Los trabajadores y la juventud combativa necesitamos...
Una alternativa de clase, socialista y revolucionaria
29 Oct 2011
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Mientras los partidos y candidatos patronales se preparan para la rebatinga por el poder en las próximas elecciones presidenciales, los trabajadores y la juventud vivimos, día a día, las duras consecuencias del capitalismo.
Desempleo, salarios de hambre, inflación, mientras que las fuerzas armadas en las calles –actuando como un verdadero ejército de ocupación–, avasallan los derechos y las libertades más elementales, asesinan trabajadores, violan mujeres, apresan arbitrariamente a jóvenes. Los partidos como el PRI y el PAN están al servicio de los imperialistas y sus socios nativos; en los últimos días Beltrones y Peña Nieto volvieron a mostrar su rostro neoliberal, ofreciendo a los conquistadores extranjeros la principal “joya” de nuestro país: Pemex.
El PRD, por su parte, a pesar de su discurso opositor, allí donde ha sido gobierno ha administrado los negocios capitalistas y preservado las instituciones; lo hizo hace años AMLO –cuando favoreció los negocios de Slim en el DF–, y lo hace ahora Ebrard, “arreglado” con las grandes empresas constructoras. Ante la creciente ofensiva de los capitalistas y el rol nefasto de estos partidos defensores de los patrones, los trabajadores necesitamos una organización política que defienda nuestros intereses y que luche por nuestras demandas, con independencia de los partidos del Congreso.
Por una alternativa independiente para los trabajadores
Pero, lejos de eso, las direcciones sindicales que se reclaman opositoras –como los líderes de la Unión Nacional de Trabajadores–, se alistan a negociar su apoyo electoral a los candidatos del PRI o del PRD. Con la excusa de sacar al odiado PAN de los Pinos, quieren que seamos comparsa de candidatos que mantendrán y redoblarán la explotación capitalista en fábricas y centros de trabajo. Incluso organizaciones como el SME, que impulsan la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores (OPPT), coquetean un día con el antiobrero y represor PRI y otro día con los precandidatos del PRD.
La dirección electricista, si quisiera impulsar una herramienta de los trabajadores, tiene que pronunciarse por la independencia política de la OPPT, que pasa, en primer lugar, por un posicionamiento alternativo respecto a los candidatos del PRI, el PAN y el PRD/MORENA; y presentar esa postura en la reunión que, en febrero próximo, definirá el rumbo de la OPPT hacia julio del 2012. Eso permitiría aglutinar a sectores obreros (como la CNTE) y de la juventud tras una acción independiente en las elecciones, y podría expresarse en una campaña activa y una candidatura sin registro de las organizaciones obreras y populares.
Sería un polo de referencia para los que resisten y un gran paso adelante en el camino de la independencia de clase; sentando además las bases para que la OPPT pudiese ser un verdadero partido de trabajadores basado en la democracia obrera, y no el aliado de políticos y partidos burgueses “opositores” o “progresistas”. Ese posicionamiento independiente debería ir acompañado de una política y un programa que haga eje en la movilización callejera, en el paro general y en la desconfianza en las instituciones del régimen político. De esa forma, el movimiento obrero comenzaría a revertir los efectos de la derrota sufrida con la liquidación de LyFC, recobrando las fuerzas y la moral para rodear de solidaridad las luchas en curso, como las que está dando el magisterio de Guerrero.
Una perspectiva socialista y revolucionaria
Desde la LTS hemos bregado por impulsar todo paso hacia la independencia de clase; por eso continuamos llamando a que las organizaciones obreras rompan toda subordinación a los candidatos patronales y que la OPPT se pronuncie claramente en ese sentido.
Consideramos fundamental que los trabajadores cuenten con una herramienta política que defienda sus intereses; abiertamente decimos que la mejor forma para lograrlo es asumiendo una perspectiva socialista y revolucionaria, de lucha intransigente contra el capital, sus partidos y sus instituciones.
Por eso creemos que hay que tomar el ejemplo de los jóvenes y trabajadores del mundo árabe, de Grecia y de Chile, que salen a las calles a luchar contra los planes de sus gobiernos, o de los indignados que se levantan contra los símbolos de este sistema capitalista. Pero decimos que hay que ir más allá, luchando por acabar, de una vez por todas, con este orden de explotación y miseria.
Frente a la barbarie del capital, la militarización y la opresión que se abate sobre nuestras espaldas, la única salida realista es imponer un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre, con una política que ataque a los grandes capitalistas y busque sus aliados en los pueblos latinoamericanos y en la clase trabajadora y los millones de migrantes pobres en Estados Unidos y Canadá.
Una salida favorable para las grandes mayorías del campo y la ciudad sólo puede venir de una república obrera, basada en la expropiación de los patrones y las transnacionales, en la ruptura de las cadenas que nos atan al imperialismo, y en atacar la barbarie capitalista expresada tanto en la militarización como en la salvaje narcoguerra.
Sólo así, frente a la “democracia para ricos” que hoy impera, podrá instalarse un sistema basado en organismos de democracia directa, en la planificación democrática de la economía y de todas las decisiones políticas y sociales.
Esa es la perspectiva de la LTS. En torno a ella queremos construir una gran organización revolucionaria en México, como parte indisoluble de la construcción de un partido mundial de la revolución socialista. Es desde ese ángulo que intervenimos en el movimiento estudiantil, en los sindicatos y en el movimiento feminista, así como participamos en las luchas cotidianas y en agrupaciones comunes, junto a trabajadores clasistas, a estudiantes de izquierda y a mujeres anticapitalistas.
Lo hacemos en el ánimo de aportar a la emergencia de una nueva generación combativa y de dar pasos firmes, haciendo una experiencia en común, para construir la organización revolucionaria que se requiere ante los combates de clase que se avecinan en México.
Una organización que lance un grito de guerra contra la crisis capitalista y sus efectos devastadores sobre los trabajadores y la juventud; que se levante con decisión combatiente contra la barbarie de la militarización y los asesinatos de jóvenes, mujeres y trabajadores; que defienda hasta el final y radicalmente las libertades democráticas y que ponga todas sus fuerzas al servicio del triunfo de las luchas obreras y juveniles y para poner un “¡hasta aquí!” a los planes capitalistas. Invitamos a tod@s aquellas compañeras y compañeros con los que estamos participando y actuando en común en las escuelas, universidades y centros de trabajo, a discutir la estrategia y el programa del marxismo, así como a sumarse a la tarea de construir dicha organización revolucionaria.
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