La verdadera «guerra» es contra los trabajadores y el pueblo

01 Jun 2007   |   comentários

Con el pretexto de «defender a nuestros hijos» del narco, Calderón ha sacado al ejército a las calles. El resultado concreto de esta campaña es un salto en la militarización del campo y la ciudad, un virtual estado de sitio en comunidades enteras, detenciones arbitrarias de personas inocentes y violaciones sexuales a mujeres a manos de soldados.
Esta política, apoyada en el pacto entre el PRI y el PAN en el Congreso, pero avalada también por gobernadores del PRD, como Cárdenas Batel, ha ido acompañada de la reforma «antiterrorista» al código penal para criminalizar la protesta social y de «mano dura» contra los sectores de vanguardia que se movilizan, como se vio en Sicartsa, Guadalajara, Atenco, Yucatán y Oaxaca. Además, la sentencia a 67 años de prisión a los líderes de Atenco, que son de los cientos de presos políticos del país. Calderón quiere fortalecerse como adalid del orden ante las clases medias altas y la patronal, con una política reaccionaria para amedrentar al pueblo y garantizar los planes imperialistas, ante en un mayor ascenso de la lucha de clases que pudiera darse contra ellos, como preanuncian los paros y las movilizaciones contra la ley del ISSSTE.
Esta más que demostrado el verdadero carácter reaccionario de la supuesta «transición pacífica a la democracia», que sólo ha traído mayor represión y el recorte de las libertades
Democráticas. Las organizaciones sindicales, sociales, políticas, como el SME, la CNTE, la UNT, el EZLN y la Otra Campaña, entre otras, tienen la obligación de impulsar sin ningún sectarismo la unidad y una gran campaña contra la represión, por la libertad de los presos políticos y en defensa de las libertades democráticas. Impulsemos una coordinadora nacional contra la represión, que una las distintas iniciativas para luchar y evite que el gobierno genere relación de fuerzas a su favor, para avanzar con sus planes antiobreros y antipopulares liquidando cualquier resistencia. Sólo los trabajadores y el pueblo
con la autoorganización, formando comités contra la represión y en la perspectiva de la autoorganización y defensa, pueden garantizar su propia seguridad frente al estado patronal.









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