El escándalo del Partido Verde y la corrupción electoral
05 Dec 2015
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Ante los actos ilícitos que cometió el PVEM durante la campaña para las elecciones del 7 de junio pasado, con la entrega de tarjetas premia platino para influenciar el voto, diversas “medidas de sanción” se han implementado por autoridades electorales. Estas medidas han ido desde la imposición de multas millonarias (para cuyo pago se le otorgaron al PV facilidades) hasta el amague de retirarles el registro como partido político. Ahora la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) pidió, el pasado 25 de noviembre, una orden de aprehensión en contra de una de sus figuras más visibles del PVEM por la entrega de dichas tarjetas.
Esta petición llega meses después de las elecciones, que fueron de vital importancia para tratar de contener el descontento y contrarrestar los profundos rasgos de deslegitimación del régimen desatados por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
Ante la noticia, Arturo Escobar renunció al cargo que venía desempeñando como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación para “facilitar el adecuado curso de las investigaciones y contribuir a que el proceso se conduzca con absoluta transparencia”, según declaraciones del mismo Escobar.
Hipocresía de los partidos en el Congreso
Integrantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) salieron a pedir que “se actué conforme a la ley en el caso Escobar y que ante los hechos ilícitos que se le retire el registro al PVEM”. Hipócritamente, el partido responsable de la noche negra de Iguala encabeza la denuncia en contra del verde, acusándolo de corrupción.
Por su parte, el Morena ha pedido que “se llegue hasta el final” en este asunto cuestionando el papel del INE ante estas irregularidades. Se ha sumado también a quienes opinan que debería retirarse el registro al PVEM.
El conjunto de los partidos que hoy tienen presencia en el Congreso coinciden en preservar las instituciones “democráticas” de este régimen político, las cuales garantizan los planes imperialistas sobre el país. A lo sumo, en el caso de la dirección del Morena, se limitan a pedir su “reforma” y “democratización”, sembrando la ilusión de que mediante el voto por políticos más honestos se puede lograr esto y acabar con la corrupción. Sin embargo, la corrupción es inherente a un régimen que está al servicio de los capitalistas y sus intereses, y que para ello apela a los más variados métodos. Mientras favorece los negocios de las empresas de la construcción en el DF -Línea 12- y el Estado de México -OHL y Circuito Mexiquense-, en sus corruptelas muestra la asociación entre la clase política y los empresarios. Y en la compra de votos y las prebendas que otorga se muestra que necesita apelar a los más variados métodos para “convencer” a sectores de la población; los distintos partidos patronales utilizan estos métodos para acceder a la administración de los negocios de los capitalistas.
Conflicto de intereses e impunidad
El senador por el PVEM, Pablo Escudero, señaló durante una reciente entrevista que había un “conflicto de interés por imparcialidad” en el fiscal de delitos electorales a cargo del caso de Escobar, Santiago Nieto Castillo. Nieto fue asesor durante más de un año del PRD en el Senado de la República y lo ocultó al ser nombrado titular de la FEPADE.
A estas acusaciones, Nieto respondió que no lo había informado por ser irrelevante, aunque se ha demostrado que trabajó para el PRD hasta pocos días antes de asumir su cargo como fiscal, cobrando cifras que superan el millón de pesos.
El 8 de diciembre vence el plazo para que el juez decida si procederá o no el giro de la orden de aprehensión en contra de Escobar. Las posibilidades de que pise la cárcel son casi nulas y la historia de impunidad del PVEM sigue escribiéndose.
Por eso, independientemente de las sanciones que eventualmente puedan dictar para limpiar la imagen del régimen político, no puede esperarse que las instituciones cuestionen esta situación. Eso sólo vendrá de una lucha radical contra este régimen político y el conjunto del sistema capitalista, lo cual solo puede ser llevado adelante por los trabajadores y el conjunto del pueblo explotado y oprimido.
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