Europa

Nuevas acciones de la lucha de clases en el viejo continente

17 Jul 2011   |   comentários

Por Mario Caballero y Pablo Oprinari

En Europa hay un proceso dinámico de movilizaciones que viene cuestionando el proyecto económico regional de Unidad Europea, mostrando hoy en Grecia el eslabón más débil de la Unidad Europea. Es que, como lo enseñan las recientes movilizaciones y la huelga general en el país helénico, el continente europeo es hoy el punto más alto de la lucha de clases a nivel mundial. Este proceso viene precedido por las luchas del otoño francés y la huelga general del 2010 y el movimiento del M-15 de los “indignados” españoles.

Europa se pone a tono con las acciones de masas que iniciaron este 2011

A inicios del 2011, nuestra corriente señaló la tendencia (ver Estrategia Internacional 27) al inicio de un nuevo período histórico, signado por la primavera de los pueblos, que con epicentro –en ese momento-en los procesos revolucionarios y movilizaciones en el Magreb, tenía sus primeros exponentes en otros continentes.
De esa forma pretendíamos marcar la tendencia a un cambio profundo en la situación internacional, comenzando a dejar atrás el periodo de restauración burguesa y marcando el inicio de una mayor actividad de las masas. En ese sentido, los acontecimientos en Europa muestran una continuidad en el este proceso de entrada en escena de sectores de las masas; y es que mientras continúan procesos en el Magreb, las acciones en Grecia, España e Inglaterra señalan que empieza a ocupar el centro de la escena el viejo continente. Hay que considerar que, si la importante actividad de las masas de estos países muestran esta tendencia (tanto en países como Grecia y España, que son eslabones débiles de la cadena europea –en términos económicos y políticos-, como en países imperialistas muy importantes en el concierto continental, como Inglaterra), también algunos de los limites y contradicciones que esbozábamos en EI 27 se presentan: una participación todavía inicial de los trabajadores, con un protagonismo muy importante de la juventud (especialmente en Grecia y España), donde se arrastra en la subjetividad el peso de las derrotas de las décadas previas.

Crisis económica y lucha de clases

La de Grecia es una crisis estructural de largo alcance, que apunta hacia un callejón sin salida, donde los “rescates” son limitadísimos paliativos basados en coyunturales refinanciamientos de la deuda pública y ni siquiera son para reestructurar la deuda (lo que implicaría la eliminación de la acumulación de deuda a corto plazo). Es una situación que tiende a resurgir como crisis cada vez mayores y con más ajustes fiscales, que subordinan la economía nacional y la soberanía estatal (mediante la privatización de la economía y el territorio nacional) a la banca internacional (fundamentalmente la de los países imperialistas más sólidos de la eurozona).

Y pese a la preocupación de los países y los bancos acreedores (como Alemania y Francia) que quieren evitar un default de la deuda griega, la situación provocada por las mismas deudas de esos países y sus propios ajustes fiscales, no garantiza que el riesgo de nuevas crisis de pago de deuda se repita. Recientemente los ministros de finanzas de la zona acordaron entregar a Grecia 12 mil millones de euros, como parte del paquete aprobado en diciembre pasado de 110 mil millones de euros. Pero esto no garantiza que no se produzca una crisis financiera en la región.

Pero Grecia no pudo recaudar el monto que el FMI y el Banco Central Europeo esperaban como producto de las medidas privatizadoras, los recortes al gasto público y el ataque a las conquistas de los trabajadores, lo que muestra lo impredecible que son los rescates financieros.

Aunque el Parlamento griego aprobó el plan de ajuste requerido por el FMI para otorgarle dinero fresco para cubrir sus pagos más inmediatos, y las impresionantes protestas de la población trabajadoras no pudieron evitar estas medidas, la situación abierta es -tanto por el nivel de descontento como por la radicalidad de las acciones (quema del Ministerio de Finanzas. Enfrentamiento con la policía con molotovs, etc.)- de mucha polarización y de inestabilidad, y se refuerza la tendencia la huelga general que mostró la clase obrera española en septiembre del 2010.
Y aunque minoritario, surgió una vanguardia con acciones radicales que niega en los hechos la tendencia pacifista expresada por sectores de los “indignados” de la Puerta del Sol del Estado Español, hay una dinámica de luchas que muestran la resistencia de los trabajadores a los ajustes. Es una gimnasia de lucha que actúa como escenario preparatorio para situación más clásica de crisis.

Esto es parte de un salto en la lucha de clases que abarca hoy, en primer lugar, a Grecia, España, Inglaterra, pero que tiene sus antecedentes en Francia y que muestra en Italia la posibilidad de nuevas acciones. En Inglaterra, cerca de 800 mil maestros y empleados estatales realizaron el jueves 30 de junio una huelga nacional contra el ajuste a las jubilaciones cuestiona al gobierno conservador de Cameron (ya en marzo habían marcharon 250 mil). Los sindicatos chocaron con el líder laborista Ed Milliband, que se opuso al paro y a las acciones radicales para no perder votos de la población. Esta política se la pueden cobrar los trabajadores (mayoritariamente laboristas) en la disputa de Milliband con los conservadores

En Italia (donde al cierre de esta edición se votaba un salvaje plan de ajuste contra las masas) también crece el descontento contra las medidas de austeridad que intenta aplicar Berlusconi para evitar el contagio de la crisis griega. Planes de austeridad que incluso han provocado el rechazo de sus aliados en el gobierno Umberto Bossi, líder de la derechista Liga del Norte, pues los impuestos a los artículos de lujo afectan a su base social.
Por ahora se vio obligado por la situación candente en Europa a posponer sus medidas para los próximos tres años, mientras pueda manejar el balance del estado para el 2004.
Debemos estar atentos a los nuevos escenarios que se presentarán en Europa. Hay que destacar el hecho de que Inglaterra, un país imperialista muy importante (aunque no juegue el rol central de Francia y Alemania en la geopolítica mundial) haya actividad de las masas.

Límites y potencialidades
El elemento en contra de la radicalización obrera es el rol de las direcciones sindicales y políticas que atomizan y dividen las protestas, buscado pactar algunas medidas con el gobierno (como en Grecia). Pero la protesta y su carácter tendencialmente anticapitalista pueden ser un factor que apunte a recomponer la baja subjetividad de la clase obrera que hasta ahora no logra radicalizar su programa y la ruptura con sus direcciones.

Aunque no hay una sincronía con los procesos en África, es un peligro potencial la cercanía de Europa con el Magreb y el norte de África y las revueltas populares que tiraron a los gobiernos dictatoriales, y la posibilidad de que una reactivación de las mismas (como por ejemplo en Egipto) empalmen e impacten a sectores de las masas europeas. Se abre entonces una dinámica, donde más allá de sus ritmos inmediatos, los trabajadores y la juventud radicalizada pueden protagonizar nuevas y más profundas acciones contra los planes y los gobiernos que los aplican.









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