MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Fue el Ejército

La investigación independiente realizada por periodistas de la revista Proceso con apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la universidad de California en Berkeley, confirmó los señalamientos hechos por los padres de los normalistas y los estudiantes de que, en los brutales acontecimientos del 27 de septiembre en Iguala, participó activamente el Ejército mexicano.

El lunes 12 de enero, padres de los desaparecidos, maestros y estudiantes de la normal rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa arribaron a las instalaciones del 27 Batallón de Infantería exigiendo ingresar para buscar a sus hijos y compañeros.

Como han denunciando los padres a diversos medios de comunicación, la Policía Militar arremetió contra los manifestantes con gases lacrimógenos y palos, dejando un saldo de por lo menos seis heridos. Durante los enfrentamientos, dos personas, una de ellas tía de uno de los desaparecidos, fue retenida dentro de las instalaciones y amenazada, para luego ser puesta en libertad.

Especialmente escalofriante fue el testimonio de María Inés Abraján, la mujer retenida durante el enfrentamiento, que al salir acusó que los militares le dijeron que no la iban a dejar salir, que quien llega ahí ya no sale.

La reiterada negativa de la Procuraduría General de la República (PGR) a abrir una línea de investigación que aclare la participación del ejército en los hechos del 26 de septiembre de 2014, demuestra la complicidad de las autoridades federales en la desaparición forzada de los normalistas.

Muchas son ya las voces que acompañan a los padres en la exigencia de que el ejército sea investigado. Paralelamente a la manifestación en el 27 Batallón de Infantería apostado en Iguala, centenas de personas se manifestaron en la Ciudad de México a las afueras de las instalaciones del cuartel de Guardias Presidenciales.

El ejército reprime y desaparece a nuestros hijos

A las afueras del 27 Batallón, los contingentes de manifestantes fueron recibidos por una alambrada con púas y la policía militar, que rápidamente intentó dispersar la manifestación con gases lacrimógenos. La rabia no se hizo esperar y los manifestantes se organizaron para utilizar dos camiones de carga que estrellaron varias veces para pasar la valla de alambre.

Una vez que ingresaron al recinto militar, se registró un enfrentamiento que duró casi una hora, resultando heridos seis manifestantes, en particular uno de los padres de los desaparecidos.

Durante el enfrentamiento, los padres de familia no dejaban de exigir a los militares que les permitan entrar a las instalaciones a buscar a sus hijos y los denunciaban por estar con el narco y perseguir estudiantes y luchadores.

Los cuarteles militares de todo Guerrero comienzan a ser asediados

Por otra parte, el 13 de enero también se registraron importantes movilizaciones en cuarteles militares y en algunas comunidades de Guerrero para exigir la aparición con vida de los 43 y la salida inmediata de las fuerzas armadas de la región.

En particular, la 46 zona militar de Ixtepec fue rodeada por estudiantes de la Escuela Normal Urbana Federal del Istmo donde colocaron mantas y lanzaron consignas por la aparición con vida de los 42.

Ante esta situación, organizaciones de derechos humanos y personalidades han planteado la necesidad de que se frene inmediatamente la militarización del país y el ejército regrese a los cuarteles.

Andres Aullet, abogado de presos políticos y referente del MTS, planteó a La Izquierda Diario que “el asesinato y desaparición forzada de los 43 normalistas han develado ante millones los lazos del Estado con el narcotráfico. Más aún, han mostrado la barbarie de la estrategia de ’guerra contra el narco de los gobiernos del PAN y el PRI frente a la cual es indispensable que el movimiento comience a exigir la desmilitarización inmediata de todo el país”.