¿Por qué hay que apoyar a los trabajadores del SNTCAT?

20 May 2015   |   comentários

Desde el 2012, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Caja de Ahorro de los Telefonistas (SNTCAT) está en lucha contra la burocracia sindical -que al mismo tiempo es la patronal- y el gobierno, en defensa de los derechos laborales y la democracia sindical.

La Caja de Ahorro de los Telefonistas es una cooperativa que pertenece al sector de ahorro y crédito popular, que funciona desde 1995 como una cooperativa de servicios financieros. Asocia a las y los trabajadores sindicalizados en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y de varias empresas del sector como Telmex, CTBR, Teckmarketing y LIMSA. También integra a los miembros de ASPA México y a los trabajadores del Instituto Mexicano del Petróleo.

Las tareas que ejecuta requieren de la integración de una planta laboral en forma de cooperativa, que en 1997 se organizaron sindicalmente y crearon el SNTCAT. Al ser cooperativa, los trabajadores son, además de empleados, socios reconocidos. La importancia de la Caja de Ahorro de los Telefonistas es que genera remanentes cercanos a los 289 millones de pesos por año.

Breve historia de la lucha del SNTCAT
Desde hace varios años, los trabajadores organizados en el SNTCAT han denunciado que la Caja de Ahorro de los Telefonistas se ha convertido en un negocio familiar del dirigente del STRM, Francisco Hernández Juárez, que opera sin transparencia y redituando grandes ganancias.

En abril del 2012, el SNTCAT decidió iniciar una demanda legítima por el reparto de utilidades que sería respondida de manera adversa por Francisco Hernández Juárez. En mayo del 2013, después de negociaciones infructuosas en la revisión contractual, el sindicato decidió democráticamente irse a huelga exigiendo la creación de un fondo para el retiro subsidiado por los trabajadores y la patronal y el aumento en los días de “prima de antigüedad”.

Si bien la huelga de 9 días no logró la resolución integra de las demandas, si demostró el carácter democrático del sindicato, su disposición a la lucha, unidad y combatividad. Producto del fortalecimiento de la dirección independiente que hasta la fecha ostenta ese cargo, Francisco Hernández Juárez promovió, para las elecciones internas, una planilla afín a sus intereses. En la contienda del 2014, se presentaron dicha planilla (la Verde) y la Naranja, que agrupa al sector combativo, que ganó la Secretaría General, la del Interior, de Trabajo, Organización y Tesorería, mientras la verde se quedó con dos puestos en la Comisión de Honor, Justicia y Vigilancia y un puesto en el Comité Ejecutivo Nacional, demostrando el respaldo de la base trabajadora a la dirección actual y el ejercicio democrático en el sindicato.

A la vieja usanza priísta, Hernández Juárez crea un sindicato paralelo
Sin embargo, Francisco Hernández Juárez, pretextando las carteras ganadas por la planilla Verde, anunció la creación de un nuevo sindicato y amenazó en un acto público con que “quien no se afilie a este, se deberá atener a las consecuencias”. Bajo esta amenaza, el actual dirigente de la UNT, reciclando los métodos de los charros priístas, realizó una supuesta asamblea constitutiva con 72 trabajadores para crear un sindicato paralelo.

Desde entonces, dicho sindicato paralelo se ha dedicado a hostigar a todo aquel trabajador que permanezca en el SNTCAT logrando, mediante el miedo y la persecución, que 106 trabajadores se afilien al sindicato charro. Además, dicha campaña de hostigamiento ha incluido acoso sexual contra las compañeras que apoyan a la Naranja y el despido de 23 trabajadores.

Burócrata y patrón
La lucha del SNTCAT ha tenido que remar contra la corriente. Se enfrenta a la dirección de Francisco Hernández Juárez, que al interior del sindicato telefonista todavía tiene una amplia base social, a pesar de las voces disidentes -que son acalladas- y de que la reciente negociación contractual se hizo a espalda de los trabajadores.

Mientras Hernández Juárez se presenta como democrático y es dirigente de la opositora UNT, en realidad reproduce las prácticas burocráticas y entreguistas de la burocracia sindical millonaria que usa los cargos sindicales como botín, como es el conocido caso del millonario líder cetemista Gamboa Pascoe.

El caso de la Caja de Ahorro es emblemático porque está enfrentando a un dirigente sindical que dice hablar en nombre de los trabajadores y mantiene una política anti obrera para los empleados de Caja de Ahorro. Esto mientras permite la precarización laboral de los telefonistas, avalando la creación de empresas terciarizadas que promueven la subcontratación como CTBR, Limsa o Teckmarketing. Mientras las instituciones laborales, como es su costumbre, la dan la espalda a los reclamos justos de los trabajadores e indefectiblemente defienden los intereses de los patrones. Si algo tuvo de “opositora” la UNT, hoy solo se opone a la base trabajadora que demanda el respeto a sus derechos sindicales y laborales.

Esta política ha abonado en la división de las filas obreras, creando una brecha entre los trabajadores de Caja de Ahorro, sectores telefonistas y los trabajadores de las filiales. Es fundamental mantener la unidad de los asalariados que explota Carlos Slim con la complicidad de este dirigente “opositor” Los que padecemos la explotación laboral y bregamos todos los días por llevar sustento a nuestras familias, debemos estar unidos contra los patrones y los burócratas sindicales. Por ello, ningún trabajador debe permitir que sus hermanos de clase sean despedidos o acosados.

Apoyar la lucha del SNTCAT
Un enorme peligro se cierne sobre el SNTCAT, y su derrota o su victoria, sienta un precedente para el conjunto del sindicalismo independiente y democrático. Hacia la próxima toma de nota, es esperable que la planilla verde, detrás de la cual está Francisco Hernández Juárez, intente arrebatar la titularidad del contrato a la dirección combativa.

Esto dificultaría seguir luchando por la reinstalación de los despedidos, contra el acoso laboral y sexual y por mejorar las condiciones de trabajo. Es fundamental que la base de la planilla verde y la planilla naranja discutan, enfrentando las amenazas y el miedo, una política unitaria –democráticamente discutida- para preservar la independencia del sindicato y que el mismo sea verdaderamente un instrumento de lucha contra la miseria y las explotación de los trabajadores telefonistas y no un apéndice de la política colaboracionista de Hernández Juárez.

Al mismo tiempo, es fundamental que las organizaciones políticas, de derechos humanos, sindicales, los intelectuales progresistas y en particular la Nueva Central de Trabajadores – de la cual forma parte el SNTCAT- y el SME impulsemos una gran campaña por la reinstalación de los despedidos, contra el acoso sexual a las mujeres trabajadoras, por la independencia y democratización de las organizaciones obreras y porque ningún trabajador o trabajadora más esté en la calle, imposibilitado de llevar sustento a su familia.









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