o nada que esperar como respuesta a la penosa situación de miseria, opresión y explotación.

En un panorama de crecientes problemas económicos e insatisfacción a las expectativas y reclamos de los trabajadores y el pueblo pobre, el camino no es el de la confianza en la CPE y las leyes que diseñen entre oficialistas y opositores, como predican los dirigentes de la COB y el CONALCAM, sino que deberá retomarse el rumbo de la movilización por las demandas obreras y populares, contra los empresarios, los terratenientes y las transnacionales.

En este camino, está planteado redoblar la pelea por la solidaridad con todo sector obrero y popular que salga a la lucha, como un primer paso para la unidad y coordinación, bajo la consigna de ni un solo despido y por la nacionalización sin pago y bajo control obrero de toda empresa que cierre o despida.

E impulsar un bloque por un programa obrero contra la crisis y los ataques empresariales, sobre la base de que la crisis la paguen los capitalistas, unido a la lucha por la recuperación de la independencia de clase de la COB y los sindicatos frente al gobierno masista. La expresión práctica de este combate debe ser dar pasos en la construcción de un Instrumento Político de los Trabajadores, como herramienta de independencia de clase.

Llamamos a los sectores combativos, como la COD de Oruro, los mineros de Huanuni, la Federación del magisterio urbano de La Paz, los sindicatos combativos de La Paz y El Alto y la izquierda obrera y socialista, a impulsar un Encuentro de Trabajadores donde discutir e impulsar estas tareas.

La Paz, 28 de enero de 2009.


Un debate necesario: PO-LITCI: La izquierda que perdió el rumbo en el cuarto oscuro

La LITCI (orientada por el PSTU, de Brasil) y el Partido Obrero (de Argentina, integrante del CRCI), dos corrientes del movimiento trotskista latinoamericano, que si bien no tienen mayor presencia en Bolivia, intentan poner en pie grupos locales, han llamado a votar por el NO en el referéndum del 25 de enero, en un posicionamiento completamente equivocado.

Cediendo ante los escenarios de la democracia burguesa

Una de las particularidades de los mecanismos de la democracia burguesa es que limitan al mínimo las opciones, restringiendo a un mínimo la posibilidad de plena expresión de la voluntad política de los ciudadanos. El mecanismo del referéndum es restrictivo y antidemocrático, pues se vota sí o no en casilleros rigurosamente demarcados ante una opción previamente definida en las alturas, impidiendo que se pueda optar por otras alternativas.

Por supuesto, el reformismo y el populismo defienden esto como el summum de la "democracia participativa". Sin embargo, es lamentable que sectores que se dicen revolucionarios y hasta trotskistas, guiados por un método superficial y mecanicista, caigan una y otra vez en las trampas de los escenarios institucionalizados de la democracia burguesa.

En esta ocasión la LIT-CI y el PO han tropezado –y no es la primera vez- con esta piedra. En concreto, en Bolivia el 25 de enero el NO fue el caballito de batalla de lo más rancio de la derecha empresarial, terrateniente y clerical, y si alguien ha hecho caso al llamado de estas tendencias, terminó de cabeza, coincidiendo y confundiéndose en las urnas con todo el arco conservador que votó NO.

Ni Sí a la CPE de Evo ni NO junto a los curas y terratenientes

Frente a la campaña masista para consagrar una constitución burguesa confeccionada para enterrar la agenda de octubre y que fue "alineada" con los reclamos de la clase dominante en los pactos de octubre, que había que desenmascarar –como hemos venido haciendo consecuentemente y desde hace mucho desde la LORCI-, no había ninguna posibilidad de que votar por el rechazo, caballito de batalla de neoliberales, autonomistas y clericales proimperialistas, pudiera transformarse en una consigna progresiva. Es una mentira o un delirio insostenibles creer que el voto negativo del 25 de enero reflejó alguna forma de diferenciación progresiva frente al MAS y su CPE.

Mientras la burocracia de la COB , la COR El Alto y otros sectores sindicales, cerraron filas con el gobierno e hicieron campaña por el sí, algunos sectores de la izquierda sindical, como la COD-Oruro y otros, se resistieron a plegarse al oficialismo pero también, buscaron desmarcarse de la derecha que predicaba el no.

En estas condiciones, la única, restringida, posibilidad de plantear una posición de clase, para alentar una diferenciación progresiva, era la opción del voto nulo o blanco. Es por eso que desde la LOR-CI, llamamos a que "El 25 de enero, no vote con los "cívicos" y neoliberales por el no ni le dé el sí al gobierno que concerta con los empresarios, los terratenientes y las transnacionales. No vote por una Constitución hecha para enterrar la "Agenda de Octubre". Voto en blanco, nulo o abstención" (declaración del 12 de enero). Podemos mencionar que el POR levantó una consigna similar, aunque con una argumentación propagandista y sectaria que no compartimos.

Creemos que nuestra posición ha sido ampliamente confirmada por los hecho del 25 y posteriores días.

La LITCI no sabe donde ponerse…

Llaman la atención los argumentos esgrimidos por la LITCI y el PO para justificar su posición.

Según la LITCI, que el 10 de agosto había llamado a votar por el sí en el referéndum revocatorio donde se plebiscitó al gobierno y su "proceso de cambio", ahora da un giro de 180ª. Según ellos (Declaración en la página web de la LIT), ocurre que "la incorporación de las principales exigencias de la media luna fascista cambió el contenido del texto constitucional y representó una traición del gobierno de Evo a las esperanzas de las bases." ¿Quieren decir que si se hubiera mantenido el texto anterior, ése hubiera sido progresivo y habrían llamado a votar por él?

La LITCI dice que para "Derrotar el acuerdo plasmado en la Constitución. ¡Vote NO!" Pero el NO es sólo la otra cara del mecanismo de legitimación electoral de los consensos alcanzados en octubre y que viabilizaron el referéndum, no representa la ruptura con los mismos sino que lleva agua al molino de la oposición para seguir negociando en torno al diseño final del régimen.

La LITCI llega a afirmar que en "en la situación actual, un voto nulo o abstención es un centrismo que no demuestra claramente el retroceso que significa este texto constitucional." El centrismo radica en caer en la trampa de elegir entre las dos variantes que ofrece el régimen - sí o no-, en lugar de buscar cómo expresar una perspectiva independiente, de clase, frente al reformismo masista y la oposición conservadora también en el restringido y pseudo democrático terreno del referéndum. En todo caso, harían bien en "no mentar la soga en casa del ahorcado", el centrismo es de la LITCI y se expresa en su incapacidad de sostener consecuentemente una posición obrera independiente ante los principales hechos de la realidad latinoamericana, sea en el referéndum de diciembre de 2007 en Venezuela, donde a votar NO coincidiendo lamentablemente en su voto con los "escuálidos", sea ante el proceso político en Bolivia.

El Partido Obrero, tampoco

Por su parte, PO, que también llamar a votar por Evo en anteriores ocasiones, en una muestra de "apoyo crítico", llamó a condenar la "constitución evo-derechista" votando por el NO (ver Prensa Obrera n° 1070), igual que los morenistas que tanto critica.

Para justificarse, tuvo que repintar a su gusto la coyuntura política boliviana, afirmando que "la burguesía boliviana vota Sí y hasta la Iglesia católica publicó un documento con "diez puntos a favor" y "diez en contra" de la nueva Constitución, con lo cual sugiere votar por la positiva". ¡Qué delirio imaginativo! Cualquiera que camine por La Paz o las calles de cualquier otra ciudad boliviana se da cuenta de que la burguesía, si bien apoyó el pacto congresal del 28 de octubre y viabilizó el referéndum, no llamó a votar por el sí sino que mayoritariamente apoyó el NO. Por otra parte, es evidentísimo que la Iglesia tampoco llamó a votar afirmativamente sino que hizo activa campaña en contra de la CPE. El propio documento en que se basan los compañeros "insinúa" claramente votar por NO, en el estilo sibilino habitual en los curas. También se equivocó PO al afirmar que "una franja importante de la derecha desconocerá la convocatoria de los "cívicos" y votará por el Sí, como lo plantean los sectores más importantes de la burguesía. Al mismo tiempo, una porción de votantes oficialistas muy posiblemente se abstendrá". El nivel de votación estuvo entre los menores históricamente y el mayor voto por el NO expresa principalmente el giro conservador de los sectores medios urbanos.

Como PO olfatea que algo no anda bien en su creativa interpretación de los hechos, se cubre afirmando que: "los "cívicos" convocan a votar No y hasta acuden a actos de fuerza contra la nueva Constitución por una simple necesidad política." Aunque muestra las cosas como si Evo, Costas y Cossio se hubieran repartido los papeles a representar en una obra de teatro, al final el articulista de Prensa Obrera debe reconocer que al menos no toda la burguesía "votará por el sí".

Los amigos de PO en La Paz no quisieron quedar mal con nadie

Es curioso, casi divertido, que al mismo tiempo que PO llamaba a votar no desde Prensa Obrera, el pequeño núcleo de simpatizantes de PO-CRCI en La Paz, que firman como AMR, se pronunciaron primero por la abstención: "La Agrupación Marxista Revolucionaria (AMR) convoca a la abstención, a no votar, y a movilizarse contra la derecha y contra el texto constitucional derechista." (La Paz, 4 de enero de 2009). Al parecer siguiendo el mismo giro en PO difundieron luego el llamado al NO, sin decir nada de su anterior posición, y entre tanto, distribuyeron por mail y sin crítica ni comentario alguno la declaración de la burocracia de la Confederación de fabriles (que asesoran), claramente favorable al MAS y que "insinúa" votar por sí afirmando que "la NCPE, constitucionaliza algunos derechos ya conquistados por nuestra lucha" y que "los trabajadores industriales, enfrentados nuevamente contra los enemigos de la patria, en defensa de los recursos naturales, en defensa de las empresas y del aparato productivo, por la dignidad nacional y por nuestros derechos sociales y laborales, acompañaremos esta coyuntura". Definitivamente, la AMR como siempre, no quiso quedar mal con nadie…

El PO y la LITCI "coincidieron" entre ellos en ceder al escenario del referéndum, para peor, "coincidiendo" en las urnas con la oposición derechista, mal que les pese. Por el camino de estas "geniales tácticas" no se ayuda a fortalecer un polo por la independencia de clase, independiente tanto del gobierno como de la oposición burguesa. Sería bueno que los militantes de ambas corrientes reflexionaran sobre esto.









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