MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

AMLO cuenta con el sí del ex-rector Juán Ramón de la Fuente –conocido por reprimir y acabar con la huelga de la UNAM de 1999-2000 mediante la incursión de la entonces PFP– para desempeñar el cargo de Secretario de Educación en su gabinete. Con esta carta pública, el “candidato de las izquierdas” ofrece a la ciudadanía la modernización de la educación y la independencia de la SEP y la SNTE de las cúpulas partidistas y el presidencialismo, ganando adeptos no sólo entre ciertos sectores académicos de la UNAM, sino al interior del magisterio democrático organizado en la CNTE que confían en la política de un ex-funcionario “apartidista” de los gobiernos de Zedillo y Fox que ha respondido con represión y engaño a las movilizaciones y luchas del sector estudiantil como de los trabajadores.

En 1999, luego de la intentona de las cúpulas universitarias de implementar el reglamento general de pagos y el estallido de la huelga que defendió la gratuidad en la UNAM y trajo abajo el rectorado de Barnés, de la Fuente fue impuesto por el entonces presidente Zedillo para resolver el conflicto, lo cual realizó no mediante el cumplimiento de las demandas del estudiantado organizado –el establecimiento del Congreso Democrático Resolutivo para emprender una verdadera reforma universitaria democrática, por mencionar una–, sino con la reactivación de los grupos porriles y la criminalización del estudiantado en la opinión pública que, luego de la represión del 1ro de febrero en Prepa 3, dio rienda suelta al estreno de la PFP (hoy PF) en la UNAM, apresando a más de 1000 estudiantes en el Auditorio Che Guevara y el resto de la UNAM, para enjuiciarlos y llevarlos a prisión.

Durante su rectorado, de la Fuente profesionalizó una política de estabilización tanto del movimiento estudiantil como de los trabajadores por la vía de la represión, las omisiones, la coptación y la criminalización, acentuando los rasgos antidemocráticos y represivos al interior de la universidad, además de la privatización paulatina de la universidad y la precarización del profesorado.

Como rector hizo caso omiso de la desaparición y ejecución de estudiantes como Pável González, y aún más, hizo caso omiso de la represión y encarcelamiento de estudiantes de la UNAM en Oaxaca durante 2006 que se movilizaron con la APPO, así como de los estudiantes presos de la UNAM durante el 3 y 4 de mayo en Atenco.

El supuesto “actor democrático” que AMLO propone para su gabinete, Juan Ramón de la Fuente, un dinosaurio represor de la política cupular, está lejos de identificarse con los estudiantes, trabajadores y campesinos en lucha, no sólo a decir de su desempeño como rector, sino de su actual posición acrítica respecto al ataque a los estudiantes de las normales rurales y las casas de estudiantes y la falta de apoyo a la clase trabajadora y el estudiantado que ha venido movilizándose en el período reciente.