MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

El pasado mes de noviembre de 2008 el presidente de PBG, Eric Foss, anunció el recorte de 3150 empleados a nivel mundial, donde a México le tocaría una cuota de 2200 plazas, el cierre de dos plantas de producción, la desaparición de 30 centros de distribución y la absorción de 700 rutas de reparto, esto principalmente en lo que a sus marcas de bebidas se refiere, Pepsi y Electropura.

El argumento: «la perdida de utilidad». Nada más falso, pues Pepsi a nivel bebidas de sabores hoy cuenta con una participación del 60% del mercado mexicano; y qué decir de Electropura, marca líder en venta de agua embotellada, que genera un margen de ganancia del 5 0 %. Aún con la perdida de participación del mercado, no deja de ser una de las empresas más rentables de PBG.

Esta noticia generó gran inestabilidad al interior de los centros de trabajo, pues rápidamente se extendió a la población obrera. Esto llevo a que PBG decidiera aplazar la ejecución del plan de reducción de costos. Así fue como una acción que se aplicaría en un solo momento, terminó ejecutándose de forma selectiva, aislada y con total discreción, logrando contener, por ahora, la organización de los trabajadores que,
molestos por esta medida, intentábamos reaccionar.

Fue entonces el 26/01 cuando se anunció la fusión de las áreas de apoyo (Recursos Humanos, Distribución, Flota, Almacén, Finanzas, etc.) entre Pepsi y Electropura, eliminando una parte importante de los costos administrativos y a nivel operativo. Fue el 30/01 que se aplicaron alrededor de 600 bajas sólo en Electropu-ra Valle de México, junto con la eliminación de 48 rutas de distribución. Aún está pendiente el cierre de los centros de distribución y la eliminación de más rutas, lo que significa más despidos y más carga de trabajo para los que se quedan.

En todo el mundo hay empresas como PBG que, no satisfechas con la sobre-explotación que practican, se aprovechan de la situación de crisis para imple-mentar medidas laborales en contra de los intereses de los trabajadores, con el fin de mantener las altos márgenes de utilidad que lograron en 2008. Está en manos de nosotros los trabajadores no permitirlo y frenar esas aspiraciones patronales mediante nuestra organización y lucha por nuestra dignidad y nuestros derechos.