Por Sofia Andrade, corresponsal especial de Pan y Rosas México, desde la frontera haitiana-dominicana
Tanto en Chile como en Haití, la respuesta oficial es la represión
04 Mar 2010
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Batey 8, Barahona, Rep. Dominicana.- A más de 50 días de ocurrido el sismo en Haití, organizaciones independientes deben lidiar entre la creciente escasez de recursos y las necesidades aún inmediatas de la población haitiana.
“La fase de emergencia no ha sido en su totalidad resuelta. Todavía la gente sigue careciendo de alimento, de cobijo, de medicamentos… hay muchas precariedades.
Nosotros estamos llevando ayuda y brigadas médicas, pero al mismo tiempo haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para que la población retome la dinámica de su situación en sus propias manos”, señala Beneco Enecia, Director de CEDESO- Centro de Desarrollo Sostenible, organización que trabaja en los bateyes fronterizos en República Dominicana.
El proceso de reconstrucción es impensable sin el sustento femenino ya que, en su mayoría, los hogares ya eran sostenidos por mujeres y hoy son ellas quienes deben hacer funcionar los albergues con ínfimos recursos.
“Nosotros hemos trabajado directamente con ellas, porque conocen a la comunidad y saben de sus necesidades específicas” señala Beneco.
“La presencia de los militares, tanto de los Estados Unidos como los de la Minustah, yo creo que es negativa, y obedece a que se ha querido vender la idea de que Haití es un pueblo violento. Yo creo que no es así. Lo que hay es una explosión de la sociedad como consecuencia de tantos años de carencias, pero la respuesta no debió ser así, no debieron enviar militares, porque la forma de convencer al pueblo haitiano no es con la bayoneta. Haití expresó que no quería militares”.
Beneco, compara la situación haitiana con la respuesta del gobierno chileno ante el sismo que sacudió a la nación andina el pasado 1 de marzo:
“Es la misma respuesta militarista que tienen en los gobiernos, basados en su enfoque de represión, pues como no son capaces de satisfacer las necesidades de la población aprovechan estas situaciones para buscar acallar al pueblo mediante la fuerza.
Y yo pienso que no debe ser así. Fortaleciendo redes sociales de cada comunidad las cosas se hacen bien, pero con los militares no.
*Los Bateyes son las comunidades de migrantes haitianos que se establecieron desde el siglo pasado cerca de los ingenios azucareros.
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