Nuevos datos que muestran el incremento del desempleo y la pobreza en México
Con Calderón: más hambre y miseria
11 Aug 2011
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En nuestro país, actualmente suman 56 millones de personas (el 50% de la población total) en pobreza patrimonial o multidimensional (que contempla ingreso, educación, salud, seguridad social y calidad de vivienda). De éstos, 23 millones están en pobreza extrema o alimentaria, es decir, que no alcanzan a cubrir siquiera la canasta básica. Al mismo tiempo, los patrones y los dueños de la riqueza siguen aumentando sus ganancias debido al alza de precios y al aumento de horas de trabajo o por despidos. Así, en México los pobres cada vez son más pobres y los ricos cada día más ricos.
Los trabajadores en México sufren desempleo, recortes laborales, así como la eliminación de prestaciones con salarios por debajo de las necesidades esenciales. La población resiente al mismo tiempo un incremento en los precios de los alimentos: la canasta básica aumentó en los últimos 10 años un 70%, 4.19% en el último año; el costo del trigo se incrementó 102%, el arroz 109% y el maíz un 70% en este año; la ropa y el calzado 3.3%; el transporte 6.9%, más la constante alza en el precio de la gasolina, hasta el 12%; mientras que los salarios perdieron su nivel adquisitivo en un 25%. Con el telón de fondo de la crisis económica internacional, los patrones descargan sus costos sobre la espalda del pueblo trabajador.
La juventud es otro indicador de cómo se va perdiendo la perspectiva de vida: cada año se ven obligados a desertar de la educación media superior 600 mil jóvenes; 70% deja la escuela el primer año y 40% de los jóvenes que cuentan con trabajo laboran sin prestaciones, sin contrato colectivo y sin derecho a jubilarse. Más aún, la juventud constituye el 50% de los desempleados.
El cinismo del presidente del hambre y el desempleo
En este marco, Calderón declaró que logró contener la pobreza extrema con la implementación de planes sociales. De esta forma intenta deslindarse de su responsabilidad en la situación de la pobreza en México; sin embargo, la “asistencia social” a la que hace mención se trata de subsidios que se otorgan a algunos sectores de la población, que van de los $800 a los $1800 mensuales; una “ayuda” miserable que no alcanza ni siquiera para que una familia pueda cubrir la canasta básica.
La declaración de Calderón justificándose al decir que le “duele mucho la caída del ingreso de los mexicanos pero no estaba en mis manos evitar la crisis económica”, es insultante. Mientras dice esto, el gobierno apuesta por la antiobrera reforma laboral, que implica un duro golpe a las condiciones de vida de los trabajadores. La propuesta de reforma incluye medidas como la contratación temporal y la legalización del outsourcing, permitiendo que el patrón evada sus responsabilidades y eliminando derechos elementales, como la contratación colectiva y el derecho de huelga.
Un programa obrero contra el desempleo y la miseria
Ante este panorama de miseria y desempleo, desde la LTS estamos convencidos de que quienes generamos la riqueza y hoy cargamos sobre nuestras espaldas el enorme peso de la crisis económica, no debemos permitir que los planes del gobierno nos sumerjan cada vez más en la miseria. Por eso, los trabajadores, la juventud y los sectores empobrecidos debemos salir a las calles a luchar codo a codo en defensa del trabajo y de mejores condiciones de vida, debemos organizarnos independientemente por la apertura de nuevas plazas, en la perspectiva del reparto de horas de trabajo entre ocupados y desocupados con igual salario, y para que toda fábrica o empresa que la patronal cierre sea tomada y puesta a trabajar bajo control de los trabajadores.
Es necesario que con nuestra organización luchemos por un salario y vida dignos. ¡Por aumento salarial de emergencia que contrarreste la pérdida del poder adquisitivo y a cada aumento de la canasta básica aumento igual del salario! ¡Por comités de trabajadores y consumidores contra el alza de precios!
Está claro que la patronal divide a los trabajadores entre contratados y subcontratados (por outsourcing). Los trabajadores debemos pelear por derechos iguales para todos. ¡Alto a los contratos por outsourcing! ¡No a la reforma laboral esclavista!
Para generar trabajo, debemos recuperar la industria nacional para ponerla al servicio del pueblo.
¡Abajo las privatizaciones! Por un plan de renacionalización de todas las empresas privatizadas para que sean puestas a funcionar bajo control obrero.
Luchemos por planes públicos para garantizar viviendas, guarderías, hospitales, escuelas, espacios de cultura y esparcimiento para los jóvenes, por medio de comités de trabajadores y vecinos, financiados con el no pago de la deuda externa y de mayores impuestos a las grandes empresas.
Nuestras demandas no serán cumplidas por los partidos en el Congreso, pues ellos son quienes votan los planes de hambre y miseria contra nuestra clase. Sólo los trabajadores y los sectores empobrecidos organizados podemos dar una solución integral a nuestras demandas.
Los trabajadores no generamos la crisis.
¡Que la crisis la paguen los patrones!
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