Los socialistas y los medios de comunicación
15 Nov 2007
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Por: Aldo Santos
Como planteamos en el editorial, la prohibición a los partidos políticos de contratar spots televisivos en sus campañas electorales, restringiéndolos a los tiempos cedidos por el Estado, representó un intento de la “clase política” de ganar prestigio ante las masas disciplinando a las televisoras, que en los últimos años se embolsaron millones de pesos con la publicidad electoral y se han convertido en un importante factor de poder político manipulando a la “opinión pública”.
Mientras que Televisa y Tv Azteca acusaron a los legisladores de “chavistas”, estos quisieron mostrar esta reforma como un duro golpe “contra el poder del dinero”. Ni una cosa, ni la otra. Sectores de la población pueden pensar que esto significa un verdadero ataque al poder económico y político de las televisoras, pero la realidad es que, aunque la reforma les represente a éstas importantes perdidas, ambas mantendrán el duopolio sobre este medio masivo de comunicación, enriqueciéndose a costa del erario público con la publicidad que seguirán contratando diversas instituciones estatales, como el gobierno federal, que utiliza la televisión para lavarle la cara al ejército y promocionar sus programas asistenciales.
Aunque esta medida afecte parcialmente los intereses de Televisa y Tv Azteca, la realidad es que los movimientos sociales, las organizaciones obreras y populares, así como la izquierda socialista, que no cuentan con recursos millonarios y son afectadas por la legislación electoral proscriptiva, seguirán vetadas en los medios masivos de comunicación.
Recientemente, Calderón les aseguró a los magnates de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, que no va a tolerar nuevas ocupaciones de canales o estaciones radiales. El gobierno no quiere que se repita la experiencia que jugaron las tomas de las radios comerciales que encabezaron las mujeres de la COMO , para impulsar el movimiento de la APPO en Oaxaca. Con esto se demuestra que las medidas para que los medios de comunicación se pongan al servicio del pueblo y su lucha, no vendrán del gobierno ni de reformas por arriba. Son los trabajadores quienes deben luchar con sus propios medios y organizaciones por una completa libertad de prensa, garantizando el derecho al libre acceso de las organizaciones obreras y populares a los medios masivos de comunicación. Hay que expropiar sin pago a las televisoras y las radios, para ponerlas a funcionar bajo control de los trabajadores, para que sean estos los que determinen, sin ningún tipo de restricciones, la programación en los canales de radio y televisión.
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