López Obrador y el magisterio: un debate que se reabre
29 Jul 2015
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López Obrador y el magisterio: un debate que se reabre
Pablo Oprinari
En un mensaje ampliamente difundido, el líder nacional del Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) declaró que está con el movimiento magisterial y criticó, por claudicar ante Enrique Peña Nieto (EPN), al gobernador Gabino Cué, que llegó al gobierno del estado en el 2010, a través de una alianza que incluía al PRD, en el que militaba entonces AMLO.
Sin duda, mientras hay una verdadera alianza nacional reaccionaria -encabezada por Peña Nieto, Mexicanos Primero y la mayoría de los partidos del Congreso- para satanizar a los maestros que luchan, el mensaje de AMLO contrasta. Por eso, debe generar distintas simpatías entre el magisterio y los sectores populares que apoyan la lucha contra la reforma educativa, y que ven a AMLO como una oposición consecuente contra EPN y los partidos que formaron el Pacto por México.
La lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) necesita, sin duda, ser rodeada de la más amplia solidaridad. Hoy es fundamental, por ejemplo, que las organizaciones que se reclaman democráticas y opositoras a este gobierno, manifiesten su apoyo efectivo. Las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos deberían convocar ya a una gran movilización nacional en apoyo al magisterio. Las organizaciones sindicales -desde la Unión Nacional de Trabajadores hasta la Nueva Central de Trabajadores- tienen que ponerse al frente de dicho llamado, y preparar el camino para un gran paro nacional.
Hace apenas unos meses, cientos de miles salieron a las calles por los normalistas -futuros maestros- bajo la convicción de que a ellos los educó un maestro. Hoy la lucha es la misma: deben unificarse los reclamos abrazando al magisterio e impidiendo la represión gubernamental, la detención de activistas y cualquier ataque a la organización sindical.
No hay ningún lugar para intereses mezquinos: la movilización en las calles debe unificar a todas las organizaciones políticas y sociales. Por eso, los millones que votaron al Morena y que ven el mensaje de AMLO como distinto a esta “clase política” reaccionaria, deberían proponer a la dirección del Morena que no se limite a declaraciones de apoyo. Si AMLO, realmente y como dice, está con los maestros, tiene que poner -sin condicionamientos de acuerdos electorales- todos sus recursos políticos y materiales al servicio de su lucha, y hacerse parte de las acciones en apoyo a los maestros. Ninguna discusión ni diferencia política puede ser una excusa para impulsar esa gran movilización unitaria.
Si se negara a ello, lamentablemente se repetiría lo que vimos en la lucha contra el fraude del 2006 y contra la entrega del petróleo, en las cuales lo que hoy es el MTS participamos activamente. En ambas ocasiones López Obrador evitó que se desarrollara la movilización radical contra el régimen político, llamando a confiar en lograr “el cambio por la vía electoral” y mediante la resistencia civil y pacífica. De esta forma actuó para preservar las instituciones de la alternancia “democrática”, la cual es responsable del actual ataque a los maestros.
De igual forma, en el 2013, evitó que las acciones y movilizaciones contra la reforma energética por él impulsadas, confluyeran con el magisterio en lucha, esto a pesar de que las bases honestas y combativas del Morena se solidarizaban con los maestros llevando víveres y apoyo al plantón del Monumento a la Revolución.
Por eso, aquellos jóvenes y trabajadores partidarios del Morena que realmente quieren luchar contra el gobierno y apoyar al magisterio, tienen que proponer que la solidaridad y el apoyo no se limiten a palabras, sino que se exprese en acciones y movilización contra el gobierno y las instituciones.
Frente Nacional para el 2016
El tabasqueño llamó también a la CNTE a unificarse con el Morena en un gran frente para contender en las elecciones del 2016 en Oaxaca. Esto lo expresó claramente cuando dijo buscar “un acuerdo amplio para echar a andar una alianza de organizaciones sociales con Morena, con miras a las elecciones.”
Como dijimos arriba, hoy es fundamental la movilización amplia y unitaria. Sin duda, sería darle la espalda al movimiento magisterial en momentos en que es atacado por el gobierno, que se condicionara el apoyo efectivo a que aceptase la política del Morena en un “acuerdo amplio”, el cual ya ha sido rechazado por algunos integrantes de la sección 22.
En ese sentido, y ante la propuesta de AMLO para el 2016, es fundamental que el magisterio defina claramente la necesidad de su independencia política, sin confundir la unidad en las calles con subordinarse al programa y la perspectiva de López Obrador. Las consecuencias de la subordinación política ya se vieron en otros momentos con el rol charril del PRD dentro del movimiento magisterial, que terminó atando a amplios sectores a los intereses del sol azteca.
Las y los maestros requieren de una política independiente de todos los partidos e instituciones del régimen, para luchar por sus demandas, en alianza con el resto del movimiento obrero y popular: echar abajo la reforma educativa y enfrentar el conjunto de los planes mandatados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
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