Con los trabajadores y el pueblo griego contra el chantaje imperialista
30 Jun 2015
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La “troika” bajo la dirección del gobierno alemán y la gran banca imperialista, ha puesto a Grecia contra la espada y la pared. A pesar de las concesiones del gobierno de Syriza, que presentó un plan de recortes que un 90% contemplaba las exigencias de los acreedores, la Europa del capital y el FMI no se dieron por satisfechos. Quieren una rendición total del pueblo griego. No a al chantaje imperialista contra el pueblo griego. No al pago de la deuda y a los planes de austeridad. Reproducimos a continuación la declaración de la Fracción Trotskysta Cuarta Internacional (FT - CI).
NO al chantaje imperialista contra el pueblo griego
NO al pago de la deuda y a los planes de austeridad
La “troika” (la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo) bajo la dirección del gobierno alemán y la gran banca imperialista, ha puesto a Grecia contra la espada y la pared. A pesar de las concesiones que viene haciendo el gobierno de Syriza, que presentó un plan de recortes que un 90% contemplaba las exigencias de los acreedores, la Europa del capital y el FMI no se dieron por satisfechos y piden más.
Quieren una rendición total del pueblo griego y que este acepte someterse al pago de la deuda y a sus programas de austeridad que han hundido al país en una miseria sin precedentes, con la complicidad de los capitalistas griegos y sus partidos.
Desde las elecciones del 25 de enero del 2015, que dieron el triunfo a Syriza, la “troika” desplegó una artillería de amenazas y chantajes para imponer nuevas medidas de recortes y ajustes sobre los trabajadores y el pueblo de Grecia.
Mientras la Troika apretaba en la mesa de negociación, el BCE amenazaba con cortar la financiación y los “mercados” impulsaban la fuga de capitales, aumentando el riesgo de una bancarrota del sistema bancario.
El gobierno de Syriza buscó una negociación imposible con sus acreedores imperialistas que le permitiese suavizar los planes de austeridad y a la vez mantener a Grecia dentro de la Unión Europea y la eurozona.
Pero esta ilusión que vendió el primer ministro griego de que se podía lograr un “ajuste negociado” para que la economía griega recupere algo de dinamismo y así tenga capacidad de repago, se desvaneció como una pompa de jabón.
En estos 5 meses, la política de concesiones de Alexis Tsipras y su gobierno lo llevó a abandonar casi todo su limitado programa electoral, cruzando cada una de sus “líneas rojas” y cediendo a cada una de las exigencias de la troika. El lunes 22 de junio el gobierno griego hizo una propuesta en la que capitulaba a la mayor parte de las exigencias de los acreedores, aceptando recortes en las jubilaciones, aumentos del IVA, alcanzar los objetivos de excedente presupuestario primario y continuar el programa de privatizaciones.
El plan del lunes abrió una importante crisis interna en Syriza y con sus socios nacionalistas de derecha. Dirigentes de la plataforma de Izquierda de Syriza calificaron la propuesta como un “acuerdo inaceptable”, un “plan peor que el primer rescate” y anunciaron su decisión de no aprobarlo en el Parlamento. Tsipras se encontraba en la difícil situación de buscar el apoyo de diputados de To Potami u otros partidos de la oposición de derecha.
Pero a pesar de todas las concesiones de Tsipras, la Troika exigió más ajustes. Rechazó la propuesta del gobierno griego y reclamó recortar aún más las pensiones, al mismo tiempo que exigía la anulación de los impuestos a las sociedades y productos de lujo. Es decir, descargar más la crisis sobre el pueblo trabajador. Su intención poner de rodillas al pueblo griego y lograr una capitulación completa de Syriza, dejando en claro que no está dispuesta a negociar nada incluso con un gobierno que, como el de Tsipras, a regañadientes ponía en discusión algunos aspectos de las políticas de ajuste.
Ante este escenario de total prepotencia imperialista, Tsipras llamó a un referéndum en la noche del viernes, llamando al pueblo griego a aceptar o rechazar el ultimátum de la Troika, mientras continúa defendiendo la última propuesta griega a los acreedores que incluye duras medidas antipopulares. Su objetivo es mejorar la relación de fuerzas en las negociaciones con el Eurogrupo antes del 30 de junio, fecha en la que Atenas tiene que reembolsar 1.600 millones de euros al FMI, a su vez que salvar su futuro político. Pero la respuesta de la troika fue una negativa a cualquier prolongación por del “plan de ayuda” y la suspensión unilateral de las negociaciones.
Contra la ofensiva imperialista de la Troika y la UE, desarrollar la movilización obrera y popular
El presidente de la Comisión Europea, el conservador Jean-Claude Juncker, Ángela Merkel y el FMI, junto a la derecha de Nueva Democracia y los social liberales del PASOK, encabezan una campaña internacional reaccionaria por el SI, intentando aterrorizar al pueblo griego con la amenaza de la salida del euro, con sus consecuencias de devaluación e inflación. El triunfo del SI implicará una nueva derrota, al aceptar todas las imposiciones de la Troika, una humillación total del país con una austeridad redoblada.
El gobierno griego llama a votar NO al plan presentado por la troika el jueves 25, pero sigue buscando una negociación y aceptaría un plan de “austeridad moderada” como ya hizo el lunes pasado. Por eso muchos ven que el referéndum es una trampa para legitimar al gobierno en las negociaciones.
Pero mientras el gobierno de Tsipras tratará de usar el referéndum para maniobrar con los líderes europeos y mantener la política de ajuste a cambio de rescate, los trabajadores, los jóvenes, los sectores pauperizados expresarán su repudio a la troika y su hartazgo de pagar con hambre el rescate de banqueros y capitalistas.
El rechazo a la Troika se va a expresar de distintas maneras, tanto en aquellos que van a votar NO como en los que no ven que el referéndum sea ninguna salida. Pero la clave para derrotar a la Troika es organizar el enorme repudio popular contra las imposiciones imperialistas de la UE y transformarlo en una gran movilización obrera y popular.
El gobierno griego especula con que la “troika” finalmente cederá algo, ya que la salida de Grecia del euro podría disparar una crisis en el conjunto de la eurozona y poner en riesgo la unidad europea. Pero si esto no funciona, tiene un sector que plantea como “plan B” el restablecimiento del dracma, la moneda nacional. Tampoco se puede descartar una variante que implique un default pero sin “Grexit”, manteniendo el control de capitales de forma duradera y estableciendo una moneda paralela.
La perspectiva de más planes de austeridad para pagar una deuda asfixiante y salvar a la eurozona es insostenible para los trabajadores y el pueblo griego. Pero también lo es una salida de la zona euro sin tomar medidas elementales contra el ataque seguro del capital, con la consecuente devaluación e inflación que tendría consecuencias catastróficas para la clase obrera y los sectores populares en Grecia, como sucedió en Argentina tras el default del 2001-2002, el “corralito” bancario y el fin de la “convertibilidad” entre el peso y el dólar que implicó una brutal devaluación que recayó sobre todo sobre los asalariados. En el caso de Grecia las consecuencias podrían incluso ser más peores porque no hay otra moneda circulante y porque no existen las condiciones económicas que permitieron en su momento la rápida recuperación de Argentina.
Es necesario romper definitivamente las negociaciones con la troika y comenzar a imponer un plan de emergencia que empiece con el no pago de la deuda, la cancelación de todas las privatizaciones, la anulación de todos los impuestos indirectos a la población imponiendo impuestos al capital y a los ricos, para recuperar lo que perdieron los salarios y las pensiones, la reincorporación de todos los trabajadores despedidos y el fin de la austeridad.
Frente a la fuga masiva de capitales, que se ha intensificado en las últimas semanas, el corralito impuesto por Tsipras, que perjudica fundamentalmente a los pequeños ahorristas mientras que los grandes capitales y las gran burguesía griega ya retiraron de Grecia gran parte de sus capitales, es necesario imponer una medida defensiva en interés de los trabajadores y el pueblo, que incluyan la nacionalización del comercio exterior y de todo el sistema bancario sin indemnización y bajo control de los trabajadores, así como la expropiación de todos los bienes y activos de los grandes grupos capitales griegos y extranjeros, como los magnates de la marina mercante, los más fuertes del mundo. Junto a esto, los trabajadores deben imponer el control obrero en las principales empresas e industrias. Este programa para que la crisis la paguen los capitalistas planteará la lucha por el gobierno obrero.
Contra la Europa del capital y contra la demagogia de la extrema derecha que usa la crisis griega para plantear su reaccionario programa nacionalista, luchamos por la unidad de la clase obrera de todo el continente que concluya en los Estados Unidos Socialistas de Europa.
Solidaridad internacional con los trabajadores y el pueblo griego
El pueblo griego no podrá ganar solo esta pulseada. Es necesario organizar la más amplia solidaridad internacional con los trabajadores griegos. Los sindicatos europeos tienen que romper su colaboración con los partidos y gobiernos imperialistas y llamar a la movilización en los diversos países en apoyo del pueblo griego. Las fuerzas de la izquierda Europea como Podemos, que gobiernan en coaliciones en ciudades como Madrid y Barcelona, tienen que poner todas su poder de convocatoria para impulsar una gran movilización de masas, llenando las plazas y las calles en apoyo al pueblo griego y exigiendo en primer lugar la cancelación unilateral de la deuda de sus propios países imperialistas.
No apoyamos políticamente al gobierno de Syriza y alertamos que su campaña por el NO pretende una mejor posición en las negociaciones, manteniendo las enormes concesiones que ya ha hecho estos 5 meses. Nuestra solidaridad es con los trabajadores y el pueblo griego que han demostrado una enorme voluntad de lucha con más de 30 huelgas y paros generales, contra la austeridad de la troika y los gobiernos capitalistas del Pasok-Nueva Democracia que aplicaron los memorándums y que ya han empezado a salir a las calles contra este nuevo chantaje.
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