A propósito de la consulta ciudadana convocada por el Morena
¿Cómo echar abajo la Reforma Energética?
29 Jun 2014 | El PRI y el PAN, con la oposición formal del PRD, quieren aprobar cuanto antes en el Congreso de la Unión, mañosamente y sin discusión, las leyes secundarias de la reforma energética de Peña Nieto.
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Buscan asegurar el despojo de los territorios de los campesinos y comunidades indígenas, así como el saqueo de los recursos naturales del país, en beneficio de las corporaciones extranjeras. El líder del Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó que la mayoría de los mexicanos se oponen a esta reforma; pero la opinión de éstos no fue tomada en cuenta por los legisladores de los partidos patronales, vasallos del imperialismo.
El Morena, al igual que el PRD, propuso que se realice una consulta ciudadana para que la población decida si está de acuerdo o no “en que se entreguen concesiones o contratos a particulares, nacionales o extranjeros” en materia energética. Se espera que el resultado obligue a los legisladores federales a dar marcha atrás con la reforma del sector.
En los últimos meses, un amplio sentimiento democrático se ha venido expresando con el pronunciamiento de intelectuales, artistas y diversos sectores sociales a favor de que el gobierno abra el debate y tome en cuenta su opinión sobre la reforma energética.
Los socialistas del MTS reivindicamos plenamente el derecho de la ciudadanía a que sus decisiones se tomen en cuenta y exigiremos que se hagan valer los resultados de una consulta popular sobre el tema, en caso de que se realice. Sin embargo…
Una consulta a modo para oídos sordos
Debemos recordar que, con la promesa de esta consulta, el PRI y el PAN terminaron apaciguando aún más la tibia oposición del PRD, cuando en diciembre pasado modificaron los artículos 25, 27 y 28 constitucionales. Por otra parte -dado el golpe a una conquista histórica de los trabajadores y el pueblo de México, como es la industria energética nacionalizada, así como el amplio descontento contra el gobierno-, había la posibilidad de que se reeditaran las movilizaciones masivas que encabezó López Obrador en años anteriores. Pero luego de convocar a algunas marchas y a un simbólico “cerco” del Senado, la dirigencia del Morena evitó que sus simpatizantes continuaran en las calles, centrando su estrategia en una consulta pactada entre los partidos del régimen.
Finalmente, la mayoría de los legisladores aprobaron una Ley Federal de Consulta Popular totalmente restrictiva y antidemocrática, ya que somete el tema de la consulta a la aprobación previa de la reaccionaria Suprema Corte de Justicia, siempre y cuando la avale al menos 2% del padrón electoral (casi dos millones de personas), lo que deberá ser fiscalizado por el fraudulento INE –antes IFE, la misma institución que le quiere negar su reconocimiento legal como partido al Morena–. Además, la consulta sólo podría realizarse hasta las elecciones federales del 2015 y sus resultados tendrían vigencia sólo por tres años.
Evidentemente, la intención de los partidos patronales al aprobar este mecanismo amañado era posar de “democráticos”, para evitar que el descontento se siguiera expresando en las calles y eventualmente deslegitimar, por una u otra vía, el reclamo popular de echar atrás la reforma energética y otras.
Lamentablemente, la estrategia de la dirigencia del Morena le termina haciendo el juego a estas maniobras del régimen político, desmovilizando y sembrando expectativa en ellas, lo cual ya demostró que sólo puede conducir la lucha a nuevas frustraciones, a pesar de la disposición combativa de los simpatizantes de este movimiento.
Por una alternativa combativa e independiente
Desde el MTS, denunciamos el autoritarismo del gobierno y los partidos patronales, quienes pretenden desconocer la voluntad de la mayoría popular que se opone a la reforma energética. Pensamos que para imponer esta voluntad no basta con darla a conocer en una papeleta, sino que debe hacerse valer en las calles, con la movilización unitaria de los trabajadores, los campesinos y el pueblo, sin ninguna confianza en las antidemocráticas y reaccionarias instituciones del régimen.
No podemos esperar de aquí hasta el 2015 para hacernos escuchar. Las organizaciones obreras y populares que se oponen a la reforma energética y los planes del gobierno, deben retomar la movilización y poner en marcha un plan de lucha nacional unitario para echarlos atrás. Hay que poner en pie comités de trabajadores, estudiantes y pueblo en general, para organizar la lucha en defensa de la industria energética nacionalizada desde cada comunidad, escuela y centro de trabajo. Ésa es la perspectiva del MTS, al cual te invitamos a sumarte.
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