Raúl Salinas de Gortari, símbolo de corrupción e impunidad en México
24 Dec 2014
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Por Arturo Méndez.
El pasado viernes 12 de diciembre, último día laboral del Poder Judicial Federal antes del periodo vacacional, el Tercer Tribunal Unitario Penal del Distrito Federal dictó sentencia absolutoria a favor de Raúl Salinas de Gortari por el delito de enriquecimiento ilícito. Para esa fecha, el tribunal estaba por cumplir un mes sin titular.
Durante los sexenios de los presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari (su hermano), el ahora exonerado ocupó cuatro cargos públicos, entre los que destaca su rol como funcionario de la extinta Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo).
En un juicio que duró casi 19 años, el inculpado era investigado por la posesión de 224 millones de pesos que, según la Procuraduría General de la República (PGR), provenían de la Partida Secreta de la Presidencia de la República, de la que fueron desviados, entre 1990 y 1994, 2 mil 218 millones de pesos.
La PGR también lo acusaba por la adquisición de decenas de bienes inmuebles en el Distrito Federal, el estado de México, Guerrero, Morelos, Baja California Sur, Oaxaca, Jalisco, Puebla y Querétaro.
En julio de 2013, Raúl Salinas ya había sido exonerado por el delito de enriquecimiento ilícito, fallo al que apeló en ese momento la PGR. La Procuraduría, sin embargo, no pudo acreditar -según la decisión del tribunal- que la fortuna del acusado provenga de actos de corrupción como funcionario público, por lo que fue declarado inocente de manera definitiva e inapelable.
En consecuencia, al llamado "hermano incómodo" le serán devueltos sus bienes confiscados y seis cuentas bancarias. Esto será en enero, cuando regrese de vacaciones el Poder Judicial.
Con el fallo a su favor concluye el último juicio penal que Raúl Salinas enfrentaba en tribunales mexicanos, en los que también había sido procesado por los delitos de defraudación fiscal, lavado de dinero, peculado (desvío de fondos públicos) y narcotráfico.
Durante el proceso de privatizaciones encabezado por el gobierno de su hermano Carlos, The Wall Street Journal lo apodó Míster 10%, por ser esa la "comisión" que recibía por cada operación financiera en la que participaba.
A ello se suman otras corruptelas, como la creación en Suiza de un fondo millonario para inversión futura en el que supuestamente invertían empresarios mexicanos, pero que era investigado como pantalla para lavado de dinero.
La corrupción de este personaje le valió ser incluido en la lista de la revista Forbes de "Los 10 mexicanos más corruptos de 2013", en donde se le califica de "símbolo de la corrupción y la impunidad".
El asesinato de Ruiz Massieu
Acusado del asesinato de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), perpetrado en septiembre de 1994, Raúl Salinas de Gortari fue expulsado de su partido y encarcelado con una sentencia de 50 años.
Tras pasar diez años en la cárcel, en el 2005 fue absuelto al no poder demostrarse su autoría intelectual, y puesto en libertad luego de pagar una fianza de 32 millones de pesos, que su familia recaudó en tres días.
Además de Ruiz Massieu, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari fueron asesinados el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y el candidato a la presidencia por el PRI, Luis Donaldo Colosio, marcando junto con la irrupción del EZLN en enero de 1994, el ocaso del régimen del priato, que sobreviviría sólo un sexenio más bajo la presidencia de Ernesto Zedillo.
Impunidad y riqueza vs represión y miseria
Mientras permanecen desaparecidos los 42 normalistas de Ayotzinapa y continúa impune la masacre de Iguala; mientas permanecen en las cárceles Jacqueline Santana y Bryan Reyes, activistas solidarios con Ayotzinapa, Nestora Salgado, de la policía comunitaria de Olinalá, Guerrero, los líderes de la tribu yaqui en lucha contra el Acueducto Independencia en Sonora y cientos de presos políticos más; mientras las autoridades actúan coludidas con el narco, las redes de trata y son responsables de los miles de feminicidios en el país; mientras ciminalizan a la juventud y a los migrantes, la "justicia" mexicana ha declarado inocente a un asesino y corrupto hasta la médula.
La exoneración de Raúl Salinas y la devolución de sus bienes y cuentas bancarias muestra una vez que en esta democracia para ricos, su "justicia" garantiza bienestar e impunidad para los de arriba mientras persigue, encarcela y asesina a luchadores sociales, al tiempo que se profundizan las condiciones de miseria para las grandes mayorías con bajos salarios, desempleo, precarización laboral, saqueo, destrucción ambiental, despojo y mayor entrega al imperialismo.
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