Chile
No negociar la educación gratuita
10 Sep 2011
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El gobierno de Piñera primero sentó a la dirección oficial mayoritaria de la CONFECH (Juventudes Comunistas, pro Concertación, Autónomos, algunos colectivos populares). Después de eso, después que los sentaron, ahora comienzan a arrodillarse: Camila Vallejo, de las JJCC, llamó a levantar el paro nacional y marcha del jueves 8, con la excusa del accidente del viernes 3 en la isla Juan Fernández al sur del país, en el que murieron empresarios y reconocidas figuras de la TV. ¿Qué pretende? Desorganizar, confundir, enfriar. La reacción fue inmediata: federaciones de universidades de regiones (provincias), asambleas de base, colectivos y Las Armas de la Crítica y el PTR, cuestionamos la decisión burocrática de las JJ.CC. e impulsamos la presencia en las asambleas.
Finalmente, Camila Vallejo se vio obligada a retroceder, y se convocó a una concentración y velatón (por los muertos), pero en forma divisionista: mientras secundarios y asambleas de base de universitarios habían convocado a una marcha por la mañana, la CONFECH la convocó por la tarde. Y aunque el PC, desde el Colegio de Profesores, anunció su rechazo a la nueva propuesta que Piñera presentó el sábado 4, y la reunión de la CONFECH que se realizará el jueves 8 al cierre de esta edición ya anuncia que también la rechazará, nada dicen de poner para la negociación la educación gratuita como piso mínimo. A continuación publicamos el Comentario Político Semanal del PTR-CcC del 4/9 y la postura de nuestros compañeros del PTR hacia el 11/9, aniversario del golpe de estado de 1973.
El sábado 3 de septiembre se realizó la primera reunión con el Gobierno, después de tres meses de movilizaciones. Ésta tuvo lugar a pesar de la negativa del Gobierno a sentarse a negociar, viéndose obligado a convocarla ante la fuerza creciente de la lucha. Sin embargo, utilizó la fuerza de su contrario a su favor, lo que se convirtió en su primer triunfo político parcial, y por lo tanto tiende a debilitar el proceso de movilizaciones. ¿Cómo fue posible esto?
La región más transparente
En la reunión, según declararon moros y cristianos, se transparentaron posiciones. ¿Cuáles? ¿Adivinará el lector?
Pues claro, las que ya conocíamos. El gobierno reafirmó sus posiciones, las mismas que transparentemente todos conocíamos: que defiende la transformación de la educación de un derecho universal en un bien de consumo, que se pagará de acuerdo a las desiguales capacidades de pago de cada clase social, o a costa de un esclavizador endeudamiento.
Las dirigencias de la CONFECH, CONES y el Colegio de Profesores son las mismas que también transparentemente ya conocíamos: sus 12 puntos. Sí hablaron de la educación gratuita. Un saludo a la bandera.
¿El resultado? Que en lo que había acuerdo descubrieron que había acuerdo, y en lo que no, no.
Así las cosas, en cuanto al planteamiento de las posiciones, estamos en el mismo punto. Habría habido acercamientos en tres puntos: garantía constitucional del derecho a la educación, garantía de los derechos de los pueblos originarios, en los aportes basales. Pura poesía: como sabemos, por ley se prohíbe el lucro en las Universidades, pero las Universidades son una industria millonaria, que lucra a costa de los estudiantes, junto a los bancos. Y se mantuvieron las diferencias en la gratuidad en la educación, el lucro y el financiamiento compartido en los colegios particulares subvencionados. Y aunque estamos en el mismo punto, algo importante cambió.
Un triunfo parcial del gobierno
Las jornadas de paro nacional y movilización del 24 y 25 fueron una vez más una demostración de fuerzas. Tras eso, el gobierno, que lo había negado públicamente, convocó a una reunión de diálogo (emplazamiento, acercamiento, transparencia –más poesía).
No sólo eso: tras el asesinato de Manuel Gutiérrez por Carabineros, se abrió una crisis por la impunidad represiva, que el gobierno alienta. Y sobre llovido mojado: la acusación contra el general Gordon de favorecer familiares golpeaba más aún a la policía uniformada.
(...) Aunque la Concertación le dio cierto aire en esos mismos días: algunos de sus parlamentarios favorecieron que no prosperara la acusación constitucional contra Hinzpeter; se le aprobó el post-natal; se rechazó el proyecto de ley que permitía los plebiscitos.
Pero la fuerza seguía del lado de las movilizaciones. Y aun así, se concretó la reunión. Ese solo hecho significó un triunfo parcial para el gobierno, del que se dio cuenta. Y esto es lo importante que cambió: cuando parecía que la fuerza de la lucha estaba en condiciones de mantener el proceso de movilizaciones, paros y tomas, de ganar más y más favor el popular, de extenderlo incluso fuera de las fronteras, de unirse en las calles estudiantes con trabajadores, se le da una válvula de oxígeno al gobierno. El gobierno puede decir que abrió nuevos canales de negociación. Que puede canalizar la lucha. No desmovilizar en lo inmediato, eso no puede. Pero sí enfriar el ambiente, así oxigenarse, y reafirmar sus posiciones. Por eso, aunque al transparentarse parece que estamos en el mismo punto, algo importante cambió: el gobierno logró un primer triunfo parcial.
Porque el gobierno puso su piso mínimo: la educación sigue siendo un negocio, el negocio de los suyos, los empresarios que realizan sus fabulosas ganancias a costa de la explotación, opresión y abuso de todo el pueblo: con sueldos de hambre, con la entrega de nuestras riquezas naturales, con el asfixiante sobreendeudamiento de nuestras familias.
No fue su capacidad política. No fue su apertura a conceder alguna de las demandas fundamentales de esta lucha. Utilizó en su favor la fuerza contraria. ¿Cómo lo pudo hacer?
Los 12 negociables, y nuestro piso mínimo: educación gratuita, ahora Y si ya está en nuestro lenguaje la identificación numérica (los 33 mineros, los 21 de Juan Fernández), sigamos: los 12 negociables.
El Partido Comunista, con los principales dirigentes en CONFECH, CONES y Colegio de Profesores, consideró la reunión un avance. Camila Vallejos declaró qué era lo importante para ella: “Se demostró en esta instancia mucha voluntad de avance, y eso es lo importante señalar”.
¿Y por qué es un avance transparentar lo que estaba transparente? Porque los 12 puntos de la CONFECH son puntos negociables. Además, la negociación fue por arriba, sin discutir ampliamente en las asambleas de base los puntos a plantear, y callando la exigencia de renuncia de Hinzpeter tras la muerte de Manuel Gutiérrez.
Con los 12 negociables, los dirigentes de la CONFECH -tanto del PC como de los Autónomos y colectivos populares que la integran- no establecieron lo que estableció el gobierno: un piso mínimo. El gobierno les dijo “estas son nuestras posiciones”.
A partir de eso se discutirá en mesas de negociación por temas, y después se presentarán proyectos de ley al Parlamento. Sí, el mismo Parlamento binominal. El mismo Parlamento de los parlamentarios que responde a sus jefes los patrones, que votan leyes contra el pueblo trabajador.
Así, con los 12 negociables y negociando por arriba, aunque no llamen ya a bajar las movilizaciones, las direcciones oficiales de la CONFECH ayudan a que se enfríe el ambiente, a que se oxigene el gobierno, y a que se genere confusión (por ejemplo, esta semana pasada, el jueves 1/9 en algunas ciudades como Valparaíso y Temuco se salió a marchar creyendo que había una nueva movilización nacional, que se había convocado y se había levantado; por ejemplo, en las facultades crece la presión de las autoridades universitarias a dar exámenes y retomar la normalidad académica que incide más con una mesa de diálogo que se vive como antesala del fin de las movilizaciones).
Pero no hay que rendirse. Ante el piso mínimo del gobierno, puede haber un piso mínimo del movimiento estudiantil: la educación gratuita, ahora. Ellos establecieron su piso mínimo, nosotros debemos establecer el nuestro. El Partido Comunista, los Autónomos, los colectivos populares en la CONFECH no lo han planteado, sí en cambio sus 12 puntos negociables. Hay que luchar por una coordinación de delegados de base de asambleas de facultades y colegios que levanten la bandera de nuestro piso mínimo: la educación gratuita, ahora. Y la lucha por una Asamblea Constituyente libre y soberana basada en la movilización del pueblo trabajador, para no entregar la negociación al Parlamento binominal de las leyes patronales. 4 de septiembre
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