Fin de año: resistencia de los trabajadores y represión gubernamental

16 Dec 2015   |   comentários

Reforma educativa y nuevos ataques contra los trabajadores y el pueblo, como la reforma al PENSIONISSSTE. Denodada resistencia magisterial. En Ciudad Juárez, crece el frío y a la par el calor de la resistencia obrera.

Fin de año: resistencia de los trabajadores y represión gubernamental

Reforma educativa y nuevos ataques contra los trabajadores y el pueblo, como la reforma al PENSIONISSSTE. Denodada resistencia magisterial. En Ciudad Juárez, crece el frío y a la par el calor de la resistencia obrera.

En esta semana, se mostró (una vez más...) lo que habíamos dicho desde La Izquierda Diario: Peña Nieto y Aurelio Nuño buscan a sangre y fuego imponer su reforma educativa.

El lunes pasado, los normalistas de Cherán fueron salvajemente reprimidos, casi un centenar están presos en las cárceles de este régimen asesino del PRI-PAN-PRD. Al día siguiente, se extendió como reguero de pólvora la resistencia en el estado: 29 alcaldías tomadas. En Chiapas, desde el lunes pasado, la acción del magisterio fue respondida primero con la movilización de miles de fuerzas policiales y luego con la represión más salvaje, a la que nos tiene acostumbrada el “nuevo” PRI. En el trascurso de esta represión perdió la vida David Gemayel Ruiz, un joven y nuevo mártir de la lucha contra la reforma educativa.

Mientras tanto, la SEP anunció el despido de cinco maestros en Guerrero y el descuento salarial a casi 1000 más, por haber “faltado a sus labores sin causa justificada” el día de las protestas contra la evaluación punitiva.

Como se ve, la represión gubernamental escala. Pero ante ello se hace notar con fuerza el descontento magisterial. En los estados considerados “focos rojos” -Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas- la militarización despierta una importante resistencia de los trabajadores de la educación. Sin embargo, como afirma la declaración de la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase, ésta resistencia no es suficiente para torcerle el brazo al gobierno. Se requiere de un plan de lucha coordinado entre las distintas secciones y, del apoyo efectivo del resto de las organizaciones obreras y populares del país, junto a la más amplia movilización democrática en solidaridad.

Se hace evidente que el gobierno quiere terminar este 2015 dándole un golpe ejemplar al magisterio. Peña Nieto pretende iniciar el 2016 con la “paz social” que requieren los negocios capitalistas. Pero esto no sólo es el deseo de fin de año de Peña Nieto y los priistas encabezados por Manlio Fabio Beltrones, comparten este “propósito” con los demás partidos patronales. Y es que quieren preparar las elecciones del 2016 en un clima de estabilidad y disputarse “amigablemente” quien administra -en los estados en disputa- los planes capitalistas, y mientras se preparan para la gran trampa electoral del 2018.

Lo que está por verse es si el gobierno logra su objetivo de quebrar la resistencia magisterial; para lo que tiene a favor la falta de una estrategia para centralizar y unificar la lucha. O si está logra escalar y empalmar con otras manifestaciones del descontento, que se empieza a notar no sólo en los lugares donde está candente la resistencia del magisterio.

Nuevos ataques... el PENSIONISSSTE

Que el gobierno está empeñado en ir por todo lo demuestra la reforma al Pensionissste. La votación en general en la Cámara de Diputados (que turnó ahora el proyecto al Senado) busca consumar un verdadero robo: los fondos de ahorro de los trabajadores serán utilizados como fondos de inversiones y el riesgo no será ni siquiera cubierto por el estado. Los ahorros jubilatorios serán puestos en la tómbola financiera y sus beneficios serán para los capitalistas.

Esta reforma muestra la asociación existente entre el PRI, el PAN y sus partidos satélites, que ya caracterizó la última década. Nuevamente vemos -más allá de los escarceos preelectorales a los que estamos acostumbrados- una reedición del ya conocido PRIAN, que fuera columna vertebral de las reformas estructurales impulsadas por Peña Nieto desde diciembre del 2012 y del infame Pacto por México.

Esta alianza simbiótica es una necesidad que tiene la burguesía para imponer, con el peso de una aplanadora institucional, las reformas necesarias a través de las instituciones “democráticas” como el Congreso de la Unión. Si había quienes pensaban que el Congreso era el símbolo de la democracia mexicana, la reforma en curso muestra que no es más que el símbolo del robo a los trabajadores y sus familias. A la par, atacan las libertades democráticas mas elementales, como es la reciente ley del derecho a réplica que avasalla la libertad de expresión. Este régimen de “democracia degradada” sólo depara militarización, represión y ataque a las conquistas más elementales de las grandes mayorías.

El PRD – quien fuera socio del mencionado Pacto por México- mientras votaba en contra de esta reforma, anunciaba sus alianzas electorales con el PAN, como en Oaxaca, con la justificación de no “regalarle” espacios políticos al PRI. Pero fue en Oaxaca donde vimos al hijo pródigo de esa alianza opositora patrocinada por el sol azteca: Gabino Cue. Hoy Gabino es de los principales impulsores de la reforma educativa y un verdadero verdugo, al servicio de Peña Nieto, de los maestros en lucha. Éste es el verdadero carácter del “opositor” PRD: sostén de las políticas reaccionarias del PRI.

Un México bronco que empieza a moverse

Aquí está la otra cara del México de las trasnacionales, el rostro oculto de las inversiones multimillonarias, la faz no vista de las industrias dinámicas orientadas a la exportación y el consumo suntuario. Allí están, las y los obreros de tantas maquiladoras que, a fuerza de “plantarse” frente a las fábricas de Ciudad Juárez, se hacen oír.

Aunque la mayoría de los medios de comunicación no les dan voz, estuvieron presentes en La Izquierda Diario, y trabajadores, mujeres y jóvenes de todo el mundo pudieron seguirlo por aquí.

Las y los obreros de Lexmark hicieron cuatro jornadas consecutivas de paro. En el país donde para muchos los trabajadores habían dejado de ser una fuerza social a considerar, los sectores más superexplotados, localizados a la vez en industrias de punta, empiezan a moverse.

Esto también es parte del panorama de la semana. Se hace visible una clase obrera que es, por su peso objetivo, de las más importantes del continente y que ha mutado al calor de las grandes inversiones extranjeras en los parques industriales que cruzan México.

Desde el norte fronterizo hasta el Bajío y el Estado de México, desde Monterrey y Ciudad Juárez, hasta Guadalajara y Querétaro, desde Zacatecas hasta Puebla, el proletariado industrial no sólo existe, sino que mueve los resortes de la economía mexicana y de las grandes inversiones trasnacionales.

Proletariado, lejos está de ser una palabra pasada de moda; más bien suenan pasados de moda quienes la desecharon. Y más aún cuando resuenan vibrantes desde el norte las reivindicaciones de los obreros maquiladores en lucha.

Habrá que ver si lo que queda del 2015 y el 2016 que se acerca, nos depara -por sobre la brutal ofensiva de Peña Nieto y sus aliados-, la emergencia de una alianza que recorra y unifique a los sectores que resisten: las y los obreros maquiladores, el magisterio combativo y luchas ejemplares como la de las combativas obreras de Sandak, en Tlaxcala.

La tarea es evidente: la izquierda que se reclama socialista debe estar al frente, poniendo todas sus fuerzas al servicio de hacerse parte orgánica del movimiento obrero.









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