Recorte al presupuesto en salud Ataque a trabajadores y derechohabientes
30 Mar 2015
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Recorte al presupuesto en salud
Ataque a trabajadores y derechohabientes
Áreas de capacitación laboral, la construcción o ampliación de clínicas y hospitales, serán las primeras áreas afectadas con el recorte de 10 mil millones de pesos al presupuesto federal para la Secretaría de Salud.
Sandra Romero
El recorte presupuestal a la Secretaría de Salud (Ssa) será de 10 mil millones de pesos, una política impulsada por el gobierno de Peña Nieto, y aplicada por la secretaria del sector, Mercedes Juan López, quien además es punta de lanza de todas las reformas implementadas actualmente contra el sector.
Sabemos que Juan López, está contra los trabajadores y por ello el plan de “profesionalización” que pretende imponer paulatinamente en los estados, mientras desaparece áreas de intendencia en varios hospitales, lo que lanza a la terciarización a miles de trabajadores.
Además ha desconocido constantemente la lucha de las enfermeras, mientras avala la represión cotidiana.
Las implicaciones inmediatas del recorte
Ahora Mercedes Juan es impulsora del recorte a la salud y ha dicho que la prioridad de su administración serán los proyectos ya iniciados y que el gobierno no iniciará ninguna construcción hospitalaria, por fuera de las contrataciones laborales reales que tendrá el sector, pues “no contaremos con nuevas plazas por el momento”.
Su política patronal es muy similar a la que emplean miles de empresas privadas en México, pues los recortes al presupuesto se sostienen sobre los recortes de personal, la cancelación de las contrataciones y topes salariales.
Los trabajadores de la salud denunciamos hace años la profundización de los planes de privatización del gobierno y la Ssa y sus implicaciones, como el abandono al sector y la explotación de sus trabajadores. Al mismo tiempo que los pacientes sufren las consecuencias de la saturación, no contamos con el equipo necesario y el que hay es insuficiente, está descompuesto o es obsoleto, faltan insumos, etc.
Juan López además sugiere que, para “ser más eficientes en el gasto” ante el recorte, cada unidad deberá aportar su “granito de arena”. Esto también forma parte de la clásica “cultura” patronal, donde el sacrificio siempre debe venir de los trabajadores, pero nunca del gobierno. Esto se suma a las reformas en el IMSS e ISSSTE, que nos aumentaron la edad de jubilación.
Es el cinismo de la clase dominante, como la familia Peña, que ostenta sus riquezas como la Casa blanca, mientras millones de pacientes padecen la austeridad impuesta.
También se anunció que entre las áreas no esenciales se encuentran las de capacitación, donde vendrán recortes, reducción de gastos en talleres, seminarios, congresos para trabajadores, este es su “plan” de “profesionalización”.
Al mismo tiempo que se privatiza y recorta el presupuesto a la salud, avanzan las reformas, se sanciona a cientos de trabajadores en sus derechos políticos sindicales por luchar, se congelan las plazas y se abandona al sector.
Es necesario redoblar la lucha en el sector
Ante este nuevo recorte, es necesario fortalecer la lucha de los trabajadores de la salud, como el sector de enfermería, que salimos a las calles recientemente, pero además llamar a todo el gremio en una lucha conjunta que exija en primer lugar el aumento al presupuesto a la salud y no su recorte, y el cese de todos los planes en curso, como la “profesionalización” y desaparición de intendencia.
Junto a esto, es necesario reorganizarnos en oposición a las direcciones sindicales priistas, que son las que imponen las sanciones a los trabajadores inconformes o que se movilizan. Miles son los trabajadores en el sector sancionados en sus derechos políticos sindicales o rescindidos. Abajo todas las sanciones.
También es necesario desarrollar la solidaridad de los derechohabientes con nuestra causa, que es la suya también, al mismo tiempo de incorporar a los estudiantes de las áreas de la salud que se han sumado a esta lucha.
Los trabajadores de la salud del MTS consideramos que el actual ataque privatizador, debe plantearnos la reflexión de cómo frenar al gobierno definitivamente, en sus planes que ha implementado por décadas.
Para ello es necesario luchar por la renacionalización de los servicios de salud subrogados, algunos hace más de una década, como hemodiálisis, que implica exorbitantes cantidades otorgados a servidores privados, que tan sólo en esta área representa más de 4 mil millones de pesos en contratos trianuales (una quinta parte del gasto del IMSS en insumos y medicamentos). De la misma forma funcionan muchos otros servicios como el abasto de combustible que causó la explosión del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa. Estos servicios deben pasar a manos de los trabajadores y acabar con este desvío de recursos.
Por la nacionalización de la industria farmacéutica en manos de los laboratorios transnacionales.
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