Historia

Anticapitalistas en la Revolución de 1910

20 Nov 2014   |   comentários

Un 16 de septiembre de 1873 nacía en Oaxaca el revolucionario mexicano Ricardo Flores Magón. Personaje incomodo para la izquierda mexicana, Flores Magón, fue sin duda un representante de la corriente anticapitalista en la revolución de 1910.

Un 16 de septiembre de 1873 nacía en Oaxaca el revolucionario mexicano Ricardo Flores Magón. Personaje incomodo para la izquierda mexicana, Flores Magón, fue sin duda un representante de la corriente anticapitalista en la revolución de 1910.

Para una interpretación tradicional de la Revolución Mexicana los anarquistas encabezados por Ricardo Flores Magón no fueron más que “simpáticos aventureros” o “radicales revolucionarios”. Según la visión del constitucionalismo triunfante el anarquismo de los hermanos Flores Magón era una importación “desde fuera” de “ideas fantasiosas” de la Internacional Workers fo the World de los Estados Unidos.

A diferencia de esta interpretación, a decir de José Revueltas, en su Ensayo de un proletariado sin cabeza, la corriente magonista en la revolución mexicana podría considerarse como “el antecedente de una conciencia revolucionaria socialista, propia, nacional, de la clase obrera en México.”

El movimiento encabezado por Ricardo Flores Magón (el Partido Liberal Mexicano, PLM) así como el movimiento de Zapata en el Sur de México (la Comuna de Morelos) ponen en cuestión una interpretación tradicional de la Revolución Mexicana en la que la caída del dictador Porfirio Díaz se consideraba un movimiento estrictamente democrático burgués. Todo lo contrario la Revolución de 1910 no fue una “revolución democrático burguesa” tradicional como repetían los intelectuales de veta estalinista.

Flores Magón: del Partido Liberal Mexicano y al anticapitalismo

Inicialmente los hermanos Flores Magón comenzaron a organizarse contra la dictadura de Porfirio Díaz por medio del periódico de combate Regeneración de franca ideología liberal. Al inicio de su actividad política criticaban el mal ejercicio de la justicia y los tribunales en México, y tenían como principal objetivo inculcar el civismo en la impartición de las leyes.

Ambos jóvenes en 1900 lanzaron el llamado a la conformación de la organización del Partido Liberal Mexicano (el PLM) que tuvo eco en un número importante de intelectuales del país. Con casi un centenar de delegados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Distrito Federal, Hidalgo, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Tamaulipas, San Luis, Veracruz y Zacatecas. El primer congreso se realizó el mes de marzo de 1901. El PLM respondía a un sentimiento más generalizado dentro de la intelectualidad disidente con el régimen político, sumando a abogados, estudiantes, médicos, ingenieros y algunos típicos profesionales de la clase alta.

Producto de la represión del gobierno de Porfirio Díaz este núcleo de intelectuales fue obligado a vivir en exilio. Esto los llevó a una radicalización política. En 1905 el PLM cambió su fisonomía constituyendo una junta clandestina la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.

El objetivo ya no sólo era denunciar el mal ejercicio de la administración, sino luchar por construir un partido que desde la clandestinidad organizara la revolución. Para este periodo los métodos de lucha se radicalizaron y se avanzó en las consignas programáticas de corte democrático burgués, incluyendo demandas agrarias y laborales y denunciando la injusticia de la estructura social imperante. Para ese momento la revolución debía ser por métodos violentos.

Para Flores Magón, luego de la estructuración de 1905, el PLM tenía como objetivo: “preparar en todo el país centros de rebelión para que la conflagración sea general y no en un solo punto de la república” Los clubes clandestinos, comprometidos a la cotización para el partido, distribuían Regeneración y mantenían la cohesión de la base militante.

El funcionamiento clandestino permitió la recaudación de fondos para la liberación de militantes presos y el pago de fianzas para la publicación del periódico, en muchas ocasiones clausurado. En esta hipótesis estratégica vemos muchas semejanzas con la estrategia blanquista del siglo xix francés. Para Flores Magón, luego de la estructuración de 1905, el PLM tenía como objetivo: “preparar en todo el país centros de rebelión para que la conflagración sea general y no en un solo punto de la república”.

Cananea y Rio Blanco: dos acciones proletarias en la Revolución Mexicana

El PLM y su JOPLM (Junta Organizadora) construyeron células en dos lugares neurálgicos del proletariado mexicano: la zona minera de Cananea y la zona textilera de Rio Blanco en Veracruz.

En junio de 1906 en la mina de Oversight los obreros decidieron estallar la huelga y no dudaron en elegir a los magonistas como representantes del movimiento. Los rumores de concesión de la explotación minera a algunos capataces y la posibilidad de que los concesionarios decidieran quienes conservaban sus puestos de trabajo, fueron los sucesos determinantes para el inicio de la huelga.

Los sucesos se desarrollaron de forma tal que fue necesaria la intromisión de los famosos rangers, patrullas rurales estadounidenses al servicio de Thomas Rynning y avaladas por el gobernador de Sonora.

Los rangers mantuvieron el control de la comisaría de Ronquillo. Este contingente de 200 soldados yanquis llegados a Cananea el día 2 de junio, junto a los treinta gendarmes al servicio de Rynning, dieron cuidado a las principales propiedades de la Cananea Consolidated Copper Company, entre ellas: la tienda de raya, el banco y las propias oficinas centrales de la propiedad de Greene.

En el mes de abril de 1906 en Río Blanco los obreros comenzaron a organizarse con el objetivo de pelear por mejores condiciones de trabajo, formando el Gran Círculo de Obreros Libres (GCOL).

El 7 de enero de 1907 los obreros de Río Blanco comenzaron la rebelión. En general, las interpretaciones constitucionalistas han caracterizado a los sucesos de Rio Blanco como una huelga similar a la de Cananea en 1906. Sin embargo los obreros textileros, frente al paro patronal, desarrollaron métodos más radicalizados en contra del laudo presidencial y del boicot de los industriales

Magonismo anticapitalista: la polémica con Emiliano Zapata

Luego de derrotada la insurrección de Rio Blanco, Ricardo Flores Magón emprendió el llamado a una nueva insurrección y junto a grupos de corte anarquista dirigidos por Leyva Berthold, Carly Arp, Rhys Pryce y Jack Mosby el 8 y 9 de mayo tomaron militarmente la ciudad de Tijuana bajo el lema de Pan, tierra y libertad.

Esta toma, simultánea al enfrentamiento militar en Juárez por Francisco I. Madero, fue concebida como “la base principal de nuestras operaciones para extender la Revolución Social a todo México”. Desarmados por el gobierno de Francisco I. Madero, tras la caída de Porfirio Díaz, el magonismo cayó en su lugar más bajo de acción e influencia momento en el que se declararon abiertamente anticapitalistas.

En su Manifiesto de septiembre de 1911 cuestionan la propiedad privada y llaman a la revolución contra la clase capitalista. Aun con la radicalidad del movimiento encabezado por Ricardo Flores Magón una de las limitaciones que han planteado varios historiadores sobre el magosnismo es su sectarismo frente al zapatismo y el villismo. Tras el llamado del caudillo morelense, en el año de 1913, a que la publicación de Regeneración se hiciera en el estado del sur, Ricardo Flores Magón desistió la invitación.

El campesinado, fuerza motora fundamental del estallido de 1910, que se manifestó con firmeza en los grandes ejércitos campesinos de Villa y Zapata, no interesó a la estrategia magonista. Sin duda existió un subestimación del potencial revolucionario de las masas rurales, cuya máxima expresión fue la llamada Comuna de Morelos y, en otro nivel, la División del Norte.

Ricardo Flores Magón murió en 1922 en Kansas por su actividad antibelicista.

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