MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Antes de que asumiera en 2005 como Secretario General de la Confederación, fue dirigente de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal (FTDF) en los 70’s, donde no desperdició el tiempo y se enriqueció haciendo negocios con créditos y contratos de construcción.

Durante su gestión el charro fue una pieza fundamental de los empresarios y el gobierno mexicano para que se implementaran las reformas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la reforma laboral y la energética, las cuales hicieron pedazos las conquistas de los trabajadores y su Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).

Decimos que fue pieza clave porque permitió que dichos planes de la burguesía pasaran por encima de los trabajadores con poca o nula resistencia de parte de los mismos, gracias al chantaje, miedo, amenazas y represalias que Gamboa Pascoe y la CTM ejercían sobre ellos.

El charrismo es el aceite con el que los patrones ponen a funcionar el engranaje de la explotación. Sin la burocracia sindical, muchos de los abusos que diario cometen contra nosotros o bien no serían posibles, o la clase obrera se los haría pagar muy caro. Por eso las y los trabajadores no tenemos nada que llorar y sí mucho que escupir sobre la tumba de Gamboa Pascoe.

Del 2005 a la fecha, periodo en que estuvo al frente de la CTM, los obreros sufrieron una fuerte pérdida en el poder adquisitivo, mientras el líder de la Confederación se enriquecía impunemente de las cuotas de los agremiados, viviendo como millonario en su casa de Pedregal de San Ángel y transportándose en autos de lujo. Cuando una reportera le cuestionó esto contestó: “¿Qué, porque los trabajadores están jodidos, yo también debo estarlo?"

Al funeral del charro asistieron Peña Nieto y Beltrones como guardia de honor. El secretario de trabajo Navarrete Prida mando por twitter condolencias a su familia.

No son para menos las condolencias: son muestra de lo agradecidos que están con Gamboa Pascoe por siempre garantizar la sumisión de la clase obrera a los planes que el imperialismo yanqui le exigía a Peña Nieto. Y es que como el cetemista sostuvo que él se encargaría de que a los trabajadores no se les vera "gritar en las calles invadiéndolas" para no "generar el desorden y hacer que se detenga el país, que así se desprestigia México y [provoca que digan] que es inseguro". Obviamente, inseguro para las inversiones.

Además, grandes cantidades de votos de parte de los agremiados de la CTM estaban asegurados al Partido de la Revolución Mexicana (PRI) gracias a las amenazas que Gamboa Pascoe lanzaba contra ellos para que votaran por ese partido, del que fue diputado y senador en distintas ocasiones.

Sabemos que con su muerte no se termina el ciclo del charrismo mexicano, pues más personajes siniestros vienen detrás de él alzando la mano para ser los nuevos lacayos de los patrones. Por el momento, la burguesía ha escogido para ese papel a Carlos Aceves del Olmo, ahora ex líder de la FTDF y del que pronto le dedicaremos un artículo.

Por eso las y los trabajadores no debemos esperar a que los charros mueran de viejos fosilizados en la dirigencia de las organizaciones obreras. No hay una tarea más urgente ahora para nuestra clase que arrancar los sindicatos de las manos de la CTM para ponerlos al servicio de los trabajadores y trabajadoras, o crear sindicatos independientes ahí donde sea necesario para pelear por la titularidad del CCT de la base obrera. Como la tarea no es sencilla, debemos organizarnos para crear al interior de nuestros centros laborales corrientes sindicales combativas y democráticas, que se encaminen en la realización de esta tarea y así avanzar en la reconquista de nuestros derechos, arrebatados gran parte de ellos gracias a Pascoe.

En las maquilas de Ciudad Juárez se están viendo actualmente muestras ya de luchas el derecho a sindicalizarse. Es necesario ampliar y profundizar este ejemplo, para darle muerte por fin y de una vez por todas a la CTM.

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