La elección en el PRD
04 Apr 2008
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Por: Martín Juárez
El domingo 16 de marzo se realizaron las elecciones en el PRD, en un clima polarizado entre los sectores afines a AMLO y Nueva Izquierda liderada por Jesús Ortega, quienes además están enfrentados en torno a la actitud frente a la reforma energética.
Aunque Leonel Cota y otros funcionarios del sol azteca habían anunciado que serían las elecciones "más limpias" de la historia, la realidad fue muy distinta. El llamado "cochinero" de la elección puede desprestigiar a éste partido ante los sectores que confían en él, al evidenciar- de nueva cuenta -los clásicos métodos de la mapacheria priista.
La indefinición del ganador (al cierre de la edición se mantenía un "empate técnico") aunado a las acusaciones de "irregularidades", abrió una verdadera crisis interna, la cual ya fue aprovechada por otros sectores, como Cuahtemoc Cárdenas (ahora cercano a Calderón), para reposicionarse al interior del partido.
El trasfondo de la crisis del PRD
Lo que esta detrás de este enconado enfrentamiento, es el posicionamiento de las distintas corrientes ante los planes del gobierno, debido al descontento que éstos provocan.
En el caso de los "chuchos", pretenden ofrecerse como una "oposición moderada y responsable” y ser los interlocutores institucionales ante el gobierno, siempre listos para suscribir pactos que fortalezcan al régimen político. Para esto utilizan su peso en el Congreso y su control de gran parte del partido (como se reflejó en el buen resultado obtenido en numerosos estados).
Por otra parte, se muestra un ascenso del lopezobradorismo en el PRD (donde antes Nueva Izquierda era mayoría); esto es expresión del descontento popular y el creciente apoyo a AMLO. Es probable que el resultado sea que Encinas conquiste la presidencia, con lo cual AMLO –quien en el 2007 se apoyó fundamentalmente en el FAP y la CND- aumentaría su influencia sobre su propio partido.
Tampoco puede descartarse el hecho de que si no logran "curar las heridas" y no hay acuerdo sobre la elección; se dé una ruptura en el PRD, ya sea con la salida de los "chuchos", o con la creación de un nuevo partido liderado por AMLO probablemente sumando a sectores de la CND y con un posicionamiento más opositor al que tiene hoy el PRD.
El carácter del PRD
Mientras sectores de "izquierda" confían en el sol azteca o son parte del mismo para volverlo "socialista" (como el Militante). La realidad es que el PRD no es ni verdaderamente de izquierda ni representa una alternativa para la clase obrera; más allá de las expectativas que millones de trabajadores y jóvenes tienen en él.
Lo que expresa tanto "cochinero", son los vicios propios de la política burguesa; pero es por su programa y su política que se muestra su carácter de clase.
La perspectiva del PRD (que en los últimos años abanderó AMLO) es, en lugar de una lucha radical contra el actual régimen, propugna su reforma; lo cual es congruente con una política económica y social que pretende "humanizar" el capitalismo, más no acabar con éste a través de la movilización revolucionaria de los trabajadores y las masas oprimidas del campo y la ciudad. El PRD demuestra en esto su carácter burgués, que lo lleva a ser parte de las instituciones y pretender su "democratización": como si se pudiera "democratizar" un régimen cuya razón de ser es preservar la explotación capitalista.
Esto se expresa en que, mientras AMLO y la CND siguen sin reconocer a Calderón como presidente, y sostienen un discurso de confrontación con el mismo, la acción de sus correligionarios (muchos de ellos cercanos a López Obrador) es avalar desde sus curules las leyes que recortan aún más las libertades democráticas y las condiciones de vida de los trabajadores y el pueblo.. En tanto que otros son administradores de los planes capitalistas e imponen políticas antiobreras en cientos de administraciones municipales, jefaturas y gobernaturas, como es el caso de Marcelo Ebrard, Ceferino Torreblanca, Juan Sabines, Leonel Godoy, entre otros.
Participar de la lucha contra la privatización de PEMEX, sin ningún sectarismo e impulsar la más amplia movilización, no puede ser confundido con subordinarse y depositar expectativas en el PRD. Para conquistar sus demandas, los trabajadores tienen que construir una verdadera herramienta política de la clase trabajadora: con una perspectiva revolucionaria que enfrente al régimen político y a la dominación de los capitalistas y terratenientes.
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