México: vuelve a desplomarse el petróleo y con él la economía

25 Feb 2015   |   comentários

Diana Valdez - @yellikann//Este lunes la mezcla mexicana de petróleo registró su segunda caída fuerte del año. Con un retroceso de 4.64% el petróleo mexicano se vendió en 47.27 dólares por barril. ¡Y el dólar volvió a subir!, se vendió hasta en 15.37 pesos. La economía mexicana con un pie en la crisis.

México: vuelve a desplomarse el petróleo y con él la economía
Este lunes la mezcla mexicana de petróleo registró su segunda caída fuerte del año. Con un retroceso de 4.64% el petróleo mexicano se vendió en 47.27 dólares por barril. ¡Y el dólar volvió a subir!, se vendió hasta en 15.37 pesos. La economía mexicana con un pie en la crisis.
Diana Valdez - @yellikann
Volvió a caer la mezcla mexicana de petróleo acumulando un 63% en los últimos ocho meses. La tendencia internacional de los precios es a la baja, igual que la tendencia de crecimiento de la economía mundial.
El aumento de las turbulencias financieras ha tocado sobre todo a los países emergentes. México, como el séptimo productor de crudo en el mundo y lejos de la OPEP, sufre las consecuencias que se miran de largo plazo.
Huele a crisis…
En México la tendencia internacional de la crisis económica golpeó con fuerza, la inestabilidad económica y política del país han requerido parches emergentes y decisiones urgentes por parte de las autoridades involucradas. Sin embargo, con una economía que depende de la dinámica del vecino del norte, las medidas tomadas deberán procurar los intereses de sus grandes empresarios.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y recién nombrado presidente del Comité Monetario y Financiero (CMFI) del Fondo Monetario Internacional (FMI), previó el pasado 21 de febrero un segundo recorte al presupuesto de este año, como nosotros habíamos previsto aquí, y reconoció que los efectos de la caída de los precios del petróleo afectarán el presupuesto por lo menos hasta 2017.
Con una deuda pública por encima del 40% del PIB y una expectativa de crecimiento de 2.5%, la economía mexicana tambalea. La subida de las tasas de interés estadunidenses será otro golpe difícil de esquivar.
Como parte de las consecuencias en los mercados emergentes, la subida de las tasas de interés–que pronto será anunciada-, aunada a la salida de los mecanismos de incentivación cuantitativa y el recorte de la emisión monetaria, están marcando una tendencia internacional a la revaluación del dólar. Esto es lo que está detrás de la devaluación del peso. Por otra parte, marca la tendencia a una fuga de capitales hacia EEUU, en primer lugar para inversiones en cartera y el mercado financiero.
A lo anterior se suma la volatilidad financiera y la tendencia a la baja en las inversiones en el país por la crisis política abierta por el caso Ayotzinapa, todo lo cual se traducirá en mayor desempleo, inflación y por supuesto más recortes al presupuesto para la segunda mitad del año.
Por otro lado, el sector clave de la economía durante los últimos años, el sector automotriz, también registra un retroceso en su nivel de crecimiento. Con las inversiones a la baja y sobre todo las inversiones directas que corresponden a la producción, la economía real y la economía financiera han tomado rumbos distintos. Mientras los gobiernos reacomodan los números con movimientos financieros, en el día a día de la población ya se sienten los efectos de las decisiones tomadas.

Sabe a crisis…
La cúpula empresarial también ha tomado sus decisiones al respecto y ha exigido al gobierno en varias ocasiones reestablecer el estado de derecho en el país. Aludiendo a la incertidumbre y riesgo para las inversiones, han llegado incluso a reducir operaciones dejando a cientos de familias sin ingreso. Tal es el caso de la empresa Coca-Cola en Chilpancingo, Guerrero, que redujo sus operaciones el pasado viernes 20 de febrero y que pudiera marcar tendencia para otras compañías. Los despidos ya comenzaron en otros sectores y miles de trabajadoras y trabajadores se encuentran en riesgo.
El riesgo de perder miles de empleos es muy alto, las decisiones del gobierno federal se descargan sobre los más pobres dejando en la calle a miles de familias. Contradictoriamente la postura de la clase política es optimista: el presidente Enrique Peña Nieto se llena de orgullo previendo en 2018 recoger los frutos de las reformas implementadas y pide a la sociedad “conjuntar” esfuerzos para lograrlo.
Sin duda los próximos meses serán duros y probablemente veamos más recortes presupuestales superiores al anunciado a principios de año, principalmente en el gasto público –dirigido a educación, salud, programas sociales, etc.-, afectando a los más pobres; y en contraste pocas medidas de ajuste para el enorme aparato de gobierno que no recorta ni un peso en su presupuesto para las instituciones que le









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