Estrategia

Marx regresa

El devenir de la ganancia capitalista (I)

16 Jul 2012   |   comentários

En el número anterior de Estrategia Obrera vimos que la ganancia de los capitalistas proviene de la apropiación del trabajo excedente que realizan los obreros. Una parte de esas ganancias, los capitalistas las destinan a solventar su vida de lujos. ¿Pero qué hacen con el resto?

Cuando se acumula capital

El dinero que el capitalista no utiliza para su consumo personal, lo acumula. Ésta es la acumulación del capital, que tiene como destino la producción de más y más plusvalía. Esta plusvalía se destinará en parte a pagar el nivel de vida de los empresarios y otra parte se destinará a la producción de más plusvalía. El capital se integra así al proceso productivo y la necesidad de darle valor, que no tiene límite alguno, permitió en los primeros tiempos del capitalismo, el desarrollo de las fuerzas productivas –las materias primas, la maquinaria, los métodos y técnicas de producción, los trabajadores y su capacidad de trabajo.

La composición orgánica del capital

A medida que avanzó la acumulación del capital, dice Marx que “se opera una gran revolución en la relación que existe entre la masa de los medios de producción y la masa de la fuerza de trabajo que los mueve. Esta revolución se refleja, a su vez, en la composición variable del valor del capital constituido por una parte constante y otra variable, o en la relación variable que existe entre su parte de valor convertida en medios de producción y la que se convierte en fuerza de trabajo” (1). Llama a esto composición orgánica del capital, que es la relación entre el capital constante (maquinaria, infraestructura) y el capital variable (fuerza de trabajo). Las empresas, los sectores industriales y los países más adelantados poseen una mayor composición orgánica del capital, o sea que es mayor la parte del capital total que se utiliza para la adquisición de maquinaria y materias primas.

La innovación tecnológica

Sucede que para producir un objeto, por ejemplo, una mesa, si se realiza en forma artesanal, aplicando la fuerza de trabajo de una o dos personas, pueden tardar, hipotéticamente, cuatro días. Este proceso incluiría la recepción de la madera, cortarla, pulirla, dar forma a cada una de sus partes, realizar el ensamblado y barnizar el mueble terminado. En esas condiciones de desarrollo de las fuerzas productivas, los cuatro días serían la “norma” de tiempo de trabajo socialmente necesarios para producir una mesa. Pero aparece un empresario que instala una fábrica de muebles, cuenta con más trabajadores, con maquinaria especializada (fabricada a su vez por otros trabajadores, que por lo tanto contiene trabajo humano cristalizado), y además aplica la división de trabajo en el proceso de producción de los muebles. Él obtendrá ocho mesas terminadas al cabo de cuatro días. Sin embargo, la mesa artesanal encierra mayor valor que las mesas producidas industrialmente, porque la primera contiene mayor cantidad de horas de trabajo humano que las ocho que se produjeron en la misma cantidad de tiempo. Este capitalista ha establecido entonces un nuevo parámetro de tiempo de trabajo socialmente necesario para producir mesas. El dueño de la fábrica de muebles si vende toda su producción, logrará incrementar sus ganancias: adquiere ganancias extraordinarias respecto a los otros productores de muebles. Pero luego otros maestros artesanos introducen en la producción de muebles la maquinaria especializada, más trabajadores para operar esa maquinaria y la división del trabajo en sus talleres. Con la aplicación de las innovaciones obtienen ocho mesas en cuatro días también. Se generalizó así un nuevo estándar de tiempo de trabajo socialmente necesario para producir mesas. Surgen así nuevos capitalistas en la industria del mueble, cada uno con una composición orgánica del capital similar al resto.
En la próxima entrega abordaremos la relación entre la tasa de ganancia y la competencia entre los capitalistas.

(1) Marx, El capital / tomo 1 El proceso de producción del capital, sección 7 “El proceso de acumulación del capital”, Cap. 23 “La ley general de acumulación capitalista”, publicado en Marxist Internet Archive.

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