Entre el rescate y la resistencia a los nuevos ajustes
Se profundiza la crisis en el Estado español
31 Jul 2012 | Durante los últimos días, la crisis económica viene desarrollándose de forma acelerada en la Eurozona. La profunda inestabilidad en España que devino el epicentro de la crisis, contribuyó a profundizar la crítica situación de Italia que está pagando por obtener fondos en el mercado de capitales un interés cercano al español.
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De no mediar una intervención del Banco Central Europeo a la que Alemania por ahora se opone, esta situación plantea la posibilidad, de que España y también Italia se vean obligadas a acceder a un “rescate” al mejor estilo de Grecia, Irlanda y Portugal.
Por si todo esto fuera poco, la denominada “Troica” –FMI, Comisión Europea y BCE-, habría reconocido que Grecia necesita una segunda restructuración de su deuda, cuestión que habilitó nuevamente todo tipo de especulaciones acerca de la permanencia de Grecia en la zona.
Pero esto no es todo: la calificadora Moody’s le rebajó la nota a la deuda alemana dada la gran exposición de sus bancos a los títulos de deuda soberana española e italiana.
A su vez el índice que da cuenta del crecimiento del sector manufacturero y de servicios de Alemania, que venía siendo uno de los pocos factores de fortaleza de la zona, cayó este mes con respecto al mes pasado, aportando otro elemento crítico a la situación.
A continuación publicamos extractos del artículo de Clase contra Clase del Estado español sobre la crisis y las movilizaciones del 19 de julio.
Rescate del rescate
por Guillermo Ferrari, CcC
En las últimas semanas los especuladores del mercado están presionando fuertemente contra la deuda española con las tasas más elevadas desde la constitución del Euro. Alemania aprovecha la situación para financiarse a bajo coste y para apretar aún más con el “rescate bancario”.Sin embargo, todo el continente está en el ojo del huracán.
El Estado español es el eslabón más débil de la cadena europea y amenaza con llevarse por delante a Italia y Francia. Este momento de la crisis es mucho más profundo que el de los rescates producidos en Grecia, Portugal o Irlanda. Sin embargo, el peso específico hispano e italiano no hace posible ningún rescate similar.
Ni tampoco es claro que las burguesías española e italiana se dejen auditar de la misma manera por la Troika. Se está poniendo en cuestión el proyecto más importante de las burguesías imperialistas europeas en la posguerra: la Unión Europea y la moneda única.
El tira y afloje entre la burguesía central y las periféricas, por la torta del Estado español, ha llegado a su punto más alto en estos momentos. Atenazadas por el Gobierno Central y la grave crisis de la especulación inmobiliaria, Valencia, Murcia y Cataluña, han pedido el “rescate” del “rescate”. Y, ya hay más Comunidades en la fila.
No es casualidad que la primeras comunidades en pedir “ayuda” fuesen de la costa mediterránea, puesto que fue el epicentro de toda la burbuja inmobiliaria de los últimos 15 años.
Estamos asistiendo a fuertes disputas para ver qué burguesía sale fortalecida de la crisis. El régimen reaccionario del ’78 tremola y está por verse si es capaz de resistir la peor crisis en años.
Todo esto es producto de las políticas de austeridad que desde la UE y el FMI se predican como solución a la crisis. En Grecia y Portugal ya han realizado todos los recortes habidos y por haber y han recibido el “rescate”. Sin embargo, sus economías están hundidas y amplios sectores sociales están siendo castigados por las políticas de la burguesía. España que está haciendo el mismo camino de ajustes también profundizará su recesión como ya vaticinan los “gurúes” del FMI. Y el sufrimiento de las masas laboriosas continuará creciendo.
Lo que está por verse es si la clase obrera podrá sobreponerse a esta situación, superar a sus direcciones conciliadoras y dar una respuesta que haga temblar al sistema capitalista. Las movilizaciones del 19J son un primer paso en este camino que se necesita profundizar.
Clamor en las calles contra el Gobierno el 19J
Una multitud de centenares de miles abarrotó más de 80 ciudades en todo el Estado. En Madrid y en Barcelona las masas abarrotaron el centro, y en las comunidades valenciana y andaluza la concurrencia fue altísima. Un clamor surgió de las mismas pidiendo la dimisión del Gobierno y acabar con los graves ajustes.
Por primera vez en muchos años los sindicatos más importantes han convocado una acción unitaria en todo el país: CCOO, UGT, USO, CGT, Intersindical y CSI-F. Y aseguran que continuarán en julio y agosto. Los dirigentes sindicales que convocaron de urgencia estas manifestaciones aún no han puesto fecha a la imprescindible Huelga General, aunque hablan de setiembre.
En Nafarroa y Euskadi los sindicatos vascos, ELA y LAB, junto a otros sindicatos sectoriales y organizaciones sociales, ya han convocado una huelga general para el 26 de setiembre. Los trabajadores y el pueblo han demostrado con creces la voluntad de acabar con los durísimos ajustes, de golpear a este Gobierno antiobrero.
Lo hicieron contra los ajustes de Rajoy el 19J y con la huelga del 29M y, también, contra Zapatero, con la huelga general de 29S. El sábado 21, algunos miles de parados han confluido en Madrid con varias columnas procedentes de todos los puntos cardinales.
Los bomberos de Madrid están definiendo más jornadas de lucha. Y esto es solo el principio. Un párrafo aparte merecen las delegaciones de los sindicatos policiales que asistieron a las manifestaciones.
Los compañeros de Clase contra Clase creemos que no se puede defender a la policía que defiende las instituciones burguesas, el orden reaccionario y la Constitución antidemócratica que nos somete tanto en derechos nacionales, como en los derechos sociales y laborales.
No hay nada progresivo en el accionar policial, y mucho menos en la represión como la que ejercieron en Madrid y Barcelona el 19J y en las Huelga generales realizadas. Si la burguesía recorta el presupuesto de su propio aparato represivo, nosotros no lo defenderemos.
Los días previos
En las semanas previas la marcha minera venía calentando el ambiente. Incluso tuvieron que bajar los jefes de los dos sindicatos mayoritarios a la misma. Cuando las columnas mineras llegaron a Madrid recibieron un enorme baño de masas que sería la envidia de cualquier dirigente político español. Su llegada a la Capital desencadenó y el terrible ajuste dictaminado por el Gobierno de Rajoy, desencadenaron una seguidilla de manifestaciones de funcionarios públicos que culminaron con las manifestaciones del 19J.
En Barcelona también los funcionarios salieron espontáneamente contra el ajuste. Los trabajadores de la televisión valenciana iniciaron una serie de medidas ante el anuncio del despido del 75% de la plantilla. Y así hay muchos trabajadores de empresas en lucha.
Plan de lucha hasta acabar con los recortes y el Gobierno
Si hasta ahora todos los recortes y ajustes han avanzado, no es por la falta de combatividad obrera. Todo lo contrario, son los dirigentes quienes no están a la altura del ataque de la patronal y el Gobierno. El problema es que entre huelga y huelga, los dirigentes de CCOO y UGT llaman al Gobierno a negociar. Sin embargo, éste ha dado sobradas muestras que va a continuar con los recortes.
Y así se diluyen las fuerzas de los trabajadores. Los diversos conflictos que hay por los recortes o la reforma laboral están quedando aislados puesto que los grandes sindicatos no han convocado ninguna medida de lucha para unificarlas y darles proyección en todo el Estado.
Ya han dejado perder las fuerzas de la huelga general de 2010, y lo mismo han hecho con la del 29M. Es necesario que las luchas tengan continuidad y que le pongan fecha a la Huelga General y a un plan de lucha hasta acabar con todos los recortes y que unifique todos los reclamos de las luchas en curso.
No se puede negociar ningún recorte ni pérdida de puestos de trabajo. No hay diálogo posible con el Gobierno. Los sindicatos y activistas combativos pueden jugar un rol importante para organizar por abajo la lucha efectiva contra todos los recortes y la oposición al Gobierno.
Convocar asambleas en los lugares de trabajo para que voten y organicen todas las medidas necesarias para derrotar los ajustes y al Gobierno de la derecha. Es necesario que los sectores combativos tengan una línea diferente a los dirigentes sindicales que hasta ahora han llamado a negociar a Rajoy. Es necesario que la clase obrera se ponga de pie en todo el Estado para derribar los recortes y este Gobierno hambreador.
Versión completa en clasecontraclase.org
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