Lucha antiburocrática en el magisterio
04 Apr 2008
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Por: Sofia Andrade
La renovación de dirigencias seccionales en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha generado fuertes pugnas para acabar con años de burocracia corrupta y asesina representada por Elba Esther Gordillo, cuya dirigencia atraviesa su crisis más importante en años. La pretensión de imponer gente afín a la cúpula elbista en los puestos claves del sindicato busca, como en tiempos del priato, mantener a raya cualquier oposición a los planes de gobierno (ahora calderonista) dentro del magisterio.
Por eso se han intensificado las prácticas clásicas del charrismo sindical: como la imposición de la planillas únicas para garantizar la totalidad de los votos a favor, la realización a puerta cerrada de congresos estatales como en Chiapas, la no publicación de convocatorias para estos procesos en casi todos los estados, la compra de votos, las amenazas e intimidaciones a sectores opositores, la presencia de golpeadores en los congresos, entre otras. Esta situación ha potenciado el descontento que existe entre los maestros de prácticamente todo el país y la unidad de los distintos sectores disidentes del SNTE.
El descontento es tal, que en secciones históricamente controladas por los charros en estados como Yucatán, Baja California Sur, Campeche, Chiapas y Zacatecas, la burocracia no pudo imponer sus candidatos únicos pues, por primera vez en muchos años, profesores de estas entidades organizaron planillas alternativas para la elección. Las prácticas gansteriles de represión sindical, lanzadas por los elbistas en pro de su supervivencia gremial, no han mermado la lucha por extirpar definitivamente el cáncer sindical que ha padecido durante años el magisterio. En varios estados, cientos de profesores instalaron plantones y realizaron tomas de los edificios seccionales en rechazo a estas prácticas. Este repudio generalizado, se reactivó hace unos meses con la imposición de la nueva ley del ISSSTE, pues les significó a los mentores descuentos adicionales a sus ya de por sí precarios sueldos, además de la pérdida y entrega de importantes conquistas en materia de pensiones y jubilaciones.
Por esta razón, el plantón de maestros agrupados en la CNTE se ha mantenido durante varios meses frente a las oficinas centrales del ISSSTE en el D.F., en repudio a dicha ley. En ese sentido, destaca también la convocatoria que realiza la CNTE para elegir disputarle la dirección del magisterio al Comité Ejecutivo Nacional, mediante la denominada Junta Nacional de Gobierno Sindical y el llamado a un congreso nacional de bases.
QUE SE VAYAN TODOS… LOS CHARROS
La lucha del magisterio pone, en primer término, la necesidad de la unidad más amplia para enfrentar las maniobras de las direcciones burocráticas que por años han estado enquistadas en los sindicatos: garantizando su subordinación a las autoridades estatales y el gobierno.
La organización de planillas independientes en lugares donde antes era inimaginable que Gordillo perdiera su dominio, muestra la determinación de lucha y la esperanza de cambio que ha adoptado el magisterio en los años recientes, y que sin duda, da valiosas lecciones al conjunto de la clase trabajadora explotada y oprimida de nuestro país.
Pues para poder sacar efectivamente a todos los charros del sindicato, es necesario agrupar en la lucha antiburocrática a todos los sectores democráticos que han enfrentado las maniobras de la criminal burocracia. Una medida importante en ese sentido, puede ser la convocatoria a una asamblea nacional de representantes de base del magisterio con mandato de asamblea locales y seccionales, a fin de determinar conjuntamente qué pasos seguir para que la organización sindical pase a manos de sus agremiados y ponerla al servicio de los intereses de la población pobre, y no de los empresarios y el gobierno.
La rotación permanente de representantes sindicales, surgidos desde la base, puede prevenir los intentos de recambio emanados desde la misma burocracia con el fin de realizar solo cambios cosméticos en la organización sindical.
La lucha por sacar a todos los dirigentes charros debe además concitar el apoyo de otros trabajadores y de la población, para que en caso de represión, como sucedió en Oaxaca en el 2006, sea la misma población quien salga en defensa de los maestros.
De igual forma, esto permitirá imponer que los charros criminales como Elba Esther sean castigados como los asesinos que son.
El movimiento magisterial tiene frente a sí una oportunidad histórica de cambiar radicalmente el orden de las cosas, en el contexto nacional esta oportunidad se puede traducir en lecciones para toda la clase trabajadora de nuestro país.
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