Golpe en el IEEPO El régimen ataca para imponer la “reforma educativa”

29 Jul 2015   |   comentários

El gobierno federal, sumamente cuestionado, pretende recomponerse usando el garrote contra los movimientos sociales. Luego de las elecciones, se profundiza el carácter autoritario y antidemocrático del régimen de la “alternancia”.

Golpe en el IEEPO

El régimen ataca para imponer la “reforma educativa”

El gobierno federal, sumamente cuestionado, pretende recomponerse usando el garrote contra los movimientos sociales. Luego de las elecciones, se profundiza el carácter autoritario y antidemocrático del régimen de la “alternancia”.

Sigue haciéndose evidente el profundo desprestigio del régimen político, que se expresó con las movilizaciones por los 43 normalistas de Ayotzinapa, a pesar de que este año las protestas retrocedieron en su masividad y el descontento fue desviado momentáneamente hacia las elecciones de junio. Aun así, el resultado electoral no les alcanzó a Peña Nieto y sus aliados para revertir de forma duradera el descontento social y los elementos más profundos de crisis en el régimen.

¿Cuál “transición a la democracia”?

Sobran hechos que desnudan la mentira del avance de la “democracia”: escándalos de corrupción y complicidad del Estado con el narco, como la fuga del Chapo; ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas armadas, como las de Tlatlaya, Tanhuato y ahora la de 7 jornaleros en Zacatecas; desapariciones forzadas como la de los 43 normalistas de Ayotzinapa; presos políticos como Nestora Salgado de la Policía Comunitaria de Guerrero, a los que se suman nuevos, como Semeí Verdía de Ostula, Michoacán, donde resultó asesinado un niño a manos del Ejército.

Asesinatos impunes de luchadores sociales, como el del Profr. Claudio Castillo y el de Antonio Vivar en Guerrero; militarización de regiones enteras donde destacan movimientos sociales, como en Michoacán, Guerrero, Chiapas y Oaxaca; hostigamiento y represión policiaca a las manifestaciones para mantener el “orden” y la “paz social”.

Mientras, comienzan a aplicarse las reformas aprobadas por los partidos patronales en el Congreso de la Unión, como la reforma educativa, la energética y la del sector salud, con consecuencias nefastas para las ya de por sí precarias condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo pobre.

Ese es el verdadero rostro de esta “democracia”, al servicio de los grandes empresarios y el imperialismo: miserable, hambreadora, represiva, criminal y asesina.

Unidad reaccionaria de “los de arriba”

Apelando a la “mano dura”, presionado por tanto descrédito, el gobierno federal estableció una Santa Alianza con los partidos patronales (igualmente desprestigiados y en crisis), sus gobernadores y legisladores, las fuerzas armadas, los empresarios y sus medios de comunicación, con el fin de aplastar la resistencia magisterial en contra de la “reforma educativa”.

El objetivo inmediato de este ataque han sido los combativos maestros de Oaxaca, organizados sindicalmente en la Sección XXII del SNTE, uno de los bastiones de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Con la liquidación y “reestructuración” del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), la ocupación militar del estado por 4,000 elementos de la Gendarmería Nacional, el giro de decenas de órdenes de aprehensión contra dirigentes del movimiento magisterial y el congelamiento de sus cuentas bancarias, los gobiernos federal y estatal quieren imponerles por la fuerza a los maestros oaxaqueños lo que hasta ahora no habían podido:

Una nueva relación laboral acorde con la “reforma educativa”, que de hecho les niega el derecho a manifestarse, a organizarse, a contar con representantes sindicales, a la estabilidad laboral y otras conquistas. Se trata de una política brutalmente anti-obrera y antisindical, que de imponerse tendrá implicaciones negativas para todos los trabajadores.

El objetivo de EPN: aplastar la lucha magisterial

Este ataque se produce luego de que, en las últimas semanas, ante las evaluaciones punitivas que impone la “reforma educativa” y que la Sección XXII pudo impedir en Oaxaca, la lucha de los maestros comenzaba a expresarse nuevamente a lo largo y ancho del país, planteando la posibilidad de que se desarrolle un movimiento magisterial masivo y nacional como el del 2013, que podría impactar sobre otros sectores obreros y populares descontentos, como sucedió con el movimiento por los normalistas de Ayotzinapa.

Tratando de descabezar al movimiento, el golpe contra la XXII y la CNTE busca cortar de tajo estas tendencias progresivas que se vienen desarrollando en las calles, las escuelas y al interior del sindicato magisterial, para disciplinar y someter a los trabajadores de la educación, que son cerca de un millón y medio en todo el país. En este contexto, en distintos estados se desarrollaron nuevas movilizaciones del magisterio, que plantean la posibilidad cierta de que el movimiento se mantenga y extienda a pesar del golpe dado por el gobierno.

Pero el golpe no es sólo contra el magisterio, que hoy representa a uno de los pocos sectores de trabajadores organizados que se oponen activamente a los planes del gobierno. Implica un duro golpe contra la clase trabajadora, que busca cambiar sustancialmente la relación de fuerzas en la lucha de los explotados y oprimidos contra los patrones y su Estado, a favor de éstos últimos.

La ofensiva del gobierno y el conjunto del régimen contra los maestros, ha convertido esta lucha en un caso “testigo”. Lo que quieren demostrar “los de arriba” es que pueden aplastar impunemente cualquier resistencia obrera y popular, incluso de los sectores mejor organizados, para poder continuar con las “reformas estructurales” a favor del imperialismo y los grandes empresarios.

En cambio, lo que demostrarían los maestros si triunfan es que estas reformas se pueden echar abajo, alentando la resistencia obrera y popular contra otros planes del gobierno y los partidos que los aprobaron.

¡Todo el apoyo al magisterio!

En el MTS consideramos que las organizaciones que se reivindican democráticas y todos los que no estén dispuestos a permitir que se liquiden los derechos laborales y sociales más elementales, debemos impulsar conjuntamente una gran campaña para apoyar activamente a los maestros con una gran movilización nacional. Los dirigentes sindicales que se dicen “opositores” al gobierno deben convocar ya a un paro nacional en solidaridad con la CNTE, porque también sus sindicatos están amenazados.

¡Si tocan a uno, nos tocan a todos! ¡Abajo la reforma educativa! ¡Fuera la Gendarmería y el Ejército de Oaxaca! ¡Alto a las órdenes de aprehensión contra los dirigentes de la Sección XXII y de la CNTE! ¡#YoEstoyConLosMaestros!









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