Editorial
El gobierno patronal y el Congreso en contra de los trabajadores
28 Jun 2014
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Desde la aprobación de la reforma laboral en el 2012, los trabajadores han visto cómo las conquistas de generaciones pasadas son eliminadas durante esta “transición democrática”. Esto ha generado distintas muestras de lucha y resistencia en los diversos sectores de trabajadores, desde la movilización magisterial en contra de la reforma educativa en el 2013, hasta los diversos paros en la industria minera y la lucha de los trabajadores de Honda México en contra de la CTM.
Y es que las reformas estructurales aprobadas en el gobierno de Peña Nieto no sólo entregan el país y sus recursos al capital privado, también garantizan una reforma laboral esclavista para aumentar las ganancias de los patrones; como lo confirma la aprobación de las leyes secundarias en materia energética, que implica la liquidación del contrato colectivo de trabajo de los trabajadores de la energía, el desmantelamiento de la Comisión Federal de Electricidad y su eventual privatización, así como la expropiación de predios comunales y particulares por causa de “necesidad pública” (necesidad de las trasnacionales). Lo que confirma el rol antiobrero del Congreso y las instituciones de la alternancia, donde los priístas imponen sus planes, envalentonados por la fuerza que le dio el Pacto por México con el PRD y el PAN.
Del mismo modo, la reciente muerte de 7 trabajadores de Pemex en Veracruz es utilizada cínicamente para demandar la participación de la iniciativa privada, como si esto fuera garantía de una mejor calidad en las condiciones de trabajo, pues los patrones invierten poco en seguridad para ahorrarse costos.
Esta ofensiva hacia los trabajadores se apoya en los monopólicos medios masivos de comunicación –favorecidos abiertamente por el gobierno–, como la campaña permanente de desprestigio hacia el magisterio en resistencia que oculta el mísero presupuesto que se le da a la educación en nuestro país.
El PRI gobierno se propone derrotar a la clase trabajadora, como en el caso de los profesores de Colima que mantuvieron una huelga de hambre de 45 días por el respeto a su contrato colectivo y la restitución del secretario general de su sindicato, donde las autoridades prefirieron verlos morir de hambre a solucionar sus demandas. Así, el gobierno federal y los patrones buscan desaparecer las organizaciones obreras en los sectores estratégicos y mantener sindicatos afines a ellos como la CTM y la CROC que protegen a los patrones y utilizan golpeadores para que los trabajadores no se movilicen.
Los trabajadores que buscan organizarse de manera independiente y crear sindicatos que representen sus intereses son perseguidos por la patronal apoyada por el gobierno; el caso de los trabajadores del STUHM de Honda México es emblemático pues se han enfrentado a los despidos, la tortura y al acoso por formar un sindicato independiente de la CTM. En Coahuila, la CTM ha dicho a los patrones que “darán la batalla” (reprimirán) a los trabajadores que pararon en Teksid-Hierro que buscan liberarse del entreguismo de la CTM, y que no permitirán más “sabotaje” e “inestabilidad laboral”. Ya la empresa amenaza –con la complicidad de estos dirigentes traidores– que despedirá a decenas de trabajadores para garantizar la estabilidad laboral; es decir, la estabilidad de sus ganancias. Pero también en las maquiladoras como CBA de Matamoros, los trabajadores enfrentan a la CTM. O como los estatales que también salen a protestar contra los despidos en los municipios, como los trabajadores de la Asociación de Trabajadores de Estado (ATEM) que conjuntamente con los ex empleados de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM) marcharon y tomaron las instalaciones del Congreso del Estado en Morelia.
Pero este ataque frontal genera tendencias a la organización obrera. Son muchas las luchas que están surgiendo espontáneamente ante el brutal ataque del gobierno apoyado en el Congreso, los patrones y los charros sindicales, que muestran un incipiente cambio en el ánimo de sectores de los trabajadores. Como planteamos abajo, es necesario superar el aislamiento de las mismas.
A fortalecer la resistencia obrera
Se avecinan tiempos de fuertes fricciones entre los trabajadores, los patrones y el gobierno, pues sectores de los explotados responden a los ataques patronales con lucha y sus métodos. Hay preocupación de la clase dominante que, ante un panorama económico que enfría el optimismo oficial, sabe que el descontento puede dar un salto importante.
Por todo esto es necesario que todos los que resisten los duros planes capitalistas unan sus fuerzas para frenarlos combativamente. Una estrategia que tienda a recuperar los sindicatos para volverlos instrumentos de lucha contra los explotadores y echar a los charros, en donde se incorpore en sus filas a los millones de trabajadores precarizados para luchar de conjunto por la defensa de los contratos colectivos de trabajo y mejorar las condiciones laborales; porque se frenen los despidos; porque las horas de trabajo se repartan entre empleados y desempleados sin rebajas a los salarios; porque se establezca que el salario mínimo aumente cada vez que suban de precio los productos y los servicios para la subsistencia de las familias de los trabajadores.
Hay una batalla declarada entre el Congreso y las instituciones de este régimen antiobrero contra los trabajadores, por lo que la movilización obrera debe levantar una política independiente, por fuera de las cámaras donde se viene entregando el país a las trasnacionales, penalizando la protesta social y legitimando la esclavización de la clase trabajadora. Es decir, ninguna confianza en los mecanismos de engaño de los ricos, ni en la “presión legal” a los diputados y senadores para que legislen a favor de la mayoría explotada.
Los trabajadores necesitan construir su propia herramienta política combativa y para al servicio de esto ponemos el Movimiento de los Trabajadores Socialistas, al cual te invitamos a sumarte a sus filas pues la única forma de cambiar la realidad de nuestra clase es organizándonos combativamente.
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