MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Estrategia Obrera
: Cuéntanos, ¿cómo valorarías tu experiencia como trabajadora de Atento?

Adriana: Fue horrible, nunca me hubiera imaginado que me pasaría esto.

E.O.: ¿Por qué?

Adriana Primero, por el maltrato y la forma prepotente, altanera, como tratan los jefes a los trabajadores, con gritos, insultos y amenazas de despido. Los denigran como persona y los quieren hacer sentir que no valen nada. También por la forma en que se conduce el personal de seguridad privada de la empresa, molestando y acosando a las trabajadoras. La mayoría de quienes trabajan ahí son mujeres, muchas madres solteras con varios hijos. Los trabajadores tienen que soportar horarios de hasta 11 o 12 horas diarias, conectados a la línea telefónica. No les dan permiso de ir al baño o de levantarse ni un minuto de sus lugares. Sólo pueden salir 20 minutos a comer, pero a veces los castigan y no los dejan salir en todo el día. Se está siempre bajo la presión de tener que hacer una llamada tras otra, porque si no el fin de semana hay que reponer todo el tiempo que se ocupa en registrar los datos o buscar teléfonos.
Todo esto me sucedió a mí, afectándome mucho física y emocionalmente, por lo que me vi obligada a renunciar.

E.O.: ¿Qué opinión tienes de los esfuerzos de organización sindical que se han dado en esta empresa?

Adriana : En la empresa ya existía un sindicato blanco, a favor de la misma, del que ni siquiera teníamos conocimiento. El primer movimiento de organización real, aquí en Pachuca, estuvo encabezado por 5 compañeros, que denunciaron las anomalías en el interior de la empresa y las condiciones de trabajo. Cuando descubrieron que se estaban organizando los despidieron, por lo que también interpusieron una demanda, exigiendo su reinstalación y el pago de los salarios caídos. Pero esta lucha no se pudo consumar porque la empresa los atemorizó y los compró. Primero mandó a personal militar a hostigarlos en sus casas. Y después les ofrecieron una cuantiosa suma, para que dejaran la lucha, lo que finalmente aceptaron. Después se ha intentado organizar el sindicato con el apoyo del Sindicato de Telefonistas, que nos propusieron incorporarnos como sección del mismo. Esta iniciativa es muy valiosa, porque permitiría unir las fuerzas de los trabajadores de Atento y Telefónica con los de Teléfonos de México, para mejorar las condiciones de todos los telefonistas. Tiene que ver con la unidad obrera, no sólo en México, sino también en otros países. El problema es que la forma en que han querido hacerlo es antidemocrática y vertical, de arriba para abajo, en lugar de horizontal, donde todos decidamos. Y por lo mismo no toman en cuenta los problemas y necesidades de mis compañeros. Las personas que realmente han querido organizar desde la base, han sido relegadas de esta iniciativa.