Las perspectivas de la lucha para la APPO
31 Jan 2007
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Por: Sofia Andrade
A dos meses de ocupación militar y policial la consigna FUERA URO, que ha concentrado el descontento de miles contra la miseria y explotación en Oaxaca, sigue vigente. Ulises Ruiz Ortiz no sólo no se ha ido sino que pretende “gobernar” su periodo completo (hasta 2010) resguardándose para ello detrás de los escudos policíacos y beneficiándose de los pactos reaccionarios entre el PRI y el PRD con el gobierno calderonista.
El “exhorto” a pedir licencia que anteriormente hicieron senadores panistas y perredistas a Ulises Ruiz, hoy ha quedado en el olvido.
La política de “mano dura” del represor Ramírez Acuña desde Gobernación ha desatado la más feroz represión contra simpatizantes e integrantes de la APPO. Desde noviembre decenas de compañeros han vivido cateos ilegales en sus domicilios, intimidación y persecución al grado de tener que esconderse en otro estado y hasta separar a su familia. La semana pasada una profesora fue secuestrada y asesinada por bandas paramilitares.
Al mismo tiempo, decenas de profesores han padecido las agresiones del grupo de Elba Esther Gordillo que en varias comunidades mantiene a gente trabajando en las escuelas, sin que éstos sean maestros y que han realizado diversas agresiones contra los mentores que participaron en movimiento, creando un clima de intimidación y hostigamiento en sus propios centros laborales. En ese marco se suscitó la balacera del 15/01 en Huautla de Jiménez, donde el presidente municipal priísta Apolonio Vasconcelos encabezó la violenta acción contra maestros indígenas integrantes de las APPO que mantenían un plantón.
A su vez, el PRD se aprovecha del debilitamiento que esta ofensiva ha propinado a las fuerzas de la APPO para tratar de capitalizar a su favor el legítimo descontento contra la represión. Aunque ha participado de manera importante en algunas movilizaciones en apoyo a Oaxaca -y ahora dice que nuevamente propondrá en la Cámara la iniciativa de la “desaparición de poderes” en la entidad-, busca desviar la lucha hacia cauces institucionales. Esto sin duda permitiría que elementos del mismo régimen como el Congreso Estatal -que pidió de manera unánime la entrada de la PFP- sean legitimados ante los ojos del pueblo oaxaqueño, y que las demandas más acuciantes de los miles de jóvenes, amas de casa, trabajadores y campesinos que se expresaron en el movimiento, pueden terminar dilapidadas.
Esta situación desfavorable de las masas oaxaqueñas es también la consecuencia de la política impulsada por la dirección de la secc. 22, que levantó el paro magisterial a cambio del acuerdo con Abascal que “autorizaba” el presupuesto para rezonificar a los profesores de Oaxaca (acuerdo que fue antesala de la represión) y que en los hechos no ha sido cumplido.
Hoy la prioridad para los partidos políticos, las cúpulas sindicales y los gobiernos estatal y federal es mantener la estabilidad de sus instituciones en Oaxaca frente a la potencialidad que mostró la lucha de la APPO (que analizamos en artículos anteriores) y que hoy sigue latente.
Un gran Movimiento para liberar a nuestros presos
A las arbitrarias y salvajes detenciones a miembros y simpatizantes de la APPO se ha sumado la represión contra quienes buscan su liberación como se vio en el desalojo del plantón de Mihuatlán (13/01) y en la marcha de repudio a este hecho el 17/01.
La lucha oaxaqueña se encuentra frente a nuevos retos para superar el golpe dado por el gobierno. Hoy la tarea central para la reorganización del movimiento es la liberación de todos los presos y procesados políticos.
En ese sentido, es necesaria la creación de un amplio movimiento nacional donde se convoque al conjunto de la clase trabajadora del país a conformar una Coordinadora Nacional contra la Represión, para discutir cuál es la mejor forma para arrancar a nuestros compañeros de las prisiones y luchar contra las medidas represivas y policiales de Ramírez Acuña y Calderón.
En Oaxaca, este objetivo implica acordar e impulsar esta Coordinadora a nivel estatal. Proponer por ejemplo que se nombren delegados a esta Coordinadora, provenientes de las columnas sindicales agrupadas en el FESODO, como los trabajadores de salud que en los meses previos hicieron paros laborales en apoyo al magisterio, o los trabajadores de STUABJO que también han estado en pie de la lucha, así como los compañeros combativos del magisterio. Que integre también delegados de los estudiantes por cada facultad y normales, y delegados campesinos, por región, delegadas de la COMO, delegados indígenas. Una Coordinadora donde participen los compañeros del Comité de Familiares de Asesinados, Desaparecidos y Presos Políticos, compañeros de la LIMEDH y demás organizaciones que luchan por la liberación de los presos. Una Coordinadora donde de conjunto discutamos qué acciones y pasos contundentes llevamos a cabo.
Una organización de este tipo puede ser la base para la reorganización de la APPO y para emprender un gran movimiento estatal que además tome en sus manos la lucha por las demandas y reivindicaciones de todo el pueblo oaxaqueño.
¡Libertad incondicional e inmediata a todos los presos políticos! ¡Aparición con vida de los desaparecidos!
¡Alto a la persecución e intimidación de los maestros!
¡Alto al acoso a los familiares de los compañeros de la APPO!
¡Fuera Ulises Ruiz de Oaxaca!
El ataque sobre la sección 22
El gobierno trata de avanzar sobre la sección 22 y liquidar la fuerza que ha adquirido durante más de 20 años como referente de resistencia sindical en el Estado. Apoyándose en la burócrata Elba Esther Gordillo, el panismo y el priísmo crearon a vapor una nueva sección (la 59) para dividir y debilitar a la sección 22. Este nuevo charrismo encabezado por los traidores del Comité Central de Lucha son los esquiroles del paro de los últimos meses. Los trabajadores del magisterio de la educación a nivel nacional sufrirán un fuerte golpe si se consolida esta ofensiva de la SEP, Gobernación y los charros.
Lamentablemente después de la traición de Enrique Rueda Pacheco al movimiento oaxaqueño, la dirección de la sección 22 se deslindó públicamente de la APPO, anunciando así al gobierno que el magisterio no está vinculado a las organizaciones de este movimiento. Con esto expone más a la represión a las demás organizaciones a los maestros combativos que se mantienen en la lucha. También, esta decisión aísla a la sección 22 ante la embestida gubernamental que busca liquidarla. De nada le servirán al magisterio los anteriores acuerdos de Rueda Pacheco con Carlos Abascal, ni el desgaste que su ruptura con la APPO provocó en las filas de los maestros.
Es necesario que los compañeros de la 22 se movilicen masivamente por la libertad de los presos de la APPO y repudien represiones como las de Mihuatlán.
La sección 22 está en la disyuntiva de desvincularse del pueblo que la ha apoyado o acordar una política combativa e independiente que rebase la política de los dirigentes traidores. Hace falta una nueva dirección honesta y combativa que luche por fortalecer el rechazo a los planes de gobierno y los charros del SNTE.
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