Los migrantes centroamericanos, un infierno su paso por México
12 May 2014 | No existen cifras oficiales sobre el número de migrantes centroamericanos que mueren o resultan mutilados en los accidentes de su ruta hacia Estados Unidos. Conteos conservadores señalan que unos 150 mil cruzan cada año por territorio mexicano con el sueño de encontrar una vida mejor en la Unión Americana.
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Sofía Andrade
Su paso por México se ha convertido en un infierno, pues además de los peligros de viajar a bordo del siniestro tren ‘La Bestia’ y los cárteles de la droga, son vejados, humillados, agredidos, violados, secuestrados o asesinados en el trayecto.
Decenas de organizaciones han documentado que las mujeres son violadas y secuestradas para utilizarlas en la trata como esclavas sexuales. Otros simplemente están con carácter de “desaparecidos”.
El 30 de abril, casi 300 centroamericanos fueron violentamente detenidos en Tabasco. El caso desató las alertas de organismos de Derechos Humanos. Sin embargo, el gobierno local afirmó que los indocumentados son “un asunto” del gobierno federal y que en la entidad “la ayuda humanitaria es permanente siempre y cuando no sea algo que se instaure como una constante”.
En semanas previas, un grupo de 15 migrantes mutilados (en representación de 450 más) viajó de San Pedro Sula (Honduras) a México con el objetivo de solicitar al gobierno federal visas de tránsito para mitigar los riesgos. Fueron ignorados.
Para los gobiernos estatales y federal mexicanos los migrantes centroamericanos son una plaga que deben extinguir para agradar a sus socios en Estados Unidos. Como otra forma de subordinación al imperialismo estadounidense, se han endurecido las medidas de control contra la migración proveniente del sur para evitar los reclamos desde Washington por no impedir desde antes la llegada de indocumentados a territorio gringo.
“Guerra” contra el narco aumentó peligros
Con la estrategia federal del supuesto combate al narcotráfico, implementada en 2007 por Felipe Calderón se expuso a mayores peligros a los centroamericanos que buscan el “sueño americano”.
Creció el negocio masivo como la extorsión y el secuestro de migrantes, pues por la misma ruta operan los cárteles de la droga que establecieron cuotas de entre 100 y 500 dólares para evitar ser lanzados de ‘La Bestia’. También existen casas de seguridad a donde llevan a los migrantes secuestrados, para pedir rescate a sus familias en Estados Unidos. Esa brutal realidad se desnudó en 2011 con el caso de 72 migrantes hallados muertos en San Fernando, Tamaulipas.
A pesar de todos los riegos, la migración centroamericana se mantiene por las extremas condiciones de pobreza y marginación en que viven en sus países de origen.
Diversas caravanas de migrantes y de familiares de desaparecidos se han organizado para exigir seguridad y libre tránsito por México. A su paso, la solidaridad de los pobladores no falta, a pesar de que se trata de algunas de las comunidades más pobres del país.
Sin embargo, para que ese reclamo tome mayor fuerza es necesario que los trabajadores mexicanos (principalmente los sindicalizados con representación en el Sur del país) expresen su solidaridad al incorporar en las demandas de lucha plenos derechos políticos, sociales y sindicales para los migrantes y libertad de tránsito para nuestros hermanos centroamericanos. Es necesario impulsar junto a ellos la desaparición del INM y castigo para todos los funcionarios que han incurrido en vejaciones contra los migrantes.
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