Una trampa electoral en marcha

26 Apr 2015   |   comentários

Una trampa electoral en marcha

El 5 de abril inició oficialmente la campaña electoral y el bombardeo de spots por parte de los diez partidos con registro. Está en funcionamiento la maquinaria electoral del PRI, PAN, PRD y los demás partidos, que intentan convencer al pueblo trabajador de concurrir a las urnas, pretendiendo hacernos creer que votando por los mismos cambiará algo a favor de las grandes mayorías. El conjunto de la clase política -incluidos quienes se postulan como “opositores”- están muy preocupados por lograr el objetivo del proceso electoral: una alta participación ciudadana que avale a alguna de las “opciones” en curso y sirva para relegitimar a las desprestigiadas instituciones.

A partir de la masacre de Iguala y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el carácter degradado y bárbaro del régimen político comenzó a evidenciarse ante millones, como se expresó en muchas de las consignas y demandas que se escucharon en las calles de todo el país: ¡Fue el Estado! y ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Mientras los de arriba fomentaban la ilusión en una supuesta “transición a la democracia” que beneficiaría a la población, desde el año pasado se hizo oír con más fuerza el hartazgo y el repudio a las instituciones responsables del saqueo y la entrega al imperialismo de nuestros recursos naturales; de las reaccionarias reformas del Pacto por México; y de los cientos de miles de torturados, asesinados, desaparecidos y desplazados en todo el país.

Hoy, después de que quiso imponer su “verdad histórica” sobre Ayotzinapa y comprar a los padres de familia (lo que fue repudiado y resistido por éstos), el gobierno requiere recuperar la estabilidad política y la credibilidad en la “democracia” mexicana en crisis. Para continuar, después de las elecciones, con los planes ordenados por Washington y la clase dominante, como son las reformas al Artículo 123, los despidos a los trabajadores petroleros y las nuevas leyes represivas. De hecho, los partidos en el Congreso ya están pactando una agenda “fast track” para aprobar nuevas leyes contra los trabajadores y el pueblo.

Con las elecciones de junio intentan desviar el descontento obrero y popular. Se trata de una gran trampa para los trabajadores y la juventud que debemos enfrentar.

La abstención y el voto nulo: el temor de los de arriba

En días recientes, el Instituto Nacional Electoral (INE) anunció que, a pesar del reclamo de los padres de familia de los 43, las elecciones se realizarán en Guerrero. El gobierno sigue militarizando la entidad para enfrentar a los sectores populares que se organizan para repudiar activamente la trampa electoral. El INE, controlado por el PRI -al servicio de un sistema electoral antidemocrático en el que los partidos patronales reciben cuantiosos recursos y se le niega el registro a organizaciones obreras y de izquierda-, es el principal garante de la trampa del 7 de junio.

El gobierno lanzó una costosa campaña publicitaria para promover el voto, especialmente orientada a la juventud, que es donde más creció la tendencia a repudiar el proceso electoral.

Por su parte, López Obrador acusa a quienes llaman a la abstención, el voto nulo o el boicot (como los padres y madres de los 43) de favorecer al PRI.

A pesar de la confianza que muchos trabajadores y jóvenes tienen en AMLO como opositor a la “mafia en el poder”, éste busca fortalecer a las instituciones, fomentando la ilusión de que el Congreso de la Unión, corrupto y proimperialista, puede cambiar con nuestro voto. Pero este régimen asesino es irreformable; no luchar abiertamente contra él y pretender reformarlo sólo ayuda a sostener a las instituciones responsables de la opresión y explotación de millones.

Surgen nuevas luchas

Mientras los partidos del Congreso buscan generar un clima de “normalidad” institucional para las elecciones -como si no hubiera militarización, desaparecidos, carestía de la vida, devaluación del peso, repudio a Peña Nieto y su gobierno, etc.-, se comienzan a manifestar reclamos de distintos sectores de trabajadores del campo y la ciudad.

El ejemplo más contundente es la rebelión de los jornaleros de San Quintín, quienes con su pliego de demandas desnudaron ante millones las condiciones de súper explotación -resultado de la dominación imperialista- en que viven los trabajadores del campo y sus familias.

A la par han surgido otras luchas obreras, como la de varios sindicatos contra las modificaciones al Apartado B del Artículo 123; la de los trabajadores de la trasnacional Triumph Group de Zacatecas, que ocuparon la fábrica; o el enfrentamiento de la población y los mineros de Cananea con el gobierno.

Estas luchas, de profundizarse y unificarse con quienes se movilizan por la aparición con vida de los 43 normalistas, podrían amenazar la estabilidad reaccionaria que el gobierno y el Congreso quieren imponer. Ante eso, es fundamental la coordinación de las luchas, propuesta que desde el MTS hacemos a la Convención Nacional Popular y a las organizaciones obreras que se reclaman opositoras, como la Nueva Central de Trabajadores.

Este 1° de mayo es fundamental que se exprese en las calles, tras un programa y una política como la que planteamos en Tribuna Socialista, la unidad de los distintos sectores en lucha contra el gobierno y el régimen político.

Frente a la trampa electoral debemos impulsar la movilización en las calles. Desde el MTS proponemos un amplio movimiento militante para anular el voto, escribiendo en la boleta: ¡Faltan 43! Llamamos a los sectores que están denunciando la trampa electoral a coordinarnos. Una política independiente de los partidos del Congreso sería un gran paso adelante en el camino de re impulsar la movilización, encabezada por los trabajadores de la ciudad y del campo, contra esta democracia asesina del PRI, PAN y PRD, al servicio del imperialismo y los patrones. Debemos ser millones los que este 7 de junio repudiemos la trampa electoral.









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