A un año de su asesinato, Angélica Trinidad continua sin obtener justicia

24 Nov 2015   |   comentários

El pasado 15 de noviembre de 2014 fue asesinada Angélica Trinidad Romero en las instalaciones de Liverpool Perisur durante el “Buen Fin”, y después de un año los directivos de Liverpool siguen sin ser castigados por el encubrimiento y asesinato de la joven trabajadora y madre.

Este fin de semana se llevó a cabo nuevamente el “Buen Fin”, escenario creado para que las empresas se enriquezcan mientras los trabajadores se endeudan comprando cosas para las que nos les alcanza pero les hacen creer que están de “oferta”; en dicho escenario se llevó a cabo el asesinato de Angélica Trinidad Romero trabajadora de Liverpool que después de un año sigue impune.

A través de publicidad engañosa y buena mercadotecnia es que hacen creer a los compradores que las ofertas son buenas, mientras la realidad es que los precios están manipulados debido a que las grandes empresas como Liverpool no quieren darse el ‘lujo’ de perder ganancias; este es el caso del encubrimiento del asesinato de Angélica ya que los directivos de la tienda lejos de dar cuenta a las autoridades del hecho, manipularon la escena del crimen y quisieron deshacerse del cuerpo para evitar que este hecho horrorizara a los compradores y evitar el cierre de la tienda.

La justicia, inalcanzable para los sectores populares

Después del exhaustivo recorrido que tuvo que pasar la familia de Angélica para evitar que su cuerpo fuera cremado sin su consentimiento y para que se esclarecieran los hechos ocurridos al interior de la tienda, hoy los responsables siguen impunes.

A través de la destrucción de evidencia y creación de una nueva, de la manipulación del lugar del crimen y el cuerpo de la víctima en colusión con un médico al que le pagaron por mentir sobre la causa de muerte es que buscaron eludir su responsabilidad sobre el caso y evitar a toda costa el escándalo; a pesar de todas las irregularidades hasta hoy el asesinato de Angélica sigue impune debido al soborno de las autoridades por parte de la tienda y de las amenazas que vivieron los y las trabajadoras.

Para darle una salida rápida al caso, los directivos junto al GDF responsabilizaron a Marco Antonio Ochoa Almazán, chivo expiatorio, inculpándolo del crimen a pesar de que no existieran pruebas de eso y de que las familias de ambos trabajadores en ningún momento reconocen que ellos hubieran sido pareja; así, se le da una condena de 65 años de cárcel y 1 millón de pesos de reparación.

Después de un año, la gerente: Alejandra Reyes Santos, el director: Gustavo Humberto Godínez y el apoderado legal: Jorge Álvarez Montaño siguen sin obtener condena por los hechos ocurridos y ni Miguel Ángel Mancera, ni la PGJ, ni la CNDH están dispuestos a continuar con el caso porque dicen que hay intereses políticos de por medio; debido a que la empresa no quiere ver su imagen afectada y es gracias a su capacidad económica que puede comprar la “justicia” para sus propios intereses.

La salida a la violencia feminicida pasa únicamente por un movimiento de mujeres en las calles

El feminicidio está a la orden del día y acecha a todas la mujeres, sin embargo, las más expuestas a ser víctimas de este hecho son las mujeres trabajadoras que no sólo cubren jornadas extenuantes de trabajo por salarios de miseria, sino también tiene que vivir a diario el acoso sexual y laboral, y transportarse a sus casas a altas horas de la madrugada en condiciones de extrema inseguridad; además, de no poder acceder a la justicia.

Como ya vimos, la justicia inalcanzable para los trabajadores y sectores populares que no podemos pagar las exorbitantes cifras que compran a las autoridades encargadas de llevar a cabo la justicia, porque las instituciones están al servicio de los intereses de las grandes empresas y sus fortunas.

Por lo tanto, la salida pasa únicamente por un gran movimiento independiente de mujeres en las calles que pelee desconfiando del Estado y sus instituciones, mismos que han demostrado con creces que no les interesa la vida de las mujeres, que somos objetos utilizables y desechables.

A pesar de que la Alerta de Violencia de Género se ha implementado recientemente en algunos estados como Morelos o el Estado de México, sigue siendo estéril para resolver el problema del feminicidio como expresó la especialista Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña, ex primera fiscal especial federal para atender la violencia contra las mujeres: “respecto al feminicidio ‘nada ha pasado’, pues los asesinatos continúan acumulándose, las mujeres siguen sin acceder a la justicia, y muchas mexicanas son asesinadas en sus casas por sus propias parejas.”

Es por esto que creemos en la necesidad de un espacio propio de las mujeres que nos permita discutir, organizarnos y forjar alianzas entre los desposeídos; porque no podemos confiar en las instituciones que garantizan las condiciones de inseguridad y precariedad para que se lleven a cabo los asesinatos de las mujeres, te invitamos la 1er Encuentro Nacional de Mujeres de Pan y Rosas a realizarse el próximo sábado 21 de noviembre a las 10:00 am, en la sección IX de la CNTE (Belisario Domínguez #32).

¡Contra la precarización laboral y la violencia feminicida… nos organizamos!









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