Ante la represión del 10/6 y la criminalización de la protesta social
IMPULSEMOS LA MOVILIZACION CONTRA LA REPRESIÓN DE MANCERA Y EL GDF
18 Jun 2013
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El 10 de junio, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) lanzó una brutal represión sobre la movilización que históricamente recuerda el “halconazo” de 1971. Mostrando que quiere ser la continuidad represiva del viejo PRI, su brazo armado (los granaderos del DF), detuvo a 22 jóvenes, dentro de los cuales estaban 5 militantes de la Liga de Trabajadores por el Socialismo y de la Juventud Anticapitalista, Socialista y Revolucionaria, los cuales fueron trasladados a la agencia 50 del Ministerio Público. Ya es costumbre que el gobierno de la “izquierda” capitalina encarcele, con cargos que nada tienen que envidiarle al viejo priato, a activistas y luchadores sociales. Si en el 68 utilizaban el cargo de “disolución social”, ahora apelan al infame artículo 362, con cargos como “ataques a la paz pública”, a lo cual pretenden añadirle acusaciones inverosímiles como “robo”, “ultraje”, “lesiones”, etcétera. Como denunciaron los abogados de los presos, estas acusaciones buscan justificar estas detenciones arbitrarias y mantener, el mayor tiempo posible, como rehenes a los jóvenes que luchan.
El GDF, con el policía Miguel Ángel Mancera a la cabeza, le está haciendo el trabajo sucio al PRI, como ya vimos el pasado 1 de diciembre. Esa es la cláusula secreta, la letra no escrita del Pacto por México: el PRD no solo es cómplice del PRI y el PAN en las infames reformas educativa y laboral, sino que, allí donde gobierna, instrumenta directamente la represión. Ya lo vimos en Guerrero con la represión a los normalistas, y ahora lo vemos constantemente en el DF. Para garantizar la “paz social” contra el descontento que se desarrolla en la juventud y los trabajadores, deben criminalizar la protesta social y a la juventud, con cargos cada vez más duros, y limitando al extremo el elemental derecho a la libre manifestación, el cual ningún demócrata debería olvidar que fue resultado de la lucha, justamente, de las heroicas generaciones de 1968 y 1971.
Como los socialistas denunciamos desde hace años, el PRD, allí donde gobierna, se muestra como agente directo de los capitalistas, administrando sus negocios y garantizando la “estabilidad” que ellos reclaman. Con la entrada del PRD al pacto por México esto se ha hecho más evidente: el sol azteca, que surgió autoproclamándose el defensor de las libertades democráticas, ahora se derechiza y las aplasta y mancilla a toletazos y golpes de escudo. Los luchadores democráticos, las organizaciones sociales y políticas, deben denunciar abiertamente y llamar a luchar contra este gobierno de “izquierda”, al que no le tembló la mano para reprimir a quienes se manifestaron en homenaje a los caídos del 10/6/71. Mancera es el nuevo “halcón”, un represor de la protesta social sirviente fiel de los dictados de Peña Nieto y el Pacto por México.
Por eso, como planteamos más abajo, hay que impulsar la más amplia campaña contra el artículo 362, por la derogación del Código Penal y de todas las leyes contra la libre manifestación. Junto a esto, los socialistas decimos que hay que luchar también – como lo hicieron los jóvenes del CNH en 1968 - por la disolución del infame cuerpo de granaderos y todos los organismos represivos del estado.
Una amplia campaña democrática para liberar a los presos
El miércoles 12 de junio, el Ministerio Público se vio obligado a liberar a 15 de los 22 detenidos, en tanto que trasladó al Reclusorio Oriente a los otros 7 compañeros, condicionando su libertad al pago de exorbitantes fianzas, los cuales fueron liberados, bajo caución, el lunes 17. La liberación de las y los compañeros fue el resultado del amplio movimiento de apoyo y solidaridad que se impulsó contra estas detenciones arbitrarias.
Desde la LTS, la JASyR y la agrupación de mujeres Pan y Rosas, impulsamos desde el primer momento una amplia campaña democrática apelando a la solidaridad y el apoyo al conjunto de los presos. Por una parte, esta campaña logro miles de firmas de apoyo a nivel internacional y nacional, desde Francia hasta Brasil. Intelectuales como Michel Lowy, sindicatos como el de Zanón en Argentina o el de los trabajadores de la Universidad de San Pablo en Brasil, personalidades de distintos paises, organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos se pronunciaron por la inmediata libertad de los detenidos; en Argentina, por ejemplo, organismos de derechos humanos acudieron a la embajada mexicana a exigir la libertad de los presos. En el país, personalidades de la cultura, académicos, sindicatos, organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales (cuyas firmas se encuentran en este mismo suplemento) se unieron al clamor de los que durante 2 días nos mantuvimos afuera de la agencia 50 exigiendo la liberación inmediata de nuestros presos.
Importantes intelectuales, como Adolfo Gilly y Massimo Modonesi (UNAM), Alejandro Gálvez (UAM) y Manuel Aguilar Mora (UACM), y consejeros de la FCPyS exigieron la liberación de todos los detenidos. De igual modo, se pronunciaron integrantes del CELA de la Facultad de FyL-UNAM y la UAM. La asamblea de coordinación de las Secciones X y XI de la CNTE y el SUTIEMS, también se sumaron a la campaña, así como organizaciones de derechos humanos, como el SERPAJ.
Fueron muchas las organizaciones estudiantiles y políticas que apoyaron, independientemente de a qué organización perteneciesen las y los presos. A nivel internacional, esta campaña fue impulsada desde el primer momento por la corriente de la cual forma parte la LTS –la Fraccion Trotskista por la Cuarta Internacional, con presencia en más de una decena de países de América y Europa- y como resultado de eso se consiguieron cientos de firmas y se realizaron acciones de solidaridad frente a consulados y embajadas en distintos países.
Aquellos medios de comunicación considerados progresistas o democráticos, que inicialmente solo publicaron las acusaciones macartistas del GDF, comenzaron a darle espacio a la voz de los padres de familia, los presos y el clamor a favor de su libertad, como se vio en la publicación en La Jornada y en varios programas radiales, de los testimonios de los abogados y familiares y la publicación del testimonio desde la cárcel de Sergio Moissen.
Mientras tanto, distintas organizaciones impulsamos la movilización, constante y permanente, como el martes 11, cuando cientos concurrimos a las oficinas del GDF y realizamos un mitin, exigiendo la libertad inmediata y anunciando que no cejaríamos de movilizarnos, sumando a las acciones a los sindicatos, organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas.
Esta intensa campaña política, apelando al justo sentimiento democrático de repudio a la represión sobre la juventud y los estudiantes, se hizo a la par que la defensa legal–como la que llevó adelante a Liga 1 de diciembre, en la cual participan Juan de Dios Hernández Monje y los abogados de la LTS- y demostró la arbitrariedad de las detenciones y que las mismas no se sostenían en las supuestas “pruebas”, sino en una voluntad política de darle un duro golpe a la juventud que se comienza a poner de pie, exigiendo la liberación sin caución de los defendidos.
Ante esto el GDF tuvo que retroceder. Lo hizo no por ser “democrático”, sino porque quiso evitar que la exigencia nacional e internacional de la liberación inmediata catapultara un amplio movimiento en las calles, lo cual significaría una profundización del desprestigio frente a grandes sectores de la población. Fue entonces la amplia campaña desarrollada, apelando a la solidaridad nacional e internacional con todas sus repercusiones y el llamado a impulsar la movilización hasta lograr la liberación de los presos, el factor fundamental que explica que el GDF haya liberado primero a 15 de los 22 detenidos (todavía sujetos a investigación “bajo las reservas de la ley”) y luego al resto de los compañeros, este 17/6.
Continuemos la lucha contra el artículo 362 y las medidas represivas del GDF
Por eso, si lo que queremos es enfrentar esta ofensiva, hay que profundizar esta campaña de forma unitaria y amplia, apuntando a sumar a organizaciones sindicales, sociales, populares y políticas a la movilización, y a lograr la adhesión de miles al reclamo de la liberación inmediata. La historia muestra que ese es el camino para liberar a los presos políticos y enfrentar el ataque a las libertades democráticas, como en el año 2000, cuando más de 100,000 personas en las calles, aunado a pronunciamientos nacionales e internacionales, obligaron al gobierno de Zedillo a la liberar a la mayoría de los presos políticos de la UNAM.
Distinto a quienes con un pensamiento mezquino se preocupan por los presos en función de si pertenecen a tal o cual organización, nosotros dijimos durante esta lucha ¡Si tocan a uno, tocan a todos!, y ¡Libertad a todos los presos políticos del 10 de junio!, poniendo nuestras humildes fuerzas al servicio de ello. Pero para impulsar una política que enfrente la criminalización de la juventud y la protesta social, hay que dar continuidad a la coordinación que surgió el 11 de junio, resolviendo allí democráticamente todos los pasos a dar, y asumir una orientación amplia para sumar a la lucha a todos aquellos que repudien la represión. Una orientación que deje de lado todo sectarismo y la supuesta “estrategia” de realizar “acciones directas” aisladas que no estén sustentadas en una movilización real, y que se vuelven directamente en contra de nuestra propia lucha. Desde la LTS –con la autoridad que nos da tener ex presos políticos y sufrir directamente la represión- llamamos a que todas las acciones que se llevan adelante en las movilizaciones se discutan democráticamente. Ese es el método del movimiento obrero en lucha y del movimiento estudiantil, el que reivindicamos, y que sujeta a las decisiones de asamblea todos los pasos a dar.
Así como defendemos sin ninguna condición a todos los presos políticos y repudiamos todo intento por dividir la lucha (como hicimos por ejemplo en la conferencia de prensa del 11/6), así también nos oponemos abiertamente a quienes llevan adelante acciones descolgadas de la movilización y de la decisión de las bases, imponiéndole al movimiento una orientación política que descansa en acciones supuestamente “directas” que no tienen ningún apoyo real, y que por eso solo pueden debilitar una orientación que apueste a desarrollar la más amplia movilización contra la represión y la criminalización de la juventud y la protesta social.
Hoy tenemos por delante impulsar un gran movimiento contra el artículo 362 y la criminalización de la protesta social. Desde la LTS llamamos a impulsar una coordinación contra la represión, que discuta democráticamente un plan de acción y cómo incrementar el frente único de los que repudian y luchan contra el ataque al derecho a la libre manifestación impulsado por el policía Mancera. Es fundamental que se sumen a esta tarea las organizaciones de derechos humanos, democráticas, sociales, populares, estudiantiles y políticas, así como los sindicatos y las corrientes sindicales democráticas. Así como también los cientos de personalidades, periodistas, intelectuales, académicos y profesores que se pronunciaron contra la represión del 10/6. Hay que desarrollar la organización y la movilización para frenar la ofensiva represiva del GDF y la criminalización de la juventud y la protesta social.
¡Desprocesamiento y libertad absoluta a todos los presos políticos del 10/6! ¡Abajo la represión del policía Mancera, su reaccionario Código Penal del DF y el 362! Por la disolución de los cuerpos represivos y del infame cuerpo de Granaderos”! Por la más amplia movilización en las calles contra la represión y la criminalización de la juventud!
Liga de Trabajadores por el Socialismo
17 de junio de 2013
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